Reflexión sobre la mentira del país que miente: Costa Rica, un país que conocerlo de verdad da pena. Si por ellos fuera se añadirían como un nuevo Estado-USA

CRICA Hipocrita

Mi foto
Madrid, Madrid, Spain

Archivo del blog

sábado, 21 de junio de 2008

Los derechos del niño

Federación Internacional de Periodistas (FIP)

Los derechos del niño


Explotación sexual de niñas, niños y adolescentes,
una cruel realidad

Por: Rocío Rodríguez García
Casa Alianza - Covenant House América Latina)


Se está acostando el sol en San José de Costa Rica y para Lilliana, apenas empieza el día. Ella sale a trabajar a las seis de la tarde, lleva enaguas cortas, una pequeña blusa, tacones altos, una mirada cansada.

Lilliana esta noche sale a vender su cuerpo a cualquier postor, a quien quiera pagarle por sus servicios, ella tiene diferentes tarifas por cobrar, si quiere sexo oral, le cobra 5000 colones, unos $15 dólares, si quiere sexo completo, como lo llama ella, le costará unos 15 mil colones, menos de $50 dólares.

Ella ve acercarse lujosos carros a su esquina, sujetos de corbata, extranjeros llenos de dólares que andan en busca de su inocencia.

Lilliana tiene que trabajar porque en su casa la espera su mamá, una mujer que además tiene otros cuatro hijos, y depende del dinero que lleve Lilliana para sobrevivir. Trabaja de seis de la tarde a dos de la mañana, porque después de las dos, ella y sus otras amiguitas se dedican a jugar a las escondidas en la calle, a darse bromas, a comerse cualquier cosa que les quite el hambre y es que Lilliana,
solo tiene 11 años.

Esta triste realidad es una entre mil en Costa Rica. Otras muchas niñas, niños y adolescentes son reclutadas por medio de anuncios de empleos en los periódicos locales, que prometen ingresos altos solo por ser guías turísticas, otras más son reclutadas por los propios proxenetas en las calles de San José, quienes les ofrecen ingresos económicos a cambio de sus pequeños cuerpecitos.

Los turistas sexuales y los proxenetas están proliferando en Costa Rica, las autoridades gubernamentales cometieron el error de negar las dimensiones del problema y hasta aseguraron hace dos años que el turismo sexual era insignificante.

El turismo es la mayor fuente de divisas de Costa Rica, esto alegra al gobierno, pero entristece enormemente a cientos de niñas y niños que tienen que vender su cuerpo, para poder sobrevivir. La parte más frágil, la más olvidada, la que apenas empieza a aparecer en censos y estadísticas, es la que más sufre, nuestras niñas y niños de la calle, los eternos olvidados de siempre.

El constante y creciente aumento de casos de explotación sexual contra niñas, niños y adolescentes, y las constantes denuncias que llegan a nuestra organización, nos ha llevado a trabajar fuertemente en formas de prevención, intervención y control de la explotación sexual de personas menores de edad.

En Casa Alianza estamos decididos a darle una mano a tantas y tantos niñas y niños que se los está robando la falta de controles gubernamentales, la indiferencia, la falta de compromiso de los pueblos que ven como son explotados y solo atinan a acelerar su paso, a desviar sus miradas.

En Costa Rica trabajamos en estrecha relación con la Fiscalía de Delitos Sexuales, con los agentes del Centro de Información de la Fuerza Pública, somos miembros de la Comisión Nacional de Trabajo contra la Explotación Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes.

Nuestro trabajo consiste en la recepción de denuncias, las personas llaman a nuestra oficina y recibimos sus denuncias en el anonimato, lo que nos permite obtener datos que de manera nominal no obtendríamos por el temor de la ciudadanía ante estos poderosos abusadores de menores. Una vez recibida la denuncia procedemos a realizar una investigación minuciosa de los hechos para elevar de inmediato la denuncia judicial formal ante la Fiscalía de Delitos Sexuales, quienes proceden legalmente en contra de los explotadores de menores.

Sin embargo también hemos tenido factores externos que han dificultado nuestra labor, este domingo recién pasado, me encontraba en la localidad de Quepos, una zona costera, en la que la explotación sexual de menores es palpable.

Cuando nos disponíamos a regresar a San José, encontramos a tres extranjeros, convenciendo a tres niñas de once y doce años para que mantuvieran relaciones sexuales con ellos. Las niñas, accedieron a sus peticiones y los acompañaron hasta un hotel, el dueño del hotel, no se preocupó de ver entrar a la habitación a esas tres niñas que cambiaron sus muñecas por sexo, que vendieron su inocencia para engañar a sus estómagos con un poco de comida barata.

Constatados los hechos, me dirigí a las oficinas del Organismo de Investigación Judicial de la zona, los agentes se mostraron preocupados y dispuestos a colaborar de inmediato, el juez estaba listo para firmar una orden de allanamiento y poder detener a los perpetradores de estas tres inocentes víctimas.

Sin embargo, los minutos se convirtieron en horas, la fiscal de Delitos Sexuales de Quepos, llegó dos horas y media después de haber interpuesto la denuncia, ella alegó en ese momento que estaba en la playa y había olvidado su celular en el carro.
Como es de suponer, tres horas después ya no estaban las niñas en el hotel y los extranjeros se habían marchado, manchando una vez más a nuestras niñas y sintiéndose dueños de un sector de la población que está completamente desprotegido y olvidado, las niñas y niños de las calles de Costa Rica.

El aumento de la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes en Centroamérica y México, se ha dado a raíz de las medidas tomadas por algunos países asiáticos en contra del turismo sexual infantil y de la falta de autoridad de los entes encargados de imponer justicia en nuestras naciones, las legislaciones en la mayoría de los países son blandas, y en los que existe una legislación más fuerte muchos de los proxenetas siguen llenando sus bolsillos de dinero, los pedófilos y degenerados sexuales continúan robando inocencia e infancia a personas menores de edad, la impunidad y la indiferencia están ganando terreno ante este enorme flagelo que no solo nos está despojando de nuestras niñas y niños sino que también nos está robando el orgullo y la dignidad a nosotros, a nuestros gobiernos los encargados de velar por sus vidas, por su derecho a ser niños y niñas.

En Casa Alianza no descansaremos, no detendremos la lucha ante nada, ni nadie, no seremos traidores con nuestras niñas y niños.

Exigiremos que sean respetados los derechos de las niñas y los niños, haremos que las autoridades cumplan a cabalidad con la defensa de estos inocentes, perseguiremos a quienes se dan el derecho de dañar la inocencia de cientos de víctimas de explotación sexual.

Tenemos que hacer conciencia en la ciudadanía para que colabore en la erradicación de este mal, no podemos permitir que la gente siga pasando junto a los niños y niñas de la calle y vuelva su mirada ignorando el dolor y el sufrimiento que ellos tienes.

Tenemos que desenmascarar a quienes utilizan a los niños y niñas, encarcelarnos y demostrarles que nuestra infancia se respeta.

Si nos abocamos todos y todas, ciudadanía, organizaciones defensoras de la niñez y autoridades a combatir con fuerza, con razón y con determinación el abuso y la explotación sexual, si tan solo rescatamos a una de éstas víctimas, le enseñaremos a las niñas y los niños de la calle que no están solos, le demostraremos a sus asesinos que la infancia y la inocencia no tienen precio.

Foro Explotación y Turismo Sexual, Ciudad de México
28 de Marzo del 2000

No hay comentarios:

¿conociais esta realidad de patio? trasero