Puerto Rico: Yanqui o Latinoamericano
Rubén Berríos Martínez
Presidente del Partido Independentista Puertorriqueño
Presidente Honorario de la Internacional Socialista
Vicepresidente de la copppal
El 28 de junio del 2000 le propuse al Presidente de eeuu Bill Clinton, en una reunión en Casa Blanca, que creara un mecanismo para atender el tema de las relaciones entre eeuu y Puerto Rico. Lo hice luego de advertirle que en la madrugada de ese día más de un centenar de miembros del Partido Independentista Puertorriqueño, encabezados por su vicepresidente, habían penetrado en terrenos militares del gobierno eeuu en Vieques Puerto Rico, como parte de la campaña de desobediencia civil contra los bombardeos de la Marina de Guerra, lucha que culminó exitosamente con el cierre de las bases eeuu en Puerto Rico. Ya que Vieques había expuesto tan dramáticamente ante el mundo el problema colonial de Puerto Rico –posesión eeuu desde la Guerra Hispanoamericana del 1898- era el momento oportuno para que eeuu se determinara a enfrentarlo.
Antes de terminar su mandato, Clinton anunció la creación de un Grupo de Trabajo de Casa Blanca sobre el estatus de Puerto Rico, gestión que se convirtió en proyecto bipartito cuando el presidente George W. Bush, al asumir el poder, ratificó la iniciativa de su predecesor.
Recientemente, la Casa Blanca ha hecho público el informe en que oficial y formalmente se reconoce ante el mundo -contrario a lo que eeuu ha sostenido por más de medio siglo -que el llamado Estado Libre Asociado es un arreglo colonial de carácter transitorio. Concluye, además, que las únicas alternativas de estatus aceptables como finales son la independencia o la anexión de la isla como un estado de eeuu.
La misma criatura política que fue para ellos tan útil como bastión geopolítico y militar durante la Guerra Fría, hoy -ante las nuevas circunstancias históricas, el creciente sentimiento anticolonial de los puertorriqueños y desmantelada la presencia militar eeuu en Puerto Rico- no le rinde a eeuu beneficios que compensen sus costos políticos y económicos, actuales o potenciales.
Pero el informe de Casa Blanca va más allá y recomienda un curso de acción para superar la condición colonial. Propone como primer paso que en el curso del presente año el Congreso de eeuu legisle para la celebración de un plebiscito en que los puertorriqueños decidan si quieren continuar bajo el sistema actual o si quieren encaminarse a la descolonización. De optar el pueblo puertorriqueño por repudiar el status colonial se celebrará otro plebiscito, esta vez entre la independencia y la anexión. De prevalecer la colonia se celebrarían plebiscitos periódicos hasta que el pueblo la repudie; después de todo no hay derecho a la esclavitud.
La sentencia de muerte de la colonia ya está redactada. Sólo falta la firma. En cuanto a la anexión, ya le llegará su turno. Para eeuu, Puerto Rico es un donante incompatible con el cuerpo político eeuu. Un país que planifica levantar una muralla en su frontera sur, jamás aceptaría como uno de sus estados a una nación latinoamericana. eeuu no son ni están dispuestos a convertirse en un estado multinacional. Más aun, Puerto Rico siempre ha sido preludio para la política de eeuu hacia Latinoamérica, y sería inconcebible que ese país proyectara la anexión de una nación latinoamericana como base de sus futuras relaciones con el resto del continente.
Para Puerto Rico, de otro lado, la anexión significaría asimilarnos, diluirnos como pueblo, renegar de nuestra estirpe latinoamericana, pretensión imposible en un pueblo orgulloso de su nacionalidad. Nunca se dijo mejor: “Parva propia magna, magna aliena parva”. Es grande lo pequeño cuando es propio, es pequeño lo grande cuando es ajeno.
Durante el presente año, nuestros esfuerzos estarán dirigidos en eeuu a vencer la inercia característica del Congreso federal, para lograr que ese cuerpo legisle según las recomendaciones de Casa Blanca. A nivel latinoamericano e internacional nos proponemos también durante este año, organizar una gran ofensiva culminando con un Congreso Latinoamericano por la Descolonización e Independencia de Puerto Rico. Trabajaremos además para transformar las vistas anuales del Comité de Descolonización de la onu sobre el caso de Puerto Rico en un foro ampliado de apoyo internacional y para impulsar una iniciativa dirigida a que la Asamblea General examine el caso de Puerto Rico a la luz de la Resolución 1514 de la ONU que consagra el derecho inalienable de todos los pueblos a su libre determinación e independencia.
Juan Mari Bras, Líder independentista
Se acerca la hora de la suprema definición –yanquis o puertorriqueños- que anticipó el gran patriota latinoamericano don Pedro Albizu Campos sería el preludio de nuestra independencia. Descartada la colonia por los mismos que la engendraron y ante la imposibilidad de la anexión como estado de la unión americana, la independencia de Puerto Rico –la agenda inconclusa del proyecto libertario de Bolívar- se evidencia y se confirma como lo que siempre ha sido, la solución natural a nuestro problema colonial; es cuestión de tiempo y circunstancia.
Queda convocado todo el que tiene por patria a Nuestra América; todo el que siente como Martí: “De América soy hijo: a ella me debo… América, a cuya revelación, sacudimiento y fundación me consagro”.
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domingo, 22 de junio de 2008
Los secretos de la guerra sucia continental de la dictadura
Puerto Rico: Yanqui o Latinoamericano
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A 30 AÑOS DE LA NOCHE MAS LARGA - LAS OPERACIONES CLANDESTINAS EN LATINOAMERICA: BOLIVIA - NICARAGUA - HONDURAS - GUATEMALA - EL SALVADOR
Los secretos de la guerra sucia continental de la dictadura
Entre 1978 Y 1984, Videla, Viola y Galtieri exportaron sus técnicas de exterminio. Ahora, se revelan documentos de esa cruzada anticomunista que incluyó tráfico de armas y drogas.
________________________________________
Por María Seoane.
Se trató de la mayor operación secreta a escala continental de la dictadura. Se trató de la Operación Centroamérica, que se desplegó desde 1977 hasta 1984, después de la Guerra de Malvinas, y consistió en la exportación de los métodos de inteligencia y las técnicas de la lucha contrainsurgente, que incluían el uso de la tortura, el secuestro y la desaparición de opositores usados por la dictadura argentina hacia Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala. Ocurrió bajo los gobiernos de los dictadores Jorge Rafael Videla, Roberto Viola y Leopoldo Galtieri. Una serie de documentos desclasificados del Departamento de Estado estadounidense y la entrevista exclusiva realizada por Clarín a Duane Clarridge,el ex jefe de la CIA en esas operaciones, revelan detalles nunca contados. De estos documentos y de esta entrevista se deduce que los militares argentinos desembarcaron en Centroamérica como fuerza legionaria exterior en tanto estaban dispuestos a hacer el trabajo "sucio" que la CIA estaba restringida de hacer al comienzo del gobierno del demócrata James Carter (1977-1981); que presionaron para que los EE.UU. tuvieran un rol más activo en las actividades contrarrevolucionarias y que, al final, se sometieron a su dirección cuando asumió Ronald Reagan (1981-1989) la presidencia estadounidense.
Del vuelo del Cóndor al Charlie
La participación argentina en Centroamérica tuvo su bautismo iniciático en el denominado Plan Cóndor, la alianza represiva de los ejércitos de las dictaduras de la Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia y Paraguay para perseguir más allá de las fronteras a quienes eran considerados enemigos u opositores. Eran tiempos de la Guerra Fría entre los EE.UU. y la Unión Soviética, de un enfrentamiento impiadoso entre capitalismo y comunismo que había desembarcado en América latina. La Doctrina de la Seguridad Nacional (DSN), entonces, alentó los estados terroristas. Se interpretaba que la seguridad del Estado y hemisférica estaba por sobre la seguridad de las personas y que para garantizar esa seguridad no había fronteras nacionales. Lo cierto es que el Plan Cóndor tuvo su esplendor entre 1975 y 1979, pero muchos de los militares argentinos que allí participaron, luego integraron la comitiva que siguió hacia Centroamérica para entrenar a los llamados "contras" — diminutivo de "contrarrevolucionarios"—, ex guardias somocistas nicaragüenses, fugados a Honduras en su mayoría, luego del triunfo de la revolución dirigida por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en julio de 1979. Y, más tarde, para entrenar a los oficiales de los ejércitos de El Salvador y Guatemala para prevenir la extensión de la revolución sandinista y la influencia de la Cuba socialista. Muchos ex guerrilleros argentinos, de Montoneros y del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) se habían alistado desde comienzos de 1979 en la lucha del FSLN para combatir al dictador Anastasio Somoza.
En noviembre de 1979, la Argentina estaba gobernada por Videla, Viola era el comandante en jefe del Ejército, su jefe de Estado Mayor (EMGE), era el general Guillermo "Pajarito" Súarez Mason; su inmediato inferior en la inteligencia militar, Jefatura Dos (JII) era el general Alberto Alfredo Valín; el jefe del Batallón 601 de Inteligencia militar era el coronel Jorge Alberto Muzzio. El jefe de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) era el general Carlos Alberto Martínez, el hombre de mayor confianza en Inteligencia para Videla, que lo acompañó a subir al poder y que diseñó, junto con Viola y Valín, las operaciones en Centroamérica. El Canciller era el brigadier mayor Carlos Washington Pastor. El responsable de los equipos operativos en Centroamérica— según señalan todos los documentos desclasificados del Departamento de Estado de los EE.UU.— era el coronel José Osvaldo "Balita" Riveiro, jefe de la estación Honduras de los militares argentinos, denominada también Grupo de Tareas Exterior o GTE. Riveiro reportaba directamente a Súarez Mason, por lo que se construía, además, una red secreta dentro de las propias operaciones ya de por sí secretas, con el fin de administrar discrecionalmente los 19 millones de dólares que la CIA aportaría de manera inicial y encubierta para entrenamiento y compra de armas, según analiza una investigación del politólogo Ariel Armony. Había otros nombres, el coronel Mario Davico, que reemplazará a poco de andar a Valín en la JII de inteligencia; y los miembros del Batallón 601, los capitanes Santiago Hoyas, Héctor Ricardo Francés García, el coronel Jorge de la Vega y el contador Leandro Sánchez Reisse y Raúl Guglielminetti, entre otros. El embajador argentino en Honduras para el período fue Arturo Ossorio Arana, al tanto de todas las operaciones paralelas.
Pero la idea de los argentinos de cómo combatir "la subversión comunista" en América Central no era igual, en ese momento, a la de la administración Carter. Los argentinos bregaban por lo que se denominó el Plan Charlie, es decir la constitución de un "ejército panlatinoamericano liderado por la Argentina que desembarcara en El Salvador con la idea de arrinconar a los revolucionarios hacia Honduras donde serían exterminados", según reveló el libro "Malvinas, la trama secreta", de R.Kirschbaum, O. Cardoso y E. van der Kooy. Las operaciones clandestinas ya estaban en marcha, pero se no dejaba de buscar un aval explícito de los Estados Unidos que se traduciría en dinero y armas. El FSLN había ya denunciado que la dictadura de Videla le vendía armas (también Israel) a la guardia nacional somocista. Un documento secreto fechado en junio de 1979 y enviado por la embajada de los EE.UU. en Buenos Aires, a cargo de Raúl Castro, hacia el secretario de Estado de su país, Viron Vaky, en vísperas de la visita a Buenos Aires de la CIDH, revela la obsesión de Viola en que los EE.UU. se decidieran a dar fuerza al Plan Charlie o, en su defecto, a apoyar abiertamente las operaciones clandestinas de los argentinos. Los argentinos consideraban que EE.UU. había abandonado la defensa del hemisferio del comunismo y que ellos debían cumplir ese papel. Castro cuenta el encuentro con Viola, en dos partes. La primera, es esclarecedora de la presión de Carter por los derechos humanos. En la segunda parte, aparece la verdadera preocupación de Viola . "Durante toda la reunión Viola me repitió que su intención al querer verme era hablar de Nicaragua. De hecho, hablamos de Nicaragua. Me dijo que el gobierno argentino (GOA) compartía la opinión nuestra sobre Nicaragua, pero que temía que enviar una fuerza militar de paz no fuera aceptable para los países latinoamericanos. Su razonamiento se refería a que los países latinoamericanos tenían problemas internos y que cada país temía que se estableciera un precedente si se enviaban unidades militares para resolver problemas internos. Viola dijo que el problema nicaragüense no podía resolverse a través del diálogo y requería detener la infiltración de tropas y armas a través de la frontera de Panamá y Costa Rica. Viola dijo que esto se podría hacer sólo con una fuerza militar de paz, pero que la opinión pública argentina nunca lo aceptaría (?). Me pareció que tanteaba la posibilidad o esperaba que yo le diera alguna justificación para enviar una fuerza de paz a Nicaragua, que incluyera a la Argentina." Viola en realidad tanteaba sobre el envío de una fuerza militar. Pero ya no argumentaba en favor de una fuerza legal de paz sino sondeaba la disposición de los EE.UU. para avalar una fuerza paramilitar y clandestina.
Así que en noviembre de 1979, Viola desarrolló en la XIII Conferencia de Ejércitos Americanos en Bogotá su plan de latinoamericanización del modelo terrorista estatal. Según Viola, el éxito obtenido por las Fuerzas Armadas argentinas en su combate contra "la subversión marxista", las habilitaban para exportar la experiencia a otros países de América Latina. Con el triunfo del sandinismo, con miles de guardias nacionales huyendo en masa de la revolución, parecía evidente que la política exterior de los EE.UU. en el último año de Carter cambiaría. En otro memorándum fechado el 15 de febrero de 1980, del Consejo Nacional de Seguridad norteamericano, remitido por Robert Pastor a los miembros del consejo, como Zbigniew Brzezinski, David Aaron y Henry Owen, es evidente que los EE.UU. marchan a una intervención sobre Centroamérica aunque aún buscando vías políticas. "Ha llegado el momento— se dice en el documento—de hacer que este gobierno se mueva de manera eficaz para resolver los problemas de El Salvador y Honduras". El documento abunda en recomendaciones sobre qué hacer en cada país: dividir a la izquierda, neutralizar el golpe de Estado de la derecha, armar un gobierno de centro cívico-militar. Es la visión de comienzos del 80. Una visión que pronto será abandonada ante la radicalización revolucionaria en El Salvador a través del Frente Farabundo Martí, y en Honduras, con la llegada masiva de guardias somocistas y civiles antisandinistas, que pujan por armar una invasión a Nicaragua. De hecho, Videla y Viola deciden dejar en manos de Súarez Mason, y de manera operativa en manos de Valín y Riveiro, el comienzo de la formación del GTE y su desembarco en Honduras, sede principal de operaciones. El grupo tiene su bautismo de fuego en Bolivia, en julio de 1980 cuando participan avalando el llamado golpe del "narcotráfico" que desplaza a la presidenta Lidia Gueiler y pone en su lugar al general Luis García Meza y al hombre fuerte de su gobierno, el ministro del Interior y acusado de narcotraficante, Luis Arce Gómez, socio del conocido como barón de la droga, Roberto Súarez Levy, uno de los principales traficantes de cocaína del mundo entonces. De ese negocio provendrán parte de los fondos para financiar y enriquecer a los paramilitares argentinos. De la presencia argentina allí y de la coordinación que ya existía da cuenta otro documento de la embajada norteamericana en Buenos Aires. El embajador informa que un oficial de inteligencia de esa delegación se reunió el 16 de junio de 1980 con un oficial del servicio de inteligencia argentino— presumiblemente el general Valín o Davico— y que "el principal tema de conversación fue la situación de Bolivia. La fuente avisó que detuvieron a cuatro argentinos en Perú. Son parte importante de la jerarquía montonera. (...) Que lo hizo el 601 con la colaboración de la inteligencia peruana. Los detenidos (luego se supo de que se trataba entre otros de Carlos Maguid) están en Perú, pero serán trasladados a Bolivia, serán expulsados de Bolivia a la Argentina, donde serán interrogados y luego desaparecerán". Y en el documento, se dice algo más: "la fuente será enviada a Panamá, Costa Rica, Guatemala y San Salvador para analizar la situación país por país e informar al 601." Fue en esos días que Valín viajó a Centroamérica para establecerse allí de manera casi permanente. En la JII lo había reemplazado el general Mario Davico. Y el jefe del Batallón 601 era Muzzio. Es precisamente en agosto de 1980, cuando en Honduras los EE.UU. y la Argentina apoyan el ascenso del durísimo general Gustavo Alvarez Martínez, comandante de la Fuerza de Seguridad Pública (Fusep), la policía política que dependía del Ejército, un militar que había sido colega de Viola y alumno de Videla en el Colegio Militar de la Nación en los tempranos años sesenta. La cúpula militar argentina festejó ese ascenso y presintió el cambio de aire definitivo cuando en octubre de 1980, finalmente, Carter termina autorizando un programa de acción encubierta de la CIA en apoyo de las organizaciones antisandinistas, enviando un millón de dólares para financiar a grupos de prensa, sindicales y políticos dentro de Nicaragua que conspiraban contra el gobierno revolucionario. Según el testimonio dado al Congreso de los EE.UU. en 1987 por un miembro del 601, Leandro Sánchez Reisse (ver pág 11), al ser detenido por secuestro, se había instalado entre 1978 y 1981, en Fort Lauderlade, Florida, un negocio encubierto, centro de operaciones del batallón 601 y a través del cual la CIA colaboraba con esa unidad de inteligencia con información y recursos. Lo que confirma que "los argentinos hicieron de la clandestinidad un negocio". Pero, además, que la CIA, pese a los esfuerzos de Carter en reducir su poder, también clandestinamente financiaba a los contras, como los dirigentes nicaragüenses Edgar Chamorro y Sam Dillon. Precisamente a mediados de 1980, el ex director de la CIA, Vernon Walters y un contra nicaragüense Francisco Aguirre se reunieron con Viola, Davico y Valín para coordinar las actividades en la región.
La cruzada argentina
Ya a fines de 1980, se registran acciones de paramilitares entrenados por los argentinos en Guatemala, Costa Rica y dentro de Nicaragua. Cuando Reagan asume la presidencia en enero de 1981, las Fuerzas Armadas argentinas deciden convertirse abiertamente en su fuerza expedicionaria en América Central. El nuevo secretario de Estado estadounidense es Alexander Haig, el nuevo embajador en Buenos Aires es Harry Shlaudeman. En Honduras, desembarca como embajador estadounidense John Negroponte, un halcón de la Guerra Fría. En Buenos Aires, Viola está por asumir como presidente, en marzo de 1981, y su comandante en jefe del Ejército es Galtieri. Davico, Muzzio y Valín son ya la plana mayor de la operación Centroamérica, mientras Riveiro, el coronel Luis J. Arias Duval, el mayor Martín Ciga Correa, y capitanes como Fancés y Hoya son los enlaces e instructores más prominentes del GTE argentino. En El Salvador, en tanto, la guerrilla del Farabundo Martí había comenzado en enero de 1981 una ofensiva militar a gran escala apoyada por el gobierno sandinista. Para Washington, ya no había tiempo que perder.
Un documento secreto fechado un mes después, el 26 de febrero de 1981, dirigido a Haig de parte de Vernon Walters, nombrado a la sazón por Reagan como embajador extraordinario para la guerra en Centroamérica, da cuenta con una precisión hasta ahora desconocida del conocimiento y aval de los EE.UU. a las operaciones clandestinas de los militares argentinos en Honduras y El Salvador. También de cómo Viola usaba ese prestigio de ser un aliado clave para pelear su interna criolla en la junta militar y lograr asegurarse la sucesión de Videla como presidente. Pero, al mismo tiempo, cómo Galtieri ve en la alianza con los EE.UU. la mayor palanca para su futuro político. Y pide hacer más y más coordinación con la CIA. Escribe Walters a Haig— pero vía la embajada en Santiago de Chile, al mejor estilo conspirador— "Durante mi visita al comandante en jefe del ejército, Galtieri, me informó sobre la ayuda argentina a los gobiernos de El Salvador y Honduras. a) Argentina había proporcionado adistramiento de inteligencia a 40 oficiales hondureños a través de 5 a 8 cursos (...) b) El ejército argentino tenía unos cincuenta oficiales operando en la zona del Caribe.; c)Diversos oficiales salvadoreños habían sido entrenados por especialistas argentinos antiguerrilla, d) Argentina estaba dispuesta a hacer más pero debemos tener una reunión para definir quién debe hacer qué cosa. e) Argentina había abierto dos oficinas de agregados militares en Centroamérica. Comentario: El ejército argentino claramente emprendió una importante actividad y haría más. Pidió intercambio regular de información sobre la zona y mantener reuniones para definir exactamente qué es lo que quisiéramos que haga. Todo lo que tenemos que hacer es decirle qué hacer."
Un documento secreto del 3 de marzo de 1981, semanas antes de que Viola fuera ungido Presidente en reemplazo de Videla, el embajador especial de Reagan, Walters informa también vía la embajada en Santiago a su jefe Haig, de las reuniones ocurridas con los comandantes de la junta, da el 26 de febrero con Gatieri, el brigadier Omar Graffigna, el almirante Armando Lambruschini y el general Davico. Walters cuenta que Grafigna lo criticó porque EE.UU. no había hecho a tiempo, como los argentinos, los deberes contrainsurgentes en América Central. Y que con Lambruschini le ocurrió lo mismo que con Graffigna. Que con Galtieri, que estaba acompañado por Davico, el almuerzo fue más distendido. "El insistió en que la Argentina ayudaría de todas las formas posibles.". Walters dijo que Davico "pidió que retomáramos las conferencias de inteligencia y el intercambio de información (...)". Lo más interesante de este documento, sin embargo, no es la ratificación que consigue Walters del alineamiento argentino en Centroamérica, sino la defensa de Galtieri del narco-gobierno boliviano. "Hablamos de Bolivia, y en esto estuvo menos colaborador. Dijo que, si se sacaba a Arce del poder, el régimen no podía durar y que la Argentina no podía tolerar un foco comunista en la frontera. Dijo que venía mucha más droga de Colombia pero como ésta mantenía una fachada democrática nadie se quejaba. (...) Dijo que el régimen de García Meza no podría sobrevivir sin Arce y que, si él se iba, la extrema izquierda tomaría el poder." Galtieri no lo dijo, aunque después se sabría, que estaba defendiendo los narcodólares que financiaban parte de las operaciones clandestinas contrainsurgentes. Walters termina el documento con un comentario que lo muestra feliz por el clima amistoso y franco que vivió. "Supongo fue una retribución por el espíritu sumamente servicial del presidente Videla y de el presidente electo Viola". A esas reuniones lo había acompañado el embajador en Buenos Aires, Shlaudeman.
Lo cierto es que las operaciones clandestinas en Centroamérica en el período en que Galtieri es jefe del ejército, y luego cuando asuma como presidente en diciembre de 1981, tendrán su período más álgido. Los últimos documentos desclasificados de junio del 81 y enero de 1982 a los que tuvo acceso Clarín dan cuenta de las denuncias sobre el tráfico de armas y la entrega de dinero a la contra nicaragüense por parte de Davico— unos 50 mil dólares— y de las denuncias internacionales que la Argentina comienza a recibir por casos de tortura dirigidas por argentinos a hondureños y salvadoreños. Recién un año después de la Guerra de Malvinas, el gobierno de Reagan tomará abiertamente en sus manos la operación en América Central. La CIA reemplazará a sus viejos aliados del batallón 601, dispersados y transformados, en tiempos de Reynaldo Bignone, en los restos agonizantes y corrompidos de esa "gesta internacional" de la dictadura.
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Del vuelo del Cóndor al Charlie
La participación argentina en Centroamérica tuvo su bautismo iniciático en el denominado Plan Cóndor, la alianza represiva de los ejércitos de las dictaduras de la Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia y Paraguay para perseguir más allá de las fronteras a quienes eran considerados enemigos u opositores. Eran tiempos de la Guerra Fría entre los EE.UU. y la Unión Soviética, de un enfrentamiento impiadoso entre capitalismo y comunismo que había desembarcado en América latina. La Doctrina de la Seguridad Nacional (DSN), entonces, alentó los estados terroristas. Se interpretaba que la seguridad del Estado y hemisférica estaba por sobre la seguridad de las personas y que para garantizar esa seguridad no había fronteras nacionales. Lo cierto es que el Plan Cóndor tuvo su esplendor entre 1975 y 1979, pero muchos de los militares argentinos que allí participaron, luego integraron la comitiva que siguió hacia Centroamérica para entrenar a los llamados "contras" — diminutivo de "contrarrevolucionarios"—, ex guardias somocistas nicaragüenses, fugados a Honduras en su mayoría, luego del triunfo de la revolución dirigida por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en julio de 1979. Y, más tarde, para entrenar a los oficiales de los ejércitos de El Salvador y Guatemala para prevenir la extensión de la revolución sandinista y la influencia de la Cuba socialista. Muchos ex guerrilleros argentinos, de Montoneros y del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) se habían alistado desde comienzos de 1979 en la lucha del FSLN para combatir al dictador Anastasio Somoza.
En noviembre de 1979, la Argentina estaba gobernada por Videla, Viola era el comandante en jefe del Ejército, su jefe de Estado Mayor (EMGE), era el general Guillermo "Pajarito" Súarez Mason; su inmediato inferior en la inteligencia militar, Jefatura Dos (JII) era el general Alberto Alfredo Valín; el jefe del Batallón 601 de Inteligencia militar era el coronel Jorge Alberto Muzzio. El jefe de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) era el general Carlos Alberto Martínez, el hombre de mayor confianza en Inteligencia para Videla, que lo acompañó a subir al poder y que diseñó, junto con Viola y Valín, las operaciones en Centroamérica. El Canciller era el brigadier mayor Carlos Washington Pastor. El responsable de los equipos operativos en Centroamérica— según señalan todos los documentos desclasificados del Departamento de Estado de los EE.UU.— era el coronel José Osvaldo "Balita" Riveiro, jefe de la estación Honduras de los militares argentinos, denominada también Grupo de Tareas Exterior o GTE. Riveiro reportaba directamente a Súarez Mason, por lo que se construía, además, una red secreta dentro de las propias operaciones ya de por sí secretas, con el fin de administrar discrecionalmente los 19 millones de dólares que la CIA aportaría de manera inicial y encubierta para entrenamiento y compra de armas, según analiza una investigación del politólogo Ariel Armony. Había otros nombres, el coronel Mario Davico, que reemplazará a poco de andar a Valín en la JII de inteligencia; y los miembros del Batallón 601, los capitanes Santiago Hoyas, Héctor Ricardo Francés García, el coronel Jorge de la Vega y el contador Leandro Sánchez Reisse y Raúl Guglielminetti, entre otros. El embajador argentino en Honduras para el período fue Arturo Ossorio Arana, al tanto de todas las operaciones paralelas.
Pero la idea de los argentinos de cómo combatir "la subversión comunista" en América Central no era igual, en ese momento, a la de la administración Carter. Los argentinos bregaban por lo que se denominó el Plan Charlie, es decir la constitución de un "ejército panlatinoamericano liderado por la Argentina que desembarcara en El Salvador con la idea de arrinconar a los revolucionarios hacia Honduras donde serían exterminados", según reveló el libro "Malvinas, la trama secreta", de R.Kirschbaum, O. Cardoso y E. van der Kooy. Las operaciones clandestinas ya estaban en marcha, pero se no dejaba de buscar un aval explícito de los Estados Unidos que se traduciría en dinero y armas. El FSLN había ya denunciado que la dictadura de Videla le vendía armas (también Israel) a la guardia nacional somocista. Un documento secreto fechado en junio de 1979 y enviado por la embajada de los EE.UU. en Buenos Aires, a cargo de Raúl Castro, hacia el secretario de Estado de su país, Viron Vaky, en vísperas de la visita a Buenos Aires de la CIDH, revela la obsesión de Viola en que los EE.UU. se decidieran a dar fuerza al Plan Charlie o, en su defecto, a apoyar abiertamente las operaciones clandestinas de los argentinos. Los argentinos consideraban que EE.UU. había abandonado la defensa del hemisferio del comunismo y que ellos debían cumplir ese papel. Castro cuenta el encuentro con Viola, en dos partes. La primera, es esclarecedora de la presión de Carter por los derechos humanos. En la segunda parte, aparece la verdadera preocupación de Viola . "Durante toda la reunión Viola me repitió que su intención al querer verme era hablar de Nicaragua. De hecho, hablamos de Nicaragua. Me dijo que el gobierno argentino (GOA) compartía la opinión nuestra sobre Nicaragua, pero que temía que enviar una fuerza militar de paz no fuera aceptable para los países latinoamericanos. Su razonamiento se refería a que los países latinoamericanos tenían problemas internos y que cada país temía que se estableciera un precedente si se enviaban unidades militares para resolver problemas internos. Viola dijo que el problema nicaragüense no podía resolverse a través del diálogo y requería detener la infiltración de tropas y armas a través de la frontera de Panamá y Costa Rica. Viola dijo que esto se podría hacer sólo con una fuerza militar de paz, pero que la opinión pública argentina nunca lo aceptaría (?). Me pareció que tanteaba la posibilidad o esperaba que yo le diera alguna justificación para enviar una fuerza de paz a Nicaragua, que incluyera a la Argentina." Viola en realidad tanteaba sobre el envío de una fuerza militar. Pero ya no argumentaba en favor de una fuerza legal de paz sino sondeaba la disposición de los EE.UU. para avalar una fuerza paramilitar y clandestina.
Así que en noviembre de 1979, Viola desarrolló en la XIII Conferencia de Ejércitos Americanos en Bogotá su plan de latinoamericanización del modelo terrorista estatal. Según Viola, el éxito obtenido por las Fuerzas Armadas argentinas en su combate contra "la subversión marxista", las habilitaban para exportar la experiencia a otros países de América Latina. Con el triunfo del sandinismo, con miles de guardias nacionales huyendo en masa de la revolución, parecía evidente que la política exterior de los EE.UU. en el último año de Carter cambiaría. En otro memorándum fechado el 15 de febrero de 1980, del Consejo Nacional de Seguridad norteamericano, remitido por Robert Pastor a los miembros del consejo, como Zbigniew Brzezinski, David Aaron y Henry Owen, es evidente que los EE.UU. marchan a una intervención sobre Centroamérica aunque aún buscando vías políticas. "Ha llegado el momento— se dice en el documento—de hacer que este gobierno se mueva de manera eficaz para resolver los problemas de El Salvador y Honduras". El documento abunda en recomendaciones sobre qué hacer en cada país: dividir a la izquierda, neutralizar el golpe de Estado de la derecha, armar un gobierno de centro cívico-militar. Es la visión de comienzos del 80. Una visión que pronto será abandonada ante la radicalización revolucionaria en El Salvador a través del Frente Farabundo Martí, y en Honduras, con la llegada masiva de guardias somocistas y civiles antisandinistas, que pujan por armar una invasión a Nicaragua. De hecho, Videla y Viola deciden dejar en manos de Súarez Mason, y de manera operativa en manos de Valín y Riveiro, el comienzo de la formación del GTE y su desembarco en Honduras, sede principal de operaciones. El grupo tiene su bautismo de fuego en Bolivia, en julio de 1980 cuando participan avalando el llamado golpe del "narcotráfico" que desplaza a la presidenta Lidia Gueiler y pone en su lugar al general Luis García Meza y al hombre fuerte de su gobierno, el ministro del Interior y acusado de narcotraficante, Luis Arce Gómez, socio del conocido como barón de la droga, Roberto Súarez Levy, uno de los principales traficantes de cocaína del mundo entonces. De ese negocio provendrán parte de los fondos para financiar y enriquecer a los paramilitares argentinos. De la presencia argentina allí y de la coordinación que ya existía da cuenta otro documento de la embajada norteamericana en Buenos Aires. El embajador informa que un oficial de inteligencia de esa delegación se reunió el 16 de junio de 1980 con un oficial del servicio de inteligencia argentino— presumiblemente el general Valín o Davico— y que "el principal tema de conversación fue la situación de Bolivia. La fuente avisó que detuvieron a cuatro argentinos en Perú. Son parte importante de la jerarquía montonera. (...) Que lo hizo el 601 con la colaboración de la inteligencia peruana. Los detenidos (luego se supo de que se trataba entre otros de Carlos Maguid) están en Perú, pero serán trasladados a Bolivia, serán expulsados de Bolivia a la Argentina, donde serán interrogados y luego desaparecerán". Y en el documento, se dice algo más: "la fuente será enviada a Panamá, Costa Rica, Guatemala y San Salvador para analizar la situación país por país e informar al 601." Fue en esos días que Valín viajó a Centroamérica para establecerse allí de manera casi permanente. En la JII lo había reemplazado el general Mario Davico. Y el jefe del Batallón 601 era Muzzio. Es precisamente en agosto de 1980, cuando en Honduras los EE.UU. y la Argentina apoyan el ascenso del durísimo general Gustavo Alvarez Martínez, comandante de la Fuerza de Seguridad Pública (Fusep), la policía política que dependía del Ejército, un militar que había sido colega de Viola y alumno de Videla en el Colegio Militar de la Nación en los tempranos años sesenta. La cúpula militar argentina festejó ese ascenso y presintió el cambio de aire definitivo cuando en octubre de 1980, finalmente, Carter termina autorizando un programa de acción encubierta de la CIA en apoyo de las organizaciones antisandinistas, enviando un millón de dólares para financiar a grupos de prensa, sindicales y políticos dentro de Nicaragua que conspiraban contra el gobierno revolucionario. Según el testimonio dado al Congreso de los EE.UU. en 1987 por un miembro del 601, Leandro Sánchez Reisse (ver pág 11), al ser detenido por secuestro, se había instalado entre 1978 y 1981, en Fort Lauderlade, Florida, un negocio encubierto, centro de operaciones del batallón 601 y a través del cual la CIA colaboraba con esa unidad de inteligencia con información y recursos. Lo que confirma que "los argentinos hicieron de la clandestinidad un negocio". Pero, además, que la CIA, pese a los esfuerzos de Carter en reducir su poder, también clandestinamente financiaba a los contras, como los dirigentes nicaragüenses Edgar Chamorro y Sam Dillon. Precisamente a mediados de 1980, el ex director de la CIA, Vernon Walters y un contra nicaragüense Francisco Aguirre se reunieron con Viola, Davico y Valín para coordinar las actividades en la región.
La cruzada argentina
Ya a fines de 1980, se registran acciones de paramilitares entrenados por los argentinos en Guatemala, Costa Rica y dentro de Nicaragua. Cuando Reagan asume la presidencia en enero de 1981, las Fuerzas Armadas argentinas deciden convertirse abiertamente en su fuerza expedicionaria en América Central. El nuevo secretario de Estado estadounidense es Alexander Haig, el nuevo embajador en Buenos Aires es Harry Shlaudeman. En Honduras, desembarca como embajador estadounidense John Negroponte, un halcón de la Guerra Fría. En Buenos Aires, Viola está por asumir como presidente, en marzo de 1981, y su comandante en jefe del Ejército es Galtieri. Davico, Muzzio y Valín son ya la plana mayor de la operación Centroamérica, mientras Riveiro, el coronel Luis J. Arias Duval, el mayor Martín Ciga Correa, y capitanes como Fancés y Hoya son los enlaces e instructores más prominentes del GTE argentino. En El Salvador, en tanto, la guerrilla del Farabundo Martí había comenzado en enero de 1981 una ofensiva militar a gran escala apoyada por el gobierno sandinista. Para Washington, ya no había tiempo que perder.
Un documento secreto fechado un mes después, el 26 de febrero de 1981, dirigido a Haig de parte de Vernon Walters, nombrado a la sazón por Reagan como embajador extraordinario para la guerra en Centroamérica, da cuenta con una precisión hasta ahora desconocida del conocimiento y aval de los EE.UU. a las operaciones clandestinas de los militares argentinos en Honduras y El Salvador. También de cómo Viola usaba ese prestigio de ser un aliado clave para pelear su interna criolla en la junta militar y lograr asegurarse la sucesión de Videla como presidente. Pero, al mismo tiempo, cómo Galtieri ve en la alianza con los EE.UU. la mayor palanca para su futuro político. Y pide hacer más y más coordinación con la CIA. Escribe Walters a Haig— pero vía la embajada en Santiago de Chile, al mejor estilo conspirador— "Durante mi visita al comandante en jefe del ejército, Galtieri, me informó sobre la ayuda argentina a los gobiernos de El Salvador y Honduras. a) Argentina había proporcionado adistramiento de inteligencia a 40 oficiales hondureños a través de 5 a 8 cursos (...) b) El ejército argentino tenía unos cincuenta oficiales operando en la zona del Caribe.; c)Diversos oficiales salvadoreños habían sido entrenados por especialistas argentinos antiguerrilla, d) Argentina estaba dispuesta a hacer más pero debemos tener una reunión para definir quién debe hacer qué cosa. e) Argentina había abierto dos oficinas de agregados militares en Centroamérica. Comentario: El ejército argentino claramente emprendió una importante actividad y haría más. Pidió intercambio regular de información sobre la zona y mantener reuniones para definir exactamente qué es lo que quisiéramos que haga. Todo lo que tenemos que hacer es decirle qué hacer."
Un documento secreto del 3 de marzo de 1981, semanas antes de que Viola fuera ungido Presidente en reemplazo de Videla, el embajador especial de Reagan, Walters informa también vía la embajada en Santiago a su jefe Haig, de las reuniones ocurridas con los comandantes de la junta, da el 26 de febrero con Gatieri, el brigadier Omar Graffigna, el almirante Armando Lambruschini y el general Davico. Walters cuenta que Grafigna lo criticó porque EE.UU. no había hecho a tiempo, como los argentinos, los deberes contrainsurgentes en América Central. Y que con Lambruschini le ocurrió lo mismo que con Graffigna. Que con Galtieri, que estaba acompañado por Davico, el almuerzo fue más distendido. "El insistió en que la Argentina ayudaría de todas las formas posibles.". Walters dijo que Davico "pidió que retomáramos las conferencias de inteligencia y el intercambio de información (...)". Lo más interesante de este documento, sin embargo, no es la ratificación que consigue Walters del alineamiento argentino en Centroamérica, sino la defensa de Galtieri del narco-gobierno boliviano. "Hablamos de Bolivia, y en esto estuvo menos colaborador. Dijo que, si se sacaba a Arce del poder, el régimen no podía durar y que la Argentina no podía tolerar un foco comunista en la frontera. Dijo que venía mucha más droga de Colombia pero como ésta mantenía una fachada democrática nadie se quejaba. (...) Dijo que el régimen de García Meza no podría sobrevivir sin Arce y que, si él se iba, la extrema izquierda tomaría el poder." Galtieri no lo dijo, aunque después se sabría, que estaba defendiendo los narcodólares que financiaban parte de las operaciones clandestinas contrainsurgentes. Walters termina el documento con un comentario que lo muestra feliz por el clima amistoso y franco que vivió. "Supongo fue una retribución por el espíritu sumamente servicial del presidente Videla y de el presidente electo Viola". A esas reuniones lo había acompañado el embajador en Buenos Aires, Shlaudeman.
Lo cierto es que las operaciones clandestinas en Centroamérica en el período en que Galtieri es jefe del ejército, y luego cuando asuma como presidente en diciembre de 1981, tendrán su período más álgido. Los últimos documentos desclasificados de junio del 81 y enero de 1982 a los que tuvo acceso Clarín dan cuenta de las denuncias sobre el tráfico de armas y la entrega de dinero a la contra nicaragüense por parte de Davico— unos 50 mil dólares— y de las denuncias internacionales que la Argentina comienza a recibir por casos de tortura dirigidas por argentinos a hondureños y salvadoreños. Recién un año después de la Guerra de Malvinas, el gobierno de Reagan tomará abiertamente en sus manos la operación en América Central. La CIA reemplazará a sus viejos aliados del batallón 601, dispersados y transformados, en tiempos de Reynaldo Bignone, en los restos agonizantes y corrompidos de esa "gesta internacional" de la dictadura.
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charlie
Publicado en corriente[a]lterna (http://www.espacioalternativo.org)
Argentina: Los secretos de la guerra sucia continental de la dictadura
Publicado el 24/03/2006 - 19:23
María Seoane *
Las operaciones clandestinas en Bolivia, Nicaragua, Honduras, Guatemala, El Salvador. Entre 1978 Y 1984, Videla, Viola y Galtieri exportaron sus técnicas de exterminio. Ahora, se revelan documentos de esa cruzada anticomunista que incluyó tráfico de armas y drogas.
Se trató de la mayor operación secreta a escala continental de la dictadura. Se trató de la Operación Centroamérica, que se desplegó desde 1977 hasta 1984, después de la Guerra de Malvinas, y consistió en la exportación de los métodos de inteligencia y las técnicas de la lucha contrainsurgente, que incluían el uso de la tortura, el secuestro y la desaparición de opositores usados por la dictadura argentina hacia Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala. Ocurrió bajo los gobiernos de los dictadores Jorge Rafael Videla, Roberto Viola y Leopoldo Galtieri. Una serie de documentos desclasificados del Departamento de Estado estadounidense y la entrevista exclusiva realizada por Clarín a Duane Clarridge,el ex jefe de la CIA en esas operaciones, revelan detalles nunca contados. De estos documentos y de esta entrevista se deduce que los militares argentinos desembarcaron en Centroamérica como fuerza legionaria exterior en tanto estaban dispuestos a hacer el trabajo "sucio" que la CIA estaba restringida de hacer al comienzo del gobierno del demócrata James Carter (1977-1981); que presionaron para que los EE.UU. tuvieran un rol más activo en las actividades contrarrevolucionarias y que, al final, se sometieron a su dirección cuando asumió Ronald Reagan (1981-1989) la presidencia estadounidense.
Del vuelo del Cóndor al Charlie
La participación argentina en Centroamérica tuvo su bautismo iniciático en el denominado Plan Cóndor, la alianza represiva de los ejércitos de las dictaduras de la Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia y Paraguay para perseguir más allá de las fronteras a quienes eran considerados enemigos u opositores. Eran tiempos de la Guerra Fría entre los EE.UU. y la Unión Soviética, de un enfrentamiento impiadoso entre capitalismo y comunismo que había desembarcado en América latina. La Doctrina de la Seguridad Nacional (DSN), entonces, alentó los estados terroristas. Se interpretaba que la seguridad del Estado y hemisférica estaba por sobre la seguridad de las personas y que para garantizar esa seguridad no había fronteras nacionales. Lo cierto es que el Plan Cóndor tuvo su esplendor entre 1975 y 1979, pero muchos de los militares argentinos que allí participaron, luego integraron la comitiva que siguió hacia Centroamérica para entrenar a los llamados "contras" - diminutivo de "contrarrevolucionarios"-, ex guardias somocistas nicaragüenses, fugados a Honduras en su mayoría, luego del triunfo de la revolución dirigida por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en julio de 1979. Y, más tarde, para entrenar a los oficiales de los ejércitos de El Salvador y Guatemala para prevenir la extensión de la revolución sandinista y la influencia de la Cuba socialista. Muchos ex guerrilleros argentinos, de Montoneros y del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) se habían alistado desde comienzos de 1979 en la lucha del FSLN para combatir al dictador Anastasio Somoza.
En noviembre de 1979, la Argentina estaba gobernada por Videla, Viola era el comandante en jefe del Ejército, su jefe de Estado Mayor (EMGE), era el general Guillermo "Pajarito" Súarez Mason; su inmediato inferior en la inteligencia militar, Jefatura Dos (JII) era el general Alberto Alfredo Valín; el jefe del Batallón 601 de Inteligencia militar era el coronel Jorge Alberto Muzzio. El jefe de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) era el general Carlos Alberto Martínez, el hombre de mayor confianza en Inteligencia para Videla, que lo acompañó a subir al poder y que diseñó, junto con Viola y Valín, las operaciones en Centroamérica. El Canciller era el brigadier mayor Carlos Washington Pastor. El responsable de los equipos operativos en Centroamérica- según señalan todos los documentos desclasificados del Departamento de Estado de los EE.UU.- era el coronel José Osvaldo "Balita" Riveiro, jefe de la estación Honduras de los militares argentinos, denominada también Grupo de Tareas Exterior o GTE. Riveiro reportaba directamente a Súarez Mason, por lo que se construía, además, una red secreta dentro de las propias operaciones ya de por sí secretas, con el fin de administrar discrecionalmente los 19 millones de dólares que la CIA aportaría de manera inicial y encubierta para entrenamiento y compra de armas, según analiza una investigación del politólogo Ariel Armony. Había otros nombres, el coronel Mario Davico, que reemplazará a poco de andar a Valín en la JII de inteligencia; y los miembros del Batallón 601, los capitanes Santiago Hoyas, Héctor Ricardo Francés García, el coronel Jorge de la Vega y el contador Leandro Sánchez Reisse y Raúl Guglielminetti, entre otros. El embajador argentino en Honduras para el período fue Arturo Ossorio Arana, al tanto de todas las operaciones paralelas.
Pero la idea de los argentinos de cómo combatir "la subversión comunista" en América Central no era igual, en ese momento, a la de la administración Carter. Los argentinos bregaban por lo que se denominó el Plan Charlie, es decir la constitución de un "ejército panlatinoamericano liderado por la Argentina que desembarcara en El Salvador con la idea de arrinconar a los revolucionarios hacia Honduras donde serían exterminados", según reveló el libro "Malvinas, la trama secreta", de R.Kirschbaum, O. Cardoso y E. van der Kooy. Las operaciones clandestinas ya estaban en marcha, pero se no dejaba de buscar un aval explícito de los Estados Unidos que se traduciría en dinero y armas. El FSLN había ya denunciado que la dictadura de Videla le vendía armas (también Israel) a la guardia nacional somocista. Un documento secreto fechado en junio de 1979 y enviado por la embajada de los EE.UU. en Buenos Aires, a cargo de Raúl Castro, hacia el secretario de Estado de su país, Viron Vaky, en vísperas de la visita a Buenos Aires de la CIDH, revela la obsesión de Viola en que los EE.UU. se decidieran a dar fuerza al Plan Charlie o, en su defecto, a apoyar abiertamente las operaciones clandestinas de los argentinos. Los argentinos consideraban que EE.UU. había abandonado la defensa del hemisferio del comunismo y que ellos debían cumplir ese papel. Castro cuenta el encuentro con Viola, en dos partes. La primera, es esclarecedora de la presión de Carter por los derechos humanos. En la segunda parte, aparece la verdadera preocupación de Viola . "Durante toda la reunión Viola me repitió que su intención al querer verme era hablar de Nicaragua. De hecho, hablamos de Nicaragua. Me dijo que el gobierno argentino (GOA) compartía la opinión nuestra sobre Nicaragua, pero que temía que enviar una fuerza militar de paz no fuera aceptable para los países latinoamericanos. Su razonamiento se refería a que los países latinoamericanos tenían problemas internos y que cada país temía que se estableciera un precedente si se enviaban unidades militares para resolver problemas internos. Viola dijo que el problema nicaragüense no podía resolverse a través del diálogo y requería detener la infiltración de tropas y armas a través de la frontera de Panamá y Costa Rica. Viola dijo que esto se podría hacer sólo con una fuerza militar de paz, pero que la opinión pública argentina nunca lo aceptaría (?). Me pareció que tanteaba la posibilidad o esperaba que yo le diera alguna justificación para enviar una fuerza de paz a Nicaragua, que incluyera a la Argentina." Viola en realidad tanteaba sobre el envío de una fuerza militar. Pero ya no argumentaba en favor de una fuerza legal de paz sino sondeaba la disposición de los EE.UU. para avalar una fuerza paramilitar y clandestina.
Así que en noviembre de 1979, Viola desarrolló en la XIII Conferencia de Ejércitos Americanos en Bogotá su plan de latinoamericanización del modelo terrorista estatal. Según Viola, el éxito obtenido por las Fuerzas Armadas argentinas en su combate contra "la subversión marxista", las habilitaban para exportar la experiencia a otros países de América Latina. Con el triunfo del sandinismo, con miles de guardias nacionales huyendo en masa de la revolución, parecía evidente que la política exterior de los EE.UU. en el último año de Carter cambiaría. En otro memorándum fechado el 15 de febrero de 1980, del Consejo Nacional de Seguridad norteamericano, remitido por Robert Pastor a los miembros del consejo, como Zbigniew Brzezinski, David Aaron y Henry Owen, es evidente que los EE.UU. marchan a una intervención sobre Centroamérica aunque aún buscando vías políticas. "Ha llegado el momento- se dice en el documento-de hacer que este gobierno se mueva de manera eficaz para resolver los problemas de El Salvador y Honduras". El documento abunda en recomendaciones sobre qué hacer en cada país: dividir a la izquierda, neutralizar el golpe de Estado de la derecha, armar un gobierno de centro cívico-militar. Es la visión de comienzos del 80. Una visión que pronto será abandonada ante la radicalización revolucionaria en El Salvador a través del Frente Farabundo Martí, y en Honduras, con la llegada masiva de guardias somocistas y civiles antisandinistas, que pujan por armar una invasión a Nicaragua. De hecho, Videla y Viola deciden dejar en manos de Súarez Mason, y de manera operativa en manos de Valín y Riveiro, el comienzo de la formación del GTE y su desembarco en Honduras, sede principal de operaciones.
El grupo tiene su bautismo de fuego en Bolivia, en julio de 1980 cuando participan avalando el llamado golpe del "narcotráfico" que desplaza a la presidenta Lidia Gueiler y pone en su lugar al general Luis García Meza y al hombre fuerte de su gobierno, el ministro del Interior y acusado de narcotraficante, Luis Arce Gómez, socio del conocido como barón de la droga, Roberto Súarez Levy, uno de los principales traficantes de cocaína del mundo entonces. De ese negocio provendrán parte de los fondos para financiar y enriquecer a los paramilitares argentinos. De la presencia argentina allí y de la coordinación que ya existía da cuenta otro documento de la embajada norteamericana en Buenos Aires. El embajador informa que un oficial de inteligencia de esa delegación se reunió el 16 de junio de 1980 con un oficial del servicio de inteligencia argentino- presumiblemente el general Valín o Davico- y que "el principal tema de conversación fue la situación de Bolivia. La fuente avisó que detuvieron a cuatro argentinos en Perú. Son parte importante de la jerarquía montonera. (...) Que lo hizo el 601 con la colaboración de la inteligencia peruana. Los detenidos (luego se supo de que se trataba entre otros de Carlos Maguid) están en Perú, pero serán trasladados a Bolivia, serán expulsados de Bolivia a la Argentina, donde serán interrogados y luego desaparecerán". Y en el documento, se dice algo más: "la fuente será enviada a Panamá, Costa Rica, Guatemala y San Salvador para analizar la situación país por país e informar al 601." Fue en esos días que Valín viajó a Centroamérica para establecerse allí de manera casi permanente. En la JII lo había reemplazado el general Mario Davico. Y el jefe del Batallón 601 era Muzzio. Es precisamente en agosto de 1980, cuando en Honduras los EE.UU. y la Argentina apoyan el ascenso del durísimo general Gustavo Alvarez Martínez, comandante de la Fuerza de Seguridad Pública (Fusep), la policía política que dependía del Ejército, un militar que había sido colega de Viola y alumno de Videla en el Colegio Militar de la Nación en los tempranos años sesenta. La cúpula militar argentina festejó ese ascenso y presintió el cambio de aire definitivo cuando en octubre de 1980, finalmente, Carter termina autorizando un programa de acción encubierta de la CIA en apoyo de las organizaciones antisandinistas, enviando un millón de dólares para financiar a grupos de prensa, sindicales y políticos dentro de Nicaragua que conspiraban contra el gobierno revolucionario. Según el testimonio dado al Congreso de los EE.UU. en 1987 por un miembro del 601, Leandro Sánchez Reisse, al ser detenido por secuestro, se había instalado entre 1978 y 1981, en Fort Lauderlade, Florida, un negocio encubierto, centro de operaciones del batallón 601 y a través del cual la CIA colaboraba con esa unidad de inteligencia con información y recursos. Lo que confirma que "los argentinos hicieron de la clandestinidad un negocio". Pero, además, que la CIA, pese a los esfuerzos de Carter en reducir su poder, también clandestinamente financiaba a los contras, como los dirigentes nicaragüenses Edgar Chamorro y Sam Dillon. Precisamente a mediados de 1980, el ex director de la CIA, Vernon Walters y un contra nicaragüense Francisco Aguirre se reunieron con Viola, Davico y Valín para coordinar las actividades en la región.
La cruzada argentina
Ya a fines de 1980, se registran acciones de paramilitares entrenados por los argentinos en Guatemala, Costa Rica y dentro de Nicaragua. Cuando Reagan asume la presidencia en enero de 1981, las Fuerzas Armadas argentinas deciden convertirse abiertamente en su fuerza expedicionaria en América Central. El nuevo secretario de Estado estadounidense es Alexander Haig, el nuevo embajador en Buenos Aires es Harry Shlaudeman. En Honduras, desembarca como embajador estadounidense John Negroponte, un halcón de la Guerra Fría. En Buenos Aires, Viola está por asumir como presidente, en marzo de 1981, y su comandante en jefe del Ejército es Galtieri. Davico, Muzzio y Valín son ya la plana mayor de la operación Centroamérica, mientras Riveiro, el coronel Luis J. Arias Duval, el mayor Martín Ciga Correa, y capitanes como Fancés y Hoya son los enlaces e instructores más prominentes del GTE argentino. En El Salvador, en tanto, la guerrilla del Farabundo Martí había comenzado en enero de 1981 una ofensiva militar a gran escala apoyada por el gobierno sandinista. Para Washington, ya no había tiempo que perder.
Un documento secreto fechado un mes después, el 26 de febrero de 1981, dirigido a Haig de parte de Vernon Walters, nombrado a la sazón por Reagan como embajador extraordinario para la guerra en Centroamérica, da cuenta con una precisión hasta ahora desconocida del conocimiento y aval de los EE.UU. a las operaciones clandestinas de los militares argentinos en Honduras y El Salvador. También de cómo Viola usaba ese prestigio de ser un aliado clave para pelear su interna criolla en la junta militar y lograr asegurarse la sucesión de Videla como presidente. Pero, al mismo tiempo, cómo Galtieri ve en la alianza con los EE.UU. la mayor palanca para su futuro político. Y pide hacer más y más coordinación con la CIA. Escribe Walters a Haig- pero vía la embajada en Santiago de Chile, al mejor estilo conspirador- "Durante mi visita al comandante en jefe del ejército, Galtieri, me informó sobre la ayuda argentina a los gobiernos de El Salvador y Honduras. a) Argentina había proporcionado adistramiento de inteligencia a 40 oficiales hondureños a través de 5 a 8 cursos (...) b) El ejército argentino tenía unos cincuenta oficiales operando en la zona del Caribe.; c)Diversos oficiales salvadoreños habían sido entrenados por especialistas argentinos antiguerrilla, d) Argentina estaba dispuesta a hacer más pero debemos tener una reunión para definir quién debe hacer qué cosa. e) Argentina había abierto dos oficinas de agregados militares en Centroamérica. Comentario: El ejército argentino claramente emprendió una importante actividad y haría más. Pidió intercambio regular de información sobre la zona y mantener reuniones para definir exactamente qué es lo que quisiéramos que haga. Todo lo que tenemos que hacer es decirle qué hacer."
Un documento secreto del 3 de marzo de 1981, semanas antes de que Viola fuera ungido Presidente en reemplazo de Videla, el embajador especial de Reagan, Walters informa también vía la embajada en Santiago a su jefe Haig, de las reuniones ocurridas con los comandantes de la junta, da el 26 de febrero con Gatieri, el brigadier Omar Graffigna, el almirante Armando Lambruschini y el general Davico. Walters cuenta que Grafigna lo criticó porque EE.UU. no había hecho a tiempo, como los argentinos, los deberes contrainsurgentes en América Central. Y que con Lambruschini le ocurrió lo mismo que con Graffigna. Que con Galtieri, que estaba acompañado por Davico, el almuerzo fue más distendido. "El insistió en que la Argentina ayudaría de todas las formas posibles.". Walters dijo que Davico "pidió que retomáramos las conferencias de inteligencia y el intercambio de información (...)". Lo más interesante de este documento, sin embargo, no es la ratificación que consigue Walters del alineamiento argentino en Centroamérica, sino la defensa de Galtieri del narco-gobierno boliviano. "Hablamos de Bolivia, y en esto estuvo menos colaborador. Dijo que, si se sacaba a Arce del poder, el régimen no podía durar y que la Argentina no podía tolerar un foco comunista en la frontera. Dijo que venía mucha más droga de Colombia pero como ésta mantenía una fachada democrática nadie se quejaba. (...) Dijo que el régimen de García Meza no podría sobrevivir sin Arce y que, si él se iba, la extrema izquierda tomaría el poder." Galtieri no lo dijo, aunque después se sabría, que estaba defendiendo los narcodólares que financiaban parte de las operaciones clandestinas contrainsurgentes. Walters termina el documento con un comentario que lo muestra feliz por el clima amistoso y franco que vivió. "Supongo fue una retribución por el espíritu sumamente servicial del presidente Videla y de el presidente electo Viola". A esas reuniones lo había acompañado el embajador en Buenos Aires, Shlaudeman.
Lo cierto es que las operaciones clandestinas en Centroamérica en el período en que Galtieri es jefe del ejército, y luego cuando asuma como presidente en diciembre de 1981, tendrán su período más álgido. Los últimos documentos desclasificados de junio del 81 y enero de 1982 a los que tuvo acceso Clarín dan cuenta de las denuncias sobre el tráfico de armas y la entrega de dinero a la contra nicaragüense por parte de Davico- unos 50 mil dólares- y de las denuncias internacionales que la Argentina comienza a recibir por casos de tortura dirigidas por argentinos a hondureños y salvadoreños. Recién un año después de la Guerra de Malvinas, el gobierno de Reagan tomará abiertamente en sus manos la operación en América Central. La CIA reemplazará a sus viejos aliados del batallón 601, dispersados y transformados, en tiempos de Reynaldo Bignone, en los restos agonizantes y corrompidos de esa "gesta internacional" de la dictadura.
Jefes contrainsurgentes
Ariel C. Armony. Profesor y Director del Goldfarb Center, Colby College, Estados Unidos.
El general Gustavo Alvarez Martínez fue el hombre fuerte de Honduras en la coordinación de los proyectos contrarrevolucionarios de la CIA en la región. Se había graduado con honores en la Academia Militar argentina en 1961, y luego en la Escuela de las Américas. Fue comandante de la Fuerza de Seguridad Pública (Fusep). En 1982, fue designado comandante de las fuerzas armadas en Honduras. A partir de entonces se inició en el país "la era de las desapariciones y los cementerios clandestinos". Junto a los militares argentinos, Riveiro y Hoyos y de la CIA organizó el Batallón 3-16, cuerpo de paramilitares clandestinos responsables de ejecuciones y matanzas. En 1984, producto de un golpe interno, fue obligado a salir al exilio. Confesó entonces que "los militares argentinos le habían enseñado a hacer desaparecer gente".
El "método argentino"
"El método argentino" fue el central del terrorismo de estado, que en los años setenta era el sistema difundido en todo el continente. La embajada de los EE.UU. decía en un cable encabezado "The tactic of disappearance"(la táctica de la desaparición): "nos seguirá resultando difícil refutar el "éxito argentino en su guerra no declarada contra el terrorismo y el accionar de la guerrilla paramilitar". Era precisamente ese tipo de experiencia lo que la Argentina transferiría a Centroamérica. El método argentino, como se conoció en Honduras, Nicaragua, Guatemala y El Salvador era la práctica de la desaparición del opositor, la extracción de información bajo la tortura sistemática en cárceles y procedimientos clandestinos, que derivaban en que quienes los ejecutaban quedarían impunes. El "éxito" de estos procedimientos para la contrainsurgencia era su falta de límite moral y humano. En junio de 1983, la Americas Watch, una institución privada estadounidense que se dedica a la defensa de los derechos humanos en todo el mundo, visitó Honduras. En su informe redactó: "El general Gustavo Alvarez Martínez, jefe de las fuerzas armadas hondureñas, públicamente ha defendido el uso del método argentino para enfrentar la amenaza subversiva en América Latina. De hecho Alvarez es responsable de haber traído a Honduras los primeros asesores argentinos, cuando él era comandante de la Fuerza de Seguridad Pública (Fusep)." El "método argentino" dejó miles de desaparecidos en Honduras, Guatemala y El Salvador.
Una historia oscura a ser iluminada
A finales de los años setenta y principios de los ochenta, el régimen militar argentino internacionalizó su aparato represivo en América Latina. La dictadura trasladó su experiencia en contrainsurgencia a otros países de la región como parte de una cruzada hemisférica contra el comunismo. Comenzó su intervenir en Centroamérica durante la guerra civil en Nicaragua (1977-1979). Luego dieron entrenamiento en contrainsurgencia y asistencia militar a El Salvador, Guatemala y Honduras. Además, en un paso clave en el proceso de expansión continental, el régimen militar argentino participó en el golpe de Estado en Bolivia encabezado por Luis García Meza en 1980. La proyección extraterritorial de la dictadura alcanzó su clímax con la organización y entrenamiento de los "contras" nicaragüenses. Los militares argentinos "vendieron" exitosamente este programa contrarrevolucionario al gobierno de Ronald Reagan, para el cual América Central se había convertido en el lugar más peligroso del mundo. Mareados por la soberbia de creerse actores centrales en el mapa geopolítico del hemisferio occidental, los militares argentinos creyeron en 1982 que Estados Unidos pondría la guerra anticomunista por encima de su alianza con Inglaterra en caso de un conflicto armado en Malvinas. La realidad pulverizó los sueños de grandeza de la casta militar. Pocos temas han sido tan estudiados como el de la última dictadura militar argentina, pero la brecha entre lo que sabemos y lo que deberíamos saber sobre aquel período es todavía muy grande. La coordinación represiva que los países sudamericanos establecieron con la creación de la Operación Cóndor y la proyección de la maquinaria de muerte argentina a Centroamérica y Bolivia sugieren que sería más apropiado hablar de una guerra sucia a nivel continental que de conflictos aislados a nivel nacional. Como parte de esta guerra sucia, la Argentina exportó armas, doctrina contrainsurgente y su experiencia en el terrorismo de Estado, desarrollando una extensa red internacional de inteligencia que vinculaba el narcotráfico, la venta ilegal de armas y el lavado de dinero con la guerra anticomunista. En esta guerra la distinción entre combatientes y la población civil se borraba, mientras que las fronteras nacionales se subordinaban a las "fronteras ideológicas" del conflicto este-oeste.
Para los militares argentinos, no bastaba con aniquilar al enemigo en la Argentina misma sino donde se hallara: las barreras entre lo local y lo externo debían desaparecer. Documentos de los EE.UU., de Nicaragua y de la Argentina lo atestiguan.
Contar esta historia es importante para construir una memoria hemisférica que nos permita entender las conexiones entre los distintos proyectos represivos en América Latina, para compartir esfuerzos con otros países de la región en la documentación y reconstrucción de los terribles eventos de aquellos años y para poner frente a la justicia a aquellos individuos responsable por crímenes contra la humanidad. También, por parte de nuestro gobierno, es hora de pedir perdón a otros países latinoamericanos por el papel argentino en la barbarie que ellos tuvieron que sufrir.
* Clarín, 24-3-06. Argentina/Especial: "1976 - 24 de marzo - 2006. A 30 años de la noche más larga.."
** Remitido por Boletín informativo [1] - Red solidaria de la izquierda radical. Año III - 24 de marzo 2006 - Redacción: germain@chasque.net [2]
Fuente:
http://www.espacioalternativo.org/node/1270
Enlaces:
[1] http://listas.chasque.net/mailman/listinfo/boletin-prensa
[2] http://www.espacioalternativo.org/mailto:germain@chasque.net
Argentina: Los secretos de la guerra sucia continental de la dictadura
Publicado el 24/03/2006 - 19:23
María Seoane *
Las operaciones clandestinas en Bolivia, Nicaragua, Honduras, Guatemala, El Salvador. Entre 1978 Y 1984, Videla, Viola y Galtieri exportaron sus técnicas de exterminio. Ahora, se revelan documentos de esa cruzada anticomunista que incluyó tráfico de armas y drogas.
Se trató de la mayor operación secreta a escala continental de la dictadura. Se trató de la Operación Centroamérica, que se desplegó desde 1977 hasta 1984, después de la Guerra de Malvinas, y consistió en la exportación de los métodos de inteligencia y las técnicas de la lucha contrainsurgente, que incluían el uso de la tortura, el secuestro y la desaparición de opositores usados por la dictadura argentina hacia Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala. Ocurrió bajo los gobiernos de los dictadores Jorge Rafael Videla, Roberto Viola y Leopoldo Galtieri. Una serie de documentos desclasificados del Departamento de Estado estadounidense y la entrevista exclusiva realizada por Clarín a Duane Clarridge,el ex jefe de la CIA en esas operaciones, revelan detalles nunca contados. De estos documentos y de esta entrevista se deduce que los militares argentinos desembarcaron en Centroamérica como fuerza legionaria exterior en tanto estaban dispuestos a hacer el trabajo "sucio" que la CIA estaba restringida de hacer al comienzo del gobierno del demócrata James Carter (1977-1981); que presionaron para que los EE.UU. tuvieran un rol más activo en las actividades contrarrevolucionarias y que, al final, se sometieron a su dirección cuando asumió Ronald Reagan (1981-1989) la presidencia estadounidense.
Del vuelo del Cóndor al Charlie
La participación argentina en Centroamérica tuvo su bautismo iniciático en el denominado Plan Cóndor, la alianza represiva de los ejércitos de las dictaduras de la Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia y Paraguay para perseguir más allá de las fronteras a quienes eran considerados enemigos u opositores. Eran tiempos de la Guerra Fría entre los EE.UU. y la Unión Soviética, de un enfrentamiento impiadoso entre capitalismo y comunismo que había desembarcado en América latina. La Doctrina de la Seguridad Nacional (DSN), entonces, alentó los estados terroristas. Se interpretaba que la seguridad del Estado y hemisférica estaba por sobre la seguridad de las personas y que para garantizar esa seguridad no había fronteras nacionales. Lo cierto es que el Plan Cóndor tuvo su esplendor entre 1975 y 1979, pero muchos de los militares argentinos que allí participaron, luego integraron la comitiva que siguió hacia Centroamérica para entrenar a los llamados "contras" - diminutivo de "contrarrevolucionarios"-, ex guardias somocistas nicaragüenses, fugados a Honduras en su mayoría, luego del triunfo de la revolución dirigida por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en julio de 1979. Y, más tarde, para entrenar a los oficiales de los ejércitos de El Salvador y Guatemala para prevenir la extensión de la revolución sandinista y la influencia de la Cuba socialista. Muchos ex guerrilleros argentinos, de Montoneros y del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) se habían alistado desde comienzos de 1979 en la lucha del FSLN para combatir al dictador Anastasio Somoza.
En noviembre de 1979, la Argentina estaba gobernada por Videla, Viola era el comandante en jefe del Ejército, su jefe de Estado Mayor (EMGE), era el general Guillermo "Pajarito" Súarez Mason; su inmediato inferior en la inteligencia militar, Jefatura Dos (JII) era el general Alberto Alfredo Valín; el jefe del Batallón 601 de Inteligencia militar era el coronel Jorge Alberto Muzzio. El jefe de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) era el general Carlos Alberto Martínez, el hombre de mayor confianza en Inteligencia para Videla, que lo acompañó a subir al poder y que diseñó, junto con Viola y Valín, las operaciones en Centroamérica. El Canciller era el brigadier mayor Carlos Washington Pastor. El responsable de los equipos operativos en Centroamérica- según señalan todos los documentos desclasificados del Departamento de Estado de los EE.UU.- era el coronel José Osvaldo "Balita" Riveiro, jefe de la estación Honduras de los militares argentinos, denominada también Grupo de Tareas Exterior o GTE. Riveiro reportaba directamente a Súarez Mason, por lo que se construía, además, una red secreta dentro de las propias operaciones ya de por sí secretas, con el fin de administrar discrecionalmente los 19 millones de dólares que la CIA aportaría de manera inicial y encubierta para entrenamiento y compra de armas, según analiza una investigación del politólogo Ariel Armony. Había otros nombres, el coronel Mario Davico, que reemplazará a poco de andar a Valín en la JII de inteligencia; y los miembros del Batallón 601, los capitanes Santiago Hoyas, Héctor Ricardo Francés García, el coronel Jorge de la Vega y el contador Leandro Sánchez Reisse y Raúl Guglielminetti, entre otros. El embajador argentino en Honduras para el período fue Arturo Ossorio Arana, al tanto de todas las operaciones paralelas.
Pero la idea de los argentinos de cómo combatir "la subversión comunista" en América Central no era igual, en ese momento, a la de la administración Carter. Los argentinos bregaban por lo que se denominó el Plan Charlie, es decir la constitución de un "ejército panlatinoamericano liderado por la Argentina que desembarcara en El Salvador con la idea de arrinconar a los revolucionarios hacia Honduras donde serían exterminados", según reveló el libro "Malvinas, la trama secreta", de R.Kirschbaum, O. Cardoso y E. van der Kooy. Las operaciones clandestinas ya estaban en marcha, pero se no dejaba de buscar un aval explícito de los Estados Unidos que se traduciría en dinero y armas. El FSLN había ya denunciado que la dictadura de Videla le vendía armas (también Israel) a la guardia nacional somocista. Un documento secreto fechado en junio de 1979 y enviado por la embajada de los EE.UU. en Buenos Aires, a cargo de Raúl Castro, hacia el secretario de Estado de su país, Viron Vaky, en vísperas de la visita a Buenos Aires de la CIDH, revela la obsesión de Viola en que los EE.UU. se decidieran a dar fuerza al Plan Charlie o, en su defecto, a apoyar abiertamente las operaciones clandestinas de los argentinos. Los argentinos consideraban que EE.UU. había abandonado la defensa del hemisferio del comunismo y que ellos debían cumplir ese papel. Castro cuenta el encuentro con Viola, en dos partes. La primera, es esclarecedora de la presión de Carter por los derechos humanos. En la segunda parte, aparece la verdadera preocupación de Viola . "Durante toda la reunión Viola me repitió que su intención al querer verme era hablar de Nicaragua. De hecho, hablamos de Nicaragua. Me dijo que el gobierno argentino (GOA) compartía la opinión nuestra sobre Nicaragua, pero que temía que enviar una fuerza militar de paz no fuera aceptable para los países latinoamericanos. Su razonamiento se refería a que los países latinoamericanos tenían problemas internos y que cada país temía que se estableciera un precedente si se enviaban unidades militares para resolver problemas internos. Viola dijo que el problema nicaragüense no podía resolverse a través del diálogo y requería detener la infiltración de tropas y armas a través de la frontera de Panamá y Costa Rica. Viola dijo que esto se podría hacer sólo con una fuerza militar de paz, pero que la opinión pública argentina nunca lo aceptaría (?). Me pareció que tanteaba la posibilidad o esperaba que yo le diera alguna justificación para enviar una fuerza de paz a Nicaragua, que incluyera a la Argentina." Viola en realidad tanteaba sobre el envío de una fuerza militar. Pero ya no argumentaba en favor de una fuerza legal de paz sino sondeaba la disposición de los EE.UU. para avalar una fuerza paramilitar y clandestina.
Así que en noviembre de 1979, Viola desarrolló en la XIII Conferencia de Ejércitos Americanos en Bogotá su plan de latinoamericanización del modelo terrorista estatal. Según Viola, el éxito obtenido por las Fuerzas Armadas argentinas en su combate contra "la subversión marxista", las habilitaban para exportar la experiencia a otros países de América Latina. Con el triunfo del sandinismo, con miles de guardias nacionales huyendo en masa de la revolución, parecía evidente que la política exterior de los EE.UU. en el último año de Carter cambiaría. En otro memorándum fechado el 15 de febrero de 1980, del Consejo Nacional de Seguridad norteamericano, remitido por Robert Pastor a los miembros del consejo, como Zbigniew Brzezinski, David Aaron y Henry Owen, es evidente que los EE.UU. marchan a una intervención sobre Centroamérica aunque aún buscando vías políticas. "Ha llegado el momento- se dice en el documento-de hacer que este gobierno se mueva de manera eficaz para resolver los problemas de El Salvador y Honduras". El documento abunda en recomendaciones sobre qué hacer en cada país: dividir a la izquierda, neutralizar el golpe de Estado de la derecha, armar un gobierno de centro cívico-militar. Es la visión de comienzos del 80. Una visión que pronto será abandonada ante la radicalización revolucionaria en El Salvador a través del Frente Farabundo Martí, y en Honduras, con la llegada masiva de guardias somocistas y civiles antisandinistas, que pujan por armar una invasión a Nicaragua. De hecho, Videla y Viola deciden dejar en manos de Súarez Mason, y de manera operativa en manos de Valín y Riveiro, el comienzo de la formación del GTE y su desembarco en Honduras, sede principal de operaciones.
El grupo tiene su bautismo de fuego en Bolivia, en julio de 1980 cuando participan avalando el llamado golpe del "narcotráfico" que desplaza a la presidenta Lidia Gueiler y pone en su lugar al general Luis García Meza y al hombre fuerte de su gobierno, el ministro del Interior y acusado de narcotraficante, Luis Arce Gómez, socio del conocido como barón de la droga, Roberto Súarez Levy, uno de los principales traficantes de cocaína del mundo entonces. De ese negocio provendrán parte de los fondos para financiar y enriquecer a los paramilitares argentinos. De la presencia argentina allí y de la coordinación que ya existía da cuenta otro documento de la embajada norteamericana en Buenos Aires. El embajador informa que un oficial de inteligencia de esa delegación se reunió el 16 de junio de 1980 con un oficial del servicio de inteligencia argentino- presumiblemente el general Valín o Davico- y que "el principal tema de conversación fue la situación de Bolivia. La fuente avisó que detuvieron a cuatro argentinos en Perú. Son parte importante de la jerarquía montonera. (...) Que lo hizo el 601 con la colaboración de la inteligencia peruana. Los detenidos (luego se supo de que se trataba entre otros de Carlos Maguid) están en Perú, pero serán trasladados a Bolivia, serán expulsados de Bolivia a la Argentina, donde serán interrogados y luego desaparecerán". Y en el documento, se dice algo más: "la fuente será enviada a Panamá, Costa Rica, Guatemala y San Salvador para analizar la situación país por país e informar al 601." Fue en esos días que Valín viajó a Centroamérica para establecerse allí de manera casi permanente. En la JII lo había reemplazado el general Mario Davico. Y el jefe del Batallón 601 era Muzzio. Es precisamente en agosto de 1980, cuando en Honduras los EE.UU. y la Argentina apoyan el ascenso del durísimo general Gustavo Alvarez Martínez, comandante de la Fuerza de Seguridad Pública (Fusep), la policía política que dependía del Ejército, un militar que había sido colega de Viola y alumno de Videla en el Colegio Militar de la Nación en los tempranos años sesenta. La cúpula militar argentina festejó ese ascenso y presintió el cambio de aire definitivo cuando en octubre de 1980, finalmente, Carter termina autorizando un programa de acción encubierta de la CIA en apoyo de las organizaciones antisandinistas, enviando un millón de dólares para financiar a grupos de prensa, sindicales y políticos dentro de Nicaragua que conspiraban contra el gobierno revolucionario. Según el testimonio dado al Congreso de los EE.UU. en 1987 por un miembro del 601, Leandro Sánchez Reisse, al ser detenido por secuestro, se había instalado entre 1978 y 1981, en Fort Lauderlade, Florida, un negocio encubierto, centro de operaciones del batallón 601 y a través del cual la CIA colaboraba con esa unidad de inteligencia con información y recursos. Lo que confirma que "los argentinos hicieron de la clandestinidad un negocio". Pero, además, que la CIA, pese a los esfuerzos de Carter en reducir su poder, también clandestinamente financiaba a los contras, como los dirigentes nicaragüenses Edgar Chamorro y Sam Dillon. Precisamente a mediados de 1980, el ex director de la CIA, Vernon Walters y un contra nicaragüense Francisco Aguirre se reunieron con Viola, Davico y Valín para coordinar las actividades en la región.
La cruzada argentina
Ya a fines de 1980, se registran acciones de paramilitares entrenados por los argentinos en Guatemala, Costa Rica y dentro de Nicaragua. Cuando Reagan asume la presidencia en enero de 1981, las Fuerzas Armadas argentinas deciden convertirse abiertamente en su fuerza expedicionaria en América Central. El nuevo secretario de Estado estadounidense es Alexander Haig, el nuevo embajador en Buenos Aires es Harry Shlaudeman. En Honduras, desembarca como embajador estadounidense John Negroponte, un halcón de la Guerra Fría. En Buenos Aires, Viola está por asumir como presidente, en marzo de 1981, y su comandante en jefe del Ejército es Galtieri. Davico, Muzzio y Valín son ya la plana mayor de la operación Centroamérica, mientras Riveiro, el coronel Luis J. Arias Duval, el mayor Martín Ciga Correa, y capitanes como Fancés y Hoya son los enlaces e instructores más prominentes del GTE argentino. En El Salvador, en tanto, la guerrilla del Farabundo Martí había comenzado en enero de 1981 una ofensiva militar a gran escala apoyada por el gobierno sandinista. Para Washington, ya no había tiempo que perder.
Un documento secreto fechado un mes después, el 26 de febrero de 1981, dirigido a Haig de parte de Vernon Walters, nombrado a la sazón por Reagan como embajador extraordinario para la guerra en Centroamérica, da cuenta con una precisión hasta ahora desconocida del conocimiento y aval de los EE.UU. a las operaciones clandestinas de los militares argentinos en Honduras y El Salvador. También de cómo Viola usaba ese prestigio de ser un aliado clave para pelear su interna criolla en la junta militar y lograr asegurarse la sucesión de Videla como presidente. Pero, al mismo tiempo, cómo Galtieri ve en la alianza con los EE.UU. la mayor palanca para su futuro político. Y pide hacer más y más coordinación con la CIA. Escribe Walters a Haig- pero vía la embajada en Santiago de Chile, al mejor estilo conspirador- "Durante mi visita al comandante en jefe del ejército, Galtieri, me informó sobre la ayuda argentina a los gobiernos de El Salvador y Honduras. a) Argentina había proporcionado adistramiento de inteligencia a 40 oficiales hondureños a través de 5 a 8 cursos (...) b) El ejército argentino tenía unos cincuenta oficiales operando en la zona del Caribe.; c)Diversos oficiales salvadoreños habían sido entrenados por especialistas argentinos antiguerrilla, d) Argentina estaba dispuesta a hacer más pero debemos tener una reunión para definir quién debe hacer qué cosa. e) Argentina había abierto dos oficinas de agregados militares en Centroamérica. Comentario: El ejército argentino claramente emprendió una importante actividad y haría más. Pidió intercambio regular de información sobre la zona y mantener reuniones para definir exactamente qué es lo que quisiéramos que haga. Todo lo que tenemos que hacer es decirle qué hacer."
Un documento secreto del 3 de marzo de 1981, semanas antes de que Viola fuera ungido Presidente en reemplazo de Videla, el embajador especial de Reagan, Walters informa también vía la embajada en Santiago a su jefe Haig, de las reuniones ocurridas con los comandantes de la junta, da el 26 de febrero con Gatieri, el brigadier Omar Graffigna, el almirante Armando Lambruschini y el general Davico. Walters cuenta que Grafigna lo criticó porque EE.UU. no había hecho a tiempo, como los argentinos, los deberes contrainsurgentes en América Central. Y que con Lambruschini le ocurrió lo mismo que con Graffigna. Que con Galtieri, que estaba acompañado por Davico, el almuerzo fue más distendido. "El insistió en que la Argentina ayudaría de todas las formas posibles.". Walters dijo que Davico "pidió que retomáramos las conferencias de inteligencia y el intercambio de información (...)". Lo más interesante de este documento, sin embargo, no es la ratificación que consigue Walters del alineamiento argentino en Centroamérica, sino la defensa de Galtieri del narco-gobierno boliviano. "Hablamos de Bolivia, y en esto estuvo menos colaborador. Dijo que, si se sacaba a Arce del poder, el régimen no podía durar y que la Argentina no podía tolerar un foco comunista en la frontera. Dijo que venía mucha más droga de Colombia pero como ésta mantenía una fachada democrática nadie se quejaba. (...) Dijo que el régimen de García Meza no podría sobrevivir sin Arce y que, si él se iba, la extrema izquierda tomaría el poder." Galtieri no lo dijo, aunque después se sabría, que estaba defendiendo los narcodólares que financiaban parte de las operaciones clandestinas contrainsurgentes. Walters termina el documento con un comentario que lo muestra feliz por el clima amistoso y franco que vivió. "Supongo fue una retribución por el espíritu sumamente servicial del presidente Videla y de el presidente electo Viola". A esas reuniones lo había acompañado el embajador en Buenos Aires, Shlaudeman.
Lo cierto es que las operaciones clandestinas en Centroamérica en el período en que Galtieri es jefe del ejército, y luego cuando asuma como presidente en diciembre de 1981, tendrán su período más álgido. Los últimos documentos desclasificados de junio del 81 y enero de 1982 a los que tuvo acceso Clarín dan cuenta de las denuncias sobre el tráfico de armas y la entrega de dinero a la contra nicaragüense por parte de Davico- unos 50 mil dólares- y de las denuncias internacionales que la Argentina comienza a recibir por casos de tortura dirigidas por argentinos a hondureños y salvadoreños. Recién un año después de la Guerra de Malvinas, el gobierno de Reagan tomará abiertamente en sus manos la operación en América Central. La CIA reemplazará a sus viejos aliados del batallón 601, dispersados y transformados, en tiempos de Reynaldo Bignone, en los restos agonizantes y corrompidos de esa "gesta internacional" de la dictadura.
Jefes contrainsurgentes
Ariel C. Armony. Profesor y Director del Goldfarb Center, Colby College, Estados Unidos.
El general Gustavo Alvarez Martínez fue el hombre fuerte de Honduras en la coordinación de los proyectos contrarrevolucionarios de la CIA en la región. Se había graduado con honores en la Academia Militar argentina en 1961, y luego en la Escuela de las Américas. Fue comandante de la Fuerza de Seguridad Pública (Fusep). En 1982, fue designado comandante de las fuerzas armadas en Honduras. A partir de entonces se inició en el país "la era de las desapariciones y los cementerios clandestinos". Junto a los militares argentinos, Riveiro y Hoyos y de la CIA organizó el Batallón 3-16, cuerpo de paramilitares clandestinos responsables de ejecuciones y matanzas. En 1984, producto de un golpe interno, fue obligado a salir al exilio. Confesó entonces que "los militares argentinos le habían enseñado a hacer desaparecer gente".
El "método argentino"
"El método argentino" fue el central del terrorismo de estado, que en los años setenta era el sistema difundido en todo el continente. La embajada de los EE.UU. decía en un cable encabezado "The tactic of disappearance"(la táctica de la desaparición): "nos seguirá resultando difícil refutar el "éxito argentino en su guerra no declarada contra el terrorismo y el accionar de la guerrilla paramilitar". Era precisamente ese tipo de experiencia lo que la Argentina transferiría a Centroamérica. El método argentino, como se conoció en Honduras, Nicaragua, Guatemala y El Salvador era la práctica de la desaparición del opositor, la extracción de información bajo la tortura sistemática en cárceles y procedimientos clandestinos, que derivaban en que quienes los ejecutaban quedarían impunes. El "éxito" de estos procedimientos para la contrainsurgencia era su falta de límite moral y humano. En junio de 1983, la Americas Watch, una institución privada estadounidense que se dedica a la defensa de los derechos humanos en todo el mundo, visitó Honduras. En su informe redactó: "El general Gustavo Alvarez Martínez, jefe de las fuerzas armadas hondureñas, públicamente ha defendido el uso del método argentino para enfrentar la amenaza subversiva en América Latina. De hecho Alvarez es responsable de haber traído a Honduras los primeros asesores argentinos, cuando él era comandante de la Fuerza de Seguridad Pública (Fusep)." El "método argentino" dejó miles de desaparecidos en Honduras, Guatemala y El Salvador.
Una historia oscura a ser iluminada
A finales de los años setenta y principios de los ochenta, el régimen militar argentino internacionalizó su aparato represivo en América Latina. La dictadura trasladó su experiencia en contrainsurgencia a otros países de la región como parte de una cruzada hemisférica contra el comunismo. Comenzó su intervenir en Centroamérica durante la guerra civil en Nicaragua (1977-1979). Luego dieron entrenamiento en contrainsurgencia y asistencia militar a El Salvador, Guatemala y Honduras. Además, en un paso clave en el proceso de expansión continental, el régimen militar argentino participó en el golpe de Estado en Bolivia encabezado por Luis García Meza en 1980. La proyección extraterritorial de la dictadura alcanzó su clímax con la organización y entrenamiento de los "contras" nicaragüenses. Los militares argentinos "vendieron" exitosamente este programa contrarrevolucionario al gobierno de Ronald Reagan, para el cual América Central se había convertido en el lugar más peligroso del mundo. Mareados por la soberbia de creerse actores centrales en el mapa geopolítico del hemisferio occidental, los militares argentinos creyeron en 1982 que Estados Unidos pondría la guerra anticomunista por encima de su alianza con Inglaterra en caso de un conflicto armado en Malvinas. La realidad pulverizó los sueños de grandeza de la casta militar. Pocos temas han sido tan estudiados como el de la última dictadura militar argentina, pero la brecha entre lo que sabemos y lo que deberíamos saber sobre aquel período es todavía muy grande. La coordinación represiva que los países sudamericanos establecieron con la creación de la Operación Cóndor y la proyección de la maquinaria de muerte argentina a Centroamérica y Bolivia sugieren que sería más apropiado hablar de una guerra sucia a nivel continental que de conflictos aislados a nivel nacional. Como parte de esta guerra sucia, la Argentina exportó armas, doctrina contrainsurgente y su experiencia en el terrorismo de Estado, desarrollando una extensa red internacional de inteligencia que vinculaba el narcotráfico, la venta ilegal de armas y el lavado de dinero con la guerra anticomunista. En esta guerra la distinción entre combatientes y la población civil se borraba, mientras que las fronteras nacionales se subordinaban a las "fronteras ideológicas" del conflicto este-oeste.
Para los militares argentinos, no bastaba con aniquilar al enemigo en la Argentina misma sino donde se hallara: las barreras entre lo local y lo externo debían desaparecer. Documentos de los EE.UU., de Nicaragua y de la Argentina lo atestiguan.
Contar esta historia es importante para construir una memoria hemisférica que nos permita entender las conexiones entre los distintos proyectos represivos en América Latina, para compartir esfuerzos con otros países de la región en la documentación y reconstrucción de los terribles eventos de aquellos años y para poner frente a la justicia a aquellos individuos responsable por crímenes contra la humanidad. También, por parte de nuestro gobierno, es hora de pedir perdón a otros países latinoamericanos por el papel argentino en la barbarie que ellos tuvieron que sufrir.
* Clarín, 24-3-06. Argentina/Especial: "1976 - 24 de marzo - 2006. A 30 años de la noche más larga.."
** Remitido por Boletín informativo [1] - Red solidaria de la izquierda radical. Año III - 24 de marzo 2006 - Redacción: germain@chasque.net [2]
Fuente:
http://www.espacioalternativo.org/node/1270
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[1] http://listas.chasque.net/mailman/listinfo/boletin-prensa
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Nunca Olvidar Siempre Resistir
Nunca Olvidar Siempre Resistir (1976-2008)
En estos tiempos modernos en los q los intereses de la gente estan en cosas comunes y sin valor, no debemos olvidar los temas q realment importar y q marcaron la historia de nuestro pais
La Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, firmada en 1994, lo considera como un delito de lesa humanidad imprescriptible y lo define del siguiente modo:
Se considera desaparición forzada la privación de la libertad a una o más personas, cualquiera que fuere su forma, cometida por agentes del Estado o por personas o grupos de personas que actúen con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la falta de información o de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o de informar sobre el paradero de la persona, con lo cual se impide el ejercicio de los recursos legales y de las garantías procesales pertinentes.
En los años del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983), el gobierno formado por la junta militar impulsó la persecución, el secuestro y el asesinato de manera secreta de personas por motivos políticos y religiosos en el marco de lo que se conoce como la Guerra Sucia en Argentina. Esas prácticas eran comunes a todas las dictaduras de América Latina en el marco de la Operación Cóndor en Sudamérica y la Operación Charlie en Centroamérica.
La razón de que un Estado totalitario recurra a este método se debe a su efecto de supresión de todo derecho: al no existir cuerpo del delito se garantiza la impunidad, el desconocimiento impide a los familiares y la sociedad realizar acciones legales, infunde terror en las víctimas y en la sociedad, y mantiene separados a los ciudadanos en su accionar frente al Estado. La desaparición es lo que vuelve al opositor un homo sacer, es decir unas personas que pueden ser asesinadas impunemente (Agamben,1998).
La táctica militar de hacer desaparecer a los opositores es un método represivo que se basa fundamentalmente en la producción de desconocimiento. Por eso, saber que pasó, recuperar la memoria y exigir la verdad, se volvieron reclamos principales de las víctimas y de las organizaciones de derechos humanos. Una de las consignas que refleja esta preocupación, cantada en las marchas de protesta contra el gobierno militar, decía: "¡¡Los desaparecidos, que digan donde están!!"
La "desaparición" de personas genera una situación de agravamiento de la represión y las heridas, debido a las dificultades para los familiares de "dar por muerto" a sus seres queridos, y eventualmente dar por finalizada la búsqueda de sus restos y la averiguación de lo que realmente les sucedió.
La desaparición de personas como método represivo fue introducida en la Argentina por la escuela militar francesa desde los últimos años de la década del '50, transmitiendo las tácticas militares que habían utilizado y perfeccionado durante la guerra de independencia de Argelia. A partir de la década del '60 se generalizó a través de la Escuela de las Américas.
El propio general Videla argumentaba en un reportaje realizado por la periodista María Seoane:
No, no se podía fusilar. Pongamos un número, pongamos cinco mil. La sociedad argentina, cambiante, traicionera, no se hubiere bancado los fusilamientos: ayer dos en Buenos Aires, hoy seis en Córdoba, mañana cuatro en Rosario, y así hasta cinco mil, 10 mil, 30 mil. No había otra manera. Había que desaparecerlos. Es lo que enseñaban los manuales de la represión en Argelia, en Vietnam. Estuvimos todos de acuerdo. ¿Dar a conocer dónde están los restos? Pero ¿qué es lo que podíamos señalar? ¿El mar, el Río de la Plata, el Riachuelo? Se pensó, en su momento, dar a conocer las listas. Pero luego se planteó: si se dan por muertos, enseguida vienen las preguntas que no se pueden responder: quién mató, dónde, cómo.[6]
Decía el general Videla en la televisión norteamericana el 14 de septiembre de 1977:
Debemos aceptar como una realidad que en la Argentina hay personas desaparecidas. El problema no está en asegurar o negar esa realidad, sino en saber las razones por las cuales estas personas han desaparecido. Hay varias razones esenciales: han desaparecido por pasar a la clandestinidad y sumarse a la subversión; han desaparecido porque la subversión las eliminó por considerarlas traidoras a su causa; han desaparecido porque en un enfrentamiento, donde ha habido incendios y explosiones, el cadáver fue mutilado hasta resultar irreconocible. Y acepto que puede haber desaparecidos por excesos cometidos durante la represión. Esta es nuestra responsabilidad; las otras alternativas no las gobernamos nosotros. Y es de esta última de la que nos hacemos responsables: el gobierno ha puesto su mayor empeño para evitar que esos casos puedan repetirse.
Existe también una histórica declaración de Videla, transcripta por Clarín el 14 de diciembre de 1979:.
¿Qué es un desaparecido? En cuanto éste como tal, es una incógnita el desaparecido. Si reapareciera tendría un tratamiento X, y si la desaparición se convirtiera en certeza de su fallecimiento tendría un tratamiento Z. Pero mientras sea desaparecido no puede tener ningún tratamiento especial, es una incógnita, es un desaparecido, no tiene entidad, no está, ni muerto ni vivo, está desaparecido. (oír grabación)
Los operativos de detención eran realizados comúnmente por militares o paramilitares fuertemente armados que se movían en automóviles en grupos de entre cuatro o cinco personas. Previamente, acordaban con las fuerzas de seguridad la liberación de la zona donde iban a actuar. Atrapaban a las víctimas en la calle, en bares, cines, en sus casas o en el lugar donde se encontraran en ese momento.
Una vez detenidos eran trasladados a un centro clandestino de detención (se estima que funcionaron hasta 610[7] ) donde se los interrogaba mediante un régimen de tortura sistemática. Finalmente, en la mayoría de los casos, fueron asesinados y sus cuerpos hechos desaparecer mediante los denominados vuelos de la muerte, sepultados en fosas comunes, o como N.N.
Durante los primeros años, si bien los medios habían pactado no dar información sobre lo que estaba ocurriendo, a veces se publicaban noticias sobre la detención de personas o la aparición de cadáveres.
Habrían sido secuestradas tres personas en la ciudad de Luján. Además, habrían sido violados los domicilios del abogado Raúl Castro y del estudiante José Luis Caldú. Los hechos habríanse perpretado entre las 21 del martes y las 3 del miércoles por un grupo de entre 10 y 12 desconocidos que se identificaron como integrantes de un grupo comando.[8]
Aparecen tres cuerpos en la costa uruguaya del Río de la Plata, frente a la ciudad de Juan Lacaze. Estaban atados de pies y manos y con signos de haber sido torturados y golpeados. Se han hallado 17 desde el 22 de abril, generalmente mutilados y desnudos.[9]
Es secuestrada una joven frente a la Facultad de Ciencias Médicas de La Plata, cuando se hallaba con otras muchas personas esperando el microómnibus en la parada de Paseo del Bosque. En esa oportunidad descendieron de un automóvil Torino tres de sus cuatro ocupantes, quienes tomaron a la muchacha. Esta comenzó a dar gritos de auxilio y alcanzó a asirse de una columna de alumbrado público. Varios de los que presenciaban la escena se aprestaron a intervenir, ante lo cual los tres secuestradores los amedrentaron, extrayendo armas de fuego y efectuando varios tiros al aire. Seguidamente introdujeron a la chica en el vehículo y partieron velozmente. En el lugar, según algunos testigos, se le cayó a uno de los secuestradores una credencial de suboficial de policía, que posteriormente fue entregada a las autoridades para la verificación de su autenticidad.
[10]
Las detenciones las llevaban a cabo las fuerzas militares y policiales, a veces con colaboración activa de funcionarios civiles o de las autoridades de las empresas, colegios o universidades a las que pertenecían las víctimas. Ningún organismo brindaba información sobre el paradero de las víctimas a los familiares. Los jueces no deban curso a los habeas corpus presentados y en muchos casos, los abogados que presentaban esos recursos resultaban ellos mismos desaparecidos.
Según una investigación llevada a cabo en 1984, por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas CONADEP, creada al final de la dictadura por el gobierno constitucional de Raúl Alfonsín, el número de desaparecidos —de acuerdo a la cantidad de denuncias judiciales presentadas por víctimas y familiares— rondaría las 9.000 personas , pero grupos defensores de los derechos humanos como las Madres de Plaza de Mayo y el Servicio Paz y Justicia, estiman que hubo 30.000 desaparecidos. Un informe de la inteligencia chilena estimaba el número de desaparecidos en 22.000 personas en 1978, según un informe de los EEUU . Hasta 2003 la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación Argentina tenía registrados 13.000 casos [4].
El Informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas", CONADEP, pone de manifiesto que la mayoría de las víctimas eran jóvenes menores de 35 años, de profesión obrero o estudiante, y que fueron detenidos preferentemente en su domicilio durante la noche.
En 2006, a 30 años del golpe de estado, todavía hay muchos familiares siguen sin saber qué fue de ellos, y grupos como Abuelas de Plaza de Mayo y Madres de Plaza de Mayo se dedican a buscar a sus nietos, hijos de desaparecidos, que fueron robados y criados por otras familias, en muchos casos, de los mismos militares que torturaban a sus padres.
El 4 de Agosto de 2006 se condenó por primera vez a un responsable directo de las desapariciones. Se trata del ex suboficial de la Policía Federal Argentina Julio Simón, también conocido como "Turco Julián", que fue condenado a 25 años de prisión [5]. Simón había sido beneficiado por la Ley de Punto Final y la Ley de Obediencia Debida, las cuales evitaron el inicio de juicios a ex represor
Numerosas obras artísticas han tomado como tema central la desaparición forzada de personas en Argentina. A continuación se realiza una breve lista de algunas de las más destacadas:
Dinosaurios (1983), conocida canción del músico argentino Charly García publicada en su álbum Clics Modernos[11] .
Preso sin nombre, celda sin número (1982), libro de Jacobo Timerman sobre su propia desaparición en los centros clandestinos de detención de la dictadura argentina de 1976-1983.
Proteo (1979), novela de Morris West[12]
Otras obras artísticas mencionan la desaparición forzada en otros lugares del mundo.
They Dance Alone (1988), canción escrita por el músico británico Sting, centrada principalmente en las madres de los desaparecidos chilenos.
Desapariciones (1984), escrita por el músico panameño Rubén Blades, la canción no referencia puntualmente a la situación política/geográfica, fue escrita en referencia a los casos de desapariciones en Panamá, pero fue interpretada por la banda argentina Los Fabulosos Cadillacs con enorme suceso.
Y SIGUE PASANDO EN "DEMOCRACIA" NO OLVIDEMOS A JULIO LOPEZ
En estos tiempos modernos en los q los intereses de la gente estan en cosas comunes y sin valor, no debemos olvidar los temas q realment importar y q marcaron la historia de nuestro pais
La Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, firmada en 1994, lo considera como un delito de lesa humanidad imprescriptible y lo define del siguiente modo:
Se considera desaparición forzada la privación de la libertad a una o más personas, cualquiera que fuere su forma, cometida por agentes del Estado o por personas o grupos de personas que actúen con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la falta de información o de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o de informar sobre el paradero de la persona, con lo cual se impide el ejercicio de los recursos legales y de las garantías procesales pertinentes.
En los años del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983), el gobierno formado por la junta militar impulsó la persecución, el secuestro y el asesinato de manera secreta de personas por motivos políticos y religiosos en el marco de lo que se conoce como la Guerra Sucia en Argentina. Esas prácticas eran comunes a todas las dictaduras de América Latina en el marco de la Operación Cóndor en Sudamérica y la Operación Charlie en Centroamérica.
La razón de que un Estado totalitario recurra a este método se debe a su efecto de supresión de todo derecho: al no existir cuerpo del delito se garantiza la impunidad, el desconocimiento impide a los familiares y la sociedad realizar acciones legales, infunde terror en las víctimas y en la sociedad, y mantiene separados a los ciudadanos en su accionar frente al Estado. La desaparición es lo que vuelve al opositor un homo sacer, es decir unas personas que pueden ser asesinadas impunemente (Agamben,1998).
La táctica militar de hacer desaparecer a los opositores es un método represivo que se basa fundamentalmente en la producción de desconocimiento. Por eso, saber que pasó, recuperar la memoria y exigir la verdad, se volvieron reclamos principales de las víctimas y de las organizaciones de derechos humanos. Una de las consignas que refleja esta preocupación, cantada en las marchas de protesta contra el gobierno militar, decía: "¡¡Los desaparecidos, que digan donde están!!"
La "desaparición" de personas genera una situación de agravamiento de la represión y las heridas, debido a las dificultades para los familiares de "dar por muerto" a sus seres queridos, y eventualmente dar por finalizada la búsqueda de sus restos y la averiguación de lo que realmente les sucedió.
La desaparición de personas como método represivo fue introducida en la Argentina por la escuela militar francesa desde los últimos años de la década del '50, transmitiendo las tácticas militares que habían utilizado y perfeccionado durante la guerra de independencia de Argelia. A partir de la década del '60 se generalizó a través de la Escuela de las Américas.
El propio general Videla argumentaba en un reportaje realizado por la periodista María Seoane:
No, no se podía fusilar. Pongamos un número, pongamos cinco mil. La sociedad argentina, cambiante, traicionera, no se hubiere bancado los fusilamientos: ayer dos en Buenos Aires, hoy seis en Córdoba, mañana cuatro en Rosario, y así hasta cinco mil, 10 mil, 30 mil. No había otra manera. Había que desaparecerlos. Es lo que enseñaban los manuales de la represión en Argelia, en Vietnam. Estuvimos todos de acuerdo. ¿Dar a conocer dónde están los restos? Pero ¿qué es lo que podíamos señalar? ¿El mar, el Río de la Plata, el Riachuelo? Se pensó, en su momento, dar a conocer las listas. Pero luego se planteó: si se dan por muertos, enseguida vienen las preguntas que no se pueden responder: quién mató, dónde, cómo.[6]
Decía el general Videla en la televisión norteamericana el 14 de septiembre de 1977:
Debemos aceptar como una realidad que en la Argentina hay personas desaparecidas. El problema no está en asegurar o negar esa realidad, sino en saber las razones por las cuales estas personas han desaparecido. Hay varias razones esenciales: han desaparecido por pasar a la clandestinidad y sumarse a la subversión; han desaparecido porque la subversión las eliminó por considerarlas traidoras a su causa; han desaparecido porque en un enfrentamiento, donde ha habido incendios y explosiones, el cadáver fue mutilado hasta resultar irreconocible. Y acepto que puede haber desaparecidos por excesos cometidos durante la represión. Esta es nuestra responsabilidad; las otras alternativas no las gobernamos nosotros. Y es de esta última de la que nos hacemos responsables: el gobierno ha puesto su mayor empeño para evitar que esos casos puedan repetirse.
Existe también una histórica declaración de Videla, transcripta por Clarín el 14 de diciembre de 1979:.
¿Qué es un desaparecido? En cuanto éste como tal, es una incógnita el desaparecido. Si reapareciera tendría un tratamiento X, y si la desaparición se convirtiera en certeza de su fallecimiento tendría un tratamiento Z. Pero mientras sea desaparecido no puede tener ningún tratamiento especial, es una incógnita, es un desaparecido, no tiene entidad, no está, ni muerto ni vivo, está desaparecido. (oír grabación)
Los operativos de detención eran realizados comúnmente por militares o paramilitares fuertemente armados que se movían en automóviles en grupos de entre cuatro o cinco personas. Previamente, acordaban con las fuerzas de seguridad la liberación de la zona donde iban a actuar. Atrapaban a las víctimas en la calle, en bares, cines, en sus casas o en el lugar donde se encontraran en ese momento.
Una vez detenidos eran trasladados a un centro clandestino de detención (se estima que funcionaron hasta 610[7] ) donde se los interrogaba mediante un régimen de tortura sistemática. Finalmente, en la mayoría de los casos, fueron asesinados y sus cuerpos hechos desaparecer mediante los denominados vuelos de la muerte, sepultados en fosas comunes, o como N.N.
Durante los primeros años, si bien los medios habían pactado no dar información sobre lo que estaba ocurriendo, a veces se publicaban noticias sobre la detención de personas o la aparición de cadáveres.
Habrían sido secuestradas tres personas en la ciudad de Luján. Además, habrían sido violados los domicilios del abogado Raúl Castro y del estudiante José Luis Caldú. Los hechos habríanse perpretado entre las 21 del martes y las 3 del miércoles por un grupo de entre 10 y 12 desconocidos que se identificaron como integrantes de un grupo comando.[8]
Aparecen tres cuerpos en la costa uruguaya del Río de la Plata, frente a la ciudad de Juan Lacaze. Estaban atados de pies y manos y con signos de haber sido torturados y golpeados. Se han hallado 17 desde el 22 de abril, generalmente mutilados y desnudos.[9]
Es secuestrada una joven frente a la Facultad de Ciencias Médicas de La Plata, cuando se hallaba con otras muchas personas esperando el microómnibus en la parada de Paseo del Bosque. En esa oportunidad descendieron de un automóvil Torino tres de sus cuatro ocupantes, quienes tomaron a la muchacha. Esta comenzó a dar gritos de auxilio y alcanzó a asirse de una columna de alumbrado público. Varios de los que presenciaban la escena se aprestaron a intervenir, ante lo cual los tres secuestradores los amedrentaron, extrayendo armas de fuego y efectuando varios tiros al aire. Seguidamente introdujeron a la chica en el vehículo y partieron velozmente. En el lugar, según algunos testigos, se le cayó a uno de los secuestradores una credencial de suboficial de policía, que posteriormente fue entregada a las autoridades para la verificación de su autenticidad.
[10]
Las detenciones las llevaban a cabo las fuerzas militares y policiales, a veces con colaboración activa de funcionarios civiles o de las autoridades de las empresas, colegios o universidades a las que pertenecían las víctimas. Ningún organismo brindaba información sobre el paradero de las víctimas a los familiares. Los jueces no deban curso a los habeas corpus presentados y en muchos casos, los abogados que presentaban esos recursos resultaban ellos mismos desaparecidos.
Según una investigación llevada a cabo en 1984, por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas CONADEP, creada al final de la dictadura por el gobierno constitucional de Raúl Alfonsín, el número de desaparecidos —de acuerdo a la cantidad de denuncias judiciales presentadas por víctimas y familiares— rondaría las 9.000 personas , pero grupos defensores de los derechos humanos como las Madres de Plaza de Mayo y el Servicio Paz y Justicia, estiman que hubo 30.000 desaparecidos. Un informe de la inteligencia chilena estimaba el número de desaparecidos en 22.000 personas en 1978, según un informe de los EEUU . Hasta 2003 la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación Argentina tenía registrados 13.000 casos [4].
El Informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas", CONADEP, pone de manifiesto que la mayoría de las víctimas eran jóvenes menores de 35 años, de profesión obrero o estudiante, y que fueron detenidos preferentemente en su domicilio durante la noche.
En 2006, a 30 años del golpe de estado, todavía hay muchos familiares siguen sin saber qué fue de ellos, y grupos como Abuelas de Plaza de Mayo y Madres de Plaza de Mayo se dedican a buscar a sus nietos, hijos de desaparecidos, que fueron robados y criados por otras familias, en muchos casos, de los mismos militares que torturaban a sus padres.
El 4 de Agosto de 2006 se condenó por primera vez a un responsable directo de las desapariciones. Se trata del ex suboficial de la Policía Federal Argentina Julio Simón, también conocido como "Turco Julián", que fue condenado a 25 años de prisión [5]. Simón había sido beneficiado por la Ley de Punto Final y la Ley de Obediencia Debida, las cuales evitaron el inicio de juicios a ex represor
Numerosas obras artísticas han tomado como tema central la desaparición forzada de personas en Argentina. A continuación se realiza una breve lista de algunas de las más destacadas:
Dinosaurios (1983), conocida canción del músico argentino Charly García publicada en su álbum Clics Modernos[11] .
Preso sin nombre, celda sin número (1982), libro de Jacobo Timerman sobre su propia desaparición en los centros clandestinos de detención de la dictadura argentina de 1976-1983.
Proteo (1979), novela de Morris West[12]
Otras obras artísticas mencionan la desaparición forzada en otros lugares del mundo.
They Dance Alone (1988), canción escrita por el músico británico Sting, centrada principalmente en las madres de los desaparecidos chilenos.
Desapariciones (1984), escrita por el músico panameño Rubén Blades, la canción no referencia puntualmente a la situación política/geográfica, fue escrita en referencia a los casos de desapariciones en Panamá, pero fue interpretada por la banda argentina Los Fabulosos Cadillacs con enorme suceso.
Y SIGUE PASANDO EN "DEMOCRACIA" NO OLVIDEMOS A JULIO LOPEZ
Paseo Militar argentino por Centroamerica
Operación Charly:
La Operación Charly es el nombre clave con el que fue conocida una operación militar clandestina del Ejército Argentino en acuerdo con las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, para implementar en América Central los métodos represivos ilegales utilizados en la guerra sucia en Argentina
Tabla de contenidos
[ocultar]
* 1 La exportación del método argentino a Centroamérica
* 2 Referencias
* 3 Bibliografía
* 4 Véase también
La exportación del método argentino a Centroamérica [editar]
A partir de 1979 el régimen militar argentino se comprometió activamente en desarrollar la guerra sucia en Centroamérica, capacitando a fuerzas militares y paramilitares de contrainsurgencia en Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, y exportando la experiencia argentina.
Los militares argentinos comenzaron a realizar operaciones encubiertas que la CIA ya no podía realizar bajo la administración demócrata del presidente James E. Carter y en sintonía con los grupos más conservadores norteamericanos, comenzaron a proclamar que Estados Unidos había dejado inerme al hemisferio frente al comunismo y que ellos debían cumplir ese papel.[1]
El Operativo Centroamérica fue ejecutado a partir del grupo de militares que ya actuaban en la Operación Cóndor. La periodista norteamericana Martha Honey sostiene en su libro sobre la política norteamericana en Centroamérica que:
Habiendo perfeccionado brutalmente las técnicas de control social en su país, las fuerzas armadas argentinas estaban listas hacia 1980 para exportar estas habilidades para ayudar a vencer la insurgencia comunista en El Salvador y Guatemala y detener a los sandinistas en Nicaragua".[2]
Graffiti en Nicaragua, 1980.
Graffiti en Nicaragua, 1980.
En 1979, se produjo el triunfo del Frente Sandinista en Nicaragua. Ese mismo año, en noviembre, el presidente de la Junta Militar argentina, el general Viola, expuso ante la XIII Conferencia de Ejércitos Americanos realizada en Bogotá, un plan de latinoamericanización del modelo terrorista estatal.
Pero será fundamentalmente el general Galtieri quien, en consonancia con el triunfo de Ronald Reagan en Estados Unidos, llevaría a la Argentina a comprometerse plenamente en la Guerra Sucia Centroamericana, bajo los lineamientos estratégicos norteamericanos. Galtieri presentaba como un valor su capacidad para llevar la guerra sucia hasta las últimas consecuencias tanto militar, como política y culturalmente.
La pieza central del plan de Reagan para América Central fue el pacto con la Junta Militar argentina. Leslie Gelb, periodista del New York Times explica:
Por el pacto, la Argentina sería responsable, con fondos e inteligencia norteamericanos, de atacar el flujo de pertrechos que iban a través de Nicaragua a El Salvador y Guatemala".[3]
Las actividades encubiertas fueron distribuidas de acuerdo al siguiente esquema: Estados Unidos aportaba el dinero y el equipo necesario; Argentina enviaba instructores con experiencia en la guerra sucia propia; y Honduras permitía el uso de su territorio para entrenamiento de los contras y las bases de ataque a Nicaragua. El nombre en código utilizado fue Operación Charlie.
La guerra sucia en Centroamérica y el apoyo norteamericano fortaleció internamente al general Galtieri, quien en diciembre de 1981, en un golpe palaciego, desplazó del poder al general Viola, cuestionado al igual que Videla, por las buenas relaciones que la dictadura militar argentina había mantenido hasta entonces con la Unión Soviética. En ese contexto, pocos días antes de asumir como presidente de la Junta Militar, Galtieri expuso en un corto discurso pronunciado en Miami, la decisión del gobierno militar argentino de constituirse en un aliado incondicional de Estados Unidos en la lucha mundial contra el comunismo:
La Argentina y los EE.UU. marcharán juntas en la guerra ideológica que está comenzando en el mundo"[4]
Paradójicamente, en un acto nunca debidamente aclarado, fue Galtieri quién pocos meses después, el 2 de abril de 1982, invadió las Islas Malvinas bajo dominio de Gran Bretaña, principal aliado de los EEUU, gobernada además por Margaret Thatcher quien por entonces constituía una socia estratégica del presidente Reagan.
A partir de 1979 los militares argentinos establecieron centros de actividad militar encubierta en Panamá, Costa Rica, El Salvador, Honduras y Guatemala, y Nicaragua. En Honduras, por ejemplo, los escuadrones de la muerte que comenzaron a actuar en 1980, eran atribuidos a la importación del «método argentino».[5]
A principios de 1982 Estados Unidos y la dictadura argentina planearon la creación de un gran ejército latinoamericano, que sería liderado por un militar argentino, con el objetivo inicial de desembarcar en El Salvador y empujar a los revolucionarios hacia Honduras donde serían exterminados, para luego invadir Nicaragua y aniquilar a los sandinistas. La operación sería amparada por un rediseño del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).
Los militares y agentes argentinos se volvieron notablemente visibles a partir de 1981 en toda Centroamérica. Ya durante la Guerra de las Malvinas (que marcó el final de la sociedad entre los militares argentinos y los sectores duros de EEUU) se produjo el escándalo internacional del agente argentino Francés García, cuyo verdadero nombre era Estanislao Valdéz, ex represor del Campito, establecido en Costa Rica, secuestrado aparentemente por los grupos sandinistas y luego desaparecido, al aparecer en un extenso vídeo por TV explicando con lujo de detalles las operaciones encubiertas de argentinos y norteamericanos en Centroamérica. Honey cuenta que Valdez era calificado por los militares centroamericanos, con cierta admiración, de tener “una mentalidad gorila completamente criminal”.[6]
La invasión de las Malvinas puso fin a la intervención argentina en Centroamérica, pero la Guerra Sucia en la región continuó hasta bien entrados los años '90 con un saldo de cientos de miles de desaparecidos.
La Operación Charly es el nombre clave con el que fue conocida una operación militar clandestina del Ejército Argentino en acuerdo con las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, para implementar en América Central los métodos represivos ilegales utilizados en la guerra sucia en Argentina
Tabla de contenidos
[ocultar]
* 1 La exportación del método argentino a Centroamérica
* 2 Referencias
* 3 Bibliografía
* 4 Véase también
La exportación del método argentino a Centroamérica [editar]
A partir de 1979 el régimen militar argentino se comprometió activamente en desarrollar la guerra sucia en Centroamérica, capacitando a fuerzas militares y paramilitares de contrainsurgencia en Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, y exportando la experiencia argentina.
Los militares argentinos comenzaron a realizar operaciones encubiertas que la CIA ya no podía realizar bajo la administración demócrata del presidente James E. Carter y en sintonía con los grupos más conservadores norteamericanos, comenzaron a proclamar que Estados Unidos había dejado inerme al hemisferio frente al comunismo y que ellos debían cumplir ese papel.[1]
El Operativo Centroamérica fue ejecutado a partir del grupo de militares que ya actuaban en la Operación Cóndor. La periodista norteamericana Martha Honey sostiene en su libro sobre la política norteamericana en Centroamérica que:
Habiendo perfeccionado brutalmente las técnicas de control social en su país, las fuerzas armadas argentinas estaban listas hacia 1980 para exportar estas habilidades para ayudar a vencer la insurgencia comunista en El Salvador y Guatemala y detener a los sandinistas en Nicaragua".[2]
Graffiti en Nicaragua, 1980.
Graffiti en Nicaragua, 1980.
En 1979, se produjo el triunfo del Frente Sandinista en Nicaragua. Ese mismo año, en noviembre, el presidente de la Junta Militar argentina, el general Viola, expuso ante la XIII Conferencia de Ejércitos Americanos realizada en Bogotá, un plan de latinoamericanización del modelo terrorista estatal.
Pero será fundamentalmente el general Galtieri quien, en consonancia con el triunfo de Ronald Reagan en Estados Unidos, llevaría a la Argentina a comprometerse plenamente en la Guerra Sucia Centroamericana, bajo los lineamientos estratégicos norteamericanos. Galtieri presentaba como un valor su capacidad para llevar la guerra sucia hasta las últimas consecuencias tanto militar, como política y culturalmente.
La pieza central del plan de Reagan para América Central fue el pacto con la Junta Militar argentina. Leslie Gelb, periodista del New York Times explica:
Por el pacto, la Argentina sería responsable, con fondos e inteligencia norteamericanos, de atacar el flujo de pertrechos que iban a través de Nicaragua a El Salvador y Guatemala".[3]
Las actividades encubiertas fueron distribuidas de acuerdo al siguiente esquema: Estados Unidos aportaba el dinero y el equipo necesario; Argentina enviaba instructores con experiencia en la guerra sucia propia; y Honduras permitía el uso de su territorio para entrenamiento de los contras y las bases de ataque a Nicaragua. El nombre en código utilizado fue Operación Charlie.
La guerra sucia en Centroamérica y el apoyo norteamericano fortaleció internamente al general Galtieri, quien en diciembre de 1981, en un golpe palaciego, desplazó del poder al general Viola, cuestionado al igual que Videla, por las buenas relaciones que la dictadura militar argentina había mantenido hasta entonces con la Unión Soviética. En ese contexto, pocos días antes de asumir como presidente de la Junta Militar, Galtieri expuso en un corto discurso pronunciado en Miami, la decisión del gobierno militar argentino de constituirse en un aliado incondicional de Estados Unidos en la lucha mundial contra el comunismo:
La Argentina y los EE.UU. marcharán juntas en la guerra ideológica que está comenzando en el mundo"[4]
Paradójicamente, en un acto nunca debidamente aclarado, fue Galtieri quién pocos meses después, el 2 de abril de 1982, invadió las Islas Malvinas bajo dominio de Gran Bretaña, principal aliado de los EEUU, gobernada además por Margaret Thatcher quien por entonces constituía una socia estratégica del presidente Reagan.
A partir de 1979 los militares argentinos establecieron centros de actividad militar encubierta en Panamá, Costa Rica, El Salvador, Honduras y Guatemala, y Nicaragua. En Honduras, por ejemplo, los escuadrones de la muerte que comenzaron a actuar en 1980, eran atribuidos a la importación del «método argentino».[5]
A principios de 1982 Estados Unidos y la dictadura argentina planearon la creación de un gran ejército latinoamericano, que sería liderado por un militar argentino, con el objetivo inicial de desembarcar en El Salvador y empujar a los revolucionarios hacia Honduras donde serían exterminados, para luego invadir Nicaragua y aniquilar a los sandinistas. La operación sería amparada por un rediseño del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).
Los militares y agentes argentinos se volvieron notablemente visibles a partir de 1981 en toda Centroamérica. Ya durante la Guerra de las Malvinas (que marcó el final de la sociedad entre los militares argentinos y los sectores duros de EEUU) se produjo el escándalo internacional del agente argentino Francés García, cuyo verdadero nombre era Estanislao Valdéz, ex represor del Campito, establecido en Costa Rica, secuestrado aparentemente por los grupos sandinistas y luego desaparecido, al aparecer en un extenso vídeo por TV explicando con lujo de detalles las operaciones encubiertas de argentinos y norteamericanos en Centroamérica. Honey cuenta que Valdez era calificado por los militares centroamericanos, con cierta admiración, de tener “una mentalidad gorila completamente criminal”.[6]
La invasión de las Malvinas puso fin a la intervención argentina en Centroamérica, pero la Guerra Sucia en la región continuó hasta bien entrados los años '90 con un saldo de cientos de miles de desaparecidos.
colaboracionismo en la operacion charly
Edificios utilizados por la Escuela de las Américas en Panamá
La Operación Charly es el nombre clave con el que fue conocida una operación militar clandestina del Ejército Argentino en acuerdo con las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, para implementar en América Central los métodos represivos ilegales utilizados en la guerra sucia en Argentina
Tabla de contenidos
* 1 La exportación del método argentino a Centroamérica
* 2 Referencias
* 3 Bibliografía
* 4 Véase también
[ La exportación del método argentino a Centroamérica
A partir de 1979 el régimen militar argentino se comprometió activamente en desarrollar la guerra sucia en Centroamérica, capacitando a fuerzas militares y paramilitares de contrainsurgencia en Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, y exportando la experiencia argentina.
Los militares argentinos comenzaron a realizar operaciones encubiertas que la CIA ya no podía realizar bajo la administración demócrata del presidente James E. Carter y en sintonía con los grupos más conservadores norteamericanos, comenzaron a proclamar que Estados Unidos había dejado inerme al hemisferio frente al comunismo y que ellos debían cumplir ese papel.[1]
El Operativo Centroamérica fue ejecutado a partir del grupo de militares que ya actuaban en la Operación Cóndor. La periodista norteamericana Martha Honey sostiene en su libro sobre la política norteamericana en Centroamérica que:
Habiendo perfeccionado brutalmente las técnicas de control social en su país, las fuerzas armadas argentinas estaban listas hacia 1980 para exportar estas habilidades para ayudar a vencer la insurgencia comunista en El Salvador y Guatemala y detener a los sandinistas en Nicaragua".[2]
Graffiti en Nicaragua, 1980.
Graffiti en Nicaragua, 1980.
En 1979, se produjo el triunfo del Frente Sandinista en Nicaragua. Ese mismo año, en noviembre, el presidente de la Junta Militar argentina, el general Viola, expuso ante la XIII Conferencia de Ejércitos Americanos realizada en Bogotá, un plan de latinoamericanización del modelo terrorista estatal.
Pero será fundamentalmente el general Galtieri quien, en consonancia con el triunfo de Ronald Reagan en Estados Unidos, llevaría a la Argentina a comprometerse plenamente en la Guerra Sucia Centroamericana, bajo los lineamientos estratégicos norteamericanos. Galtieri presentaba como un valor su capacidad para llevar la guerra sucia hasta las últimas consecuencias tanto militar, como política y culturalmente.
La pieza central del plan de Reagan para América Central fue el pacto con la Junta Militar argentina. Leslie Gelb, periodista del New York Times explica:
Por el pacto, la Argentina sería responsable, con fondos e inteligencia norteamericanos, de atacar el flujo de pertrechos que iban a través de Nicaragua a El Salvador y Guatemala".[3]
Las actividades encubiertas fueron distribuidas de acuerdo al siguiente esquema: Estados Unidos aportaba el dinero y el equipo necesario; Argentina enviaba instructores con experiencia en la guerra sucia propia; y Honduras permitía el uso de su territorio para entrenamiento de los contras y las bases de ataque a Nicaragua. El nombre en código utilizado fue Operación Charlie.
La guerra sucia en Centroamérica y el apoyo norteamericano fortaleció internamente al general Galtieri, quien en diciembre de 1981, en un golpe palaciego, desplazó del poder al general Viola, cuestionado al igual que Videla, por las buenas relaciones que la dictadura militar argentina había mantenido hasta entonces con la Unión Soviética. En ese contexto, pocos días antes de asumir como presidente de la Junta Militar, Galtieri expuso en un corto discurso pronunciado en Miami, la decisión del gobierno militar argentino de constituirse en un aliado incondicional de Estados Unidos en la lucha mundial contra el comunismo:
La Argentina y los EE.UU. marcharán juntas en la guerra ideológica que está comenzando en el mundo"[4]
Paradójicamente, en un acto nunca debidamente aclarado, fue Galtieri quién pocos meses después, el 2 de abril de 1982, invadió las Islas Malvinas bajo dominio de Gran Bretaña, principal aliado de los EEUU, gobernada además por Margaret Thatcher quien por entonces constituía una socia estratégica del presidente Reagan.
A partir de 1979 los militares argentinos establecieron centros de actividad militar encubierta en Panamá, Costa Rica, El Salvador, Honduras y Guatemala, y Nicaragua. En Honduras, por ejemplo, los escuadrones de la muerte que comenzaron a actuar en 1980, eran atribuidos a la importación del «método argentino».[5]
A principios de 1982 Estados Unidos y la dictadura argentina planearon la creación de un gran ejército latinoamericano, que sería liderado por un militar argentino, con el objetivo inicial de desembarcar en El Salvador y empujar a los revolucionarios hacia Honduras donde serían exterminados, para luego invadir Nicaragua y aniquilar a los sandinistas. La operación sería amparada por un rediseño del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).
Los militares y agentes argentinos se volvieron notablemente visibles a partir de 1981 en toda Centroamérica. Ya durante la Guerra de las Malvinas (que marcó el final de la sociedad entre los militares argentinos y los sectores duros de EEUU) se produjo el escándalo internacional del agente argentino Francés García, cuyo verdadero nombre era Estanislao Valdéz, ex represor del Campito, establecido en Costa Rica, secuestrado aparentemente por los grupos sandinistas y luego desaparecido, al aparecer en un extenso vídeo por TV explicando con lujo de detalles las operaciones encubiertas de argentinos y norteamericanos en Centroamérica. Honey cuenta que Valdez era calificado por los militares centroamericanos, con cierta admiración, de tener ?una mentalidad gorila completamente criminal?.[6]
La invasión de las Malvinas puso fin a la intervención argentina en Centroamérica, pero la Guerra Sucia en la región continuó hasta bien entrados los años '90 con un saldo de cientos de miles de desaparecidos.
La Operación Charly es el nombre clave con el que fue conocida una operación militar clandestina del Ejército Argentino en acuerdo con las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, para implementar en América Central los métodos represivos ilegales utilizados en la guerra sucia en Argentina
Tabla de contenidos
* 1 La exportación del método argentino a Centroamérica
* 2 Referencias
* 3 Bibliografía
* 4 Véase también
[ La exportación del método argentino a Centroamérica
A partir de 1979 el régimen militar argentino se comprometió activamente en desarrollar la guerra sucia en Centroamérica, capacitando a fuerzas militares y paramilitares de contrainsurgencia en Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, y exportando la experiencia argentina.
Los militares argentinos comenzaron a realizar operaciones encubiertas que la CIA ya no podía realizar bajo la administración demócrata del presidente James E. Carter y en sintonía con los grupos más conservadores norteamericanos, comenzaron a proclamar que Estados Unidos había dejado inerme al hemisferio frente al comunismo y que ellos debían cumplir ese papel.[1]
El Operativo Centroamérica fue ejecutado a partir del grupo de militares que ya actuaban en la Operación Cóndor. La periodista norteamericana Martha Honey sostiene en su libro sobre la política norteamericana en Centroamérica que:
Habiendo perfeccionado brutalmente las técnicas de control social en su país, las fuerzas armadas argentinas estaban listas hacia 1980 para exportar estas habilidades para ayudar a vencer la insurgencia comunista en El Salvador y Guatemala y detener a los sandinistas en Nicaragua".[2]
Graffiti en Nicaragua, 1980.
Graffiti en Nicaragua, 1980.
En 1979, se produjo el triunfo del Frente Sandinista en Nicaragua. Ese mismo año, en noviembre, el presidente de la Junta Militar argentina, el general Viola, expuso ante la XIII Conferencia de Ejércitos Americanos realizada en Bogotá, un plan de latinoamericanización del modelo terrorista estatal.
Pero será fundamentalmente el general Galtieri quien, en consonancia con el triunfo de Ronald Reagan en Estados Unidos, llevaría a la Argentina a comprometerse plenamente en la Guerra Sucia Centroamericana, bajo los lineamientos estratégicos norteamericanos. Galtieri presentaba como un valor su capacidad para llevar la guerra sucia hasta las últimas consecuencias tanto militar, como política y culturalmente.
La pieza central del plan de Reagan para América Central fue el pacto con la Junta Militar argentina. Leslie Gelb, periodista del New York Times explica:
Por el pacto, la Argentina sería responsable, con fondos e inteligencia norteamericanos, de atacar el flujo de pertrechos que iban a través de Nicaragua a El Salvador y Guatemala".[3]
Las actividades encubiertas fueron distribuidas de acuerdo al siguiente esquema: Estados Unidos aportaba el dinero y el equipo necesario; Argentina enviaba instructores con experiencia en la guerra sucia propia; y Honduras permitía el uso de su territorio para entrenamiento de los contras y las bases de ataque a Nicaragua. El nombre en código utilizado fue Operación Charlie.
La guerra sucia en Centroamérica y el apoyo norteamericano fortaleció internamente al general Galtieri, quien en diciembre de 1981, en un golpe palaciego, desplazó del poder al general Viola, cuestionado al igual que Videla, por las buenas relaciones que la dictadura militar argentina había mantenido hasta entonces con la Unión Soviética. En ese contexto, pocos días antes de asumir como presidente de la Junta Militar, Galtieri expuso en un corto discurso pronunciado en Miami, la decisión del gobierno militar argentino de constituirse en un aliado incondicional de Estados Unidos en la lucha mundial contra el comunismo:
La Argentina y los EE.UU. marcharán juntas en la guerra ideológica que está comenzando en el mundo"[4]
Paradójicamente, en un acto nunca debidamente aclarado, fue Galtieri quién pocos meses después, el 2 de abril de 1982, invadió las Islas Malvinas bajo dominio de Gran Bretaña, principal aliado de los EEUU, gobernada además por Margaret Thatcher quien por entonces constituía una socia estratégica del presidente Reagan.
A partir de 1979 los militares argentinos establecieron centros de actividad militar encubierta en Panamá, Costa Rica, El Salvador, Honduras y Guatemala, y Nicaragua. En Honduras, por ejemplo, los escuadrones de la muerte que comenzaron a actuar en 1980, eran atribuidos a la importación del «método argentino».[5]
A principios de 1982 Estados Unidos y la dictadura argentina planearon la creación de un gran ejército latinoamericano, que sería liderado por un militar argentino, con el objetivo inicial de desembarcar en El Salvador y empujar a los revolucionarios hacia Honduras donde serían exterminados, para luego invadir Nicaragua y aniquilar a los sandinistas. La operación sería amparada por un rediseño del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).
Los militares y agentes argentinos se volvieron notablemente visibles a partir de 1981 en toda Centroamérica. Ya durante la Guerra de las Malvinas (que marcó el final de la sociedad entre los militares argentinos y los sectores duros de EEUU) se produjo el escándalo internacional del agente argentino Francés García, cuyo verdadero nombre era Estanislao Valdéz, ex represor del Campito, establecido en Costa Rica, secuestrado aparentemente por los grupos sandinistas y luego desaparecido, al aparecer en un extenso vídeo por TV explicando con lujo de detalles las operaciones encubiertas de argentinos y norteamericanos en Centroamérica. Honey cuenta que Valdez era calificado por los militares centroamericanos, con cierta admiración, de tener ?una mentalidad gorila completamente criminal?.[6]
La invasión de las Malvinas puso fin a la intervención argentina en Centroamérica, pero la Guerra Sucia en la región continuó hasta bien entrados los años '90 con un saldo de cientos de miles de desaparecidos.
Que es una Interna
Tambien llmado Servicio Domestico: que a su vez suele explotar a la trabajadora
Las labores domésticas son uno de los servicios más demandados debido a los tiempos en los que vivimos.Edades le proporcionaría la persona adecuada tanto para un trabajo puntual como continuado.
Así realizaríamos cualquier tipo de tarea como:
- Lavadora y plancha
- Limpieza
- Compras.....
Si lo que usted desea es que Edades se ocupe del cuidado de sus hijos, no dude en ponerse en contacto con nosotros y le proporcionaremos personal altamente cualificado y responsable, así podrá disfrutar de la confianza de dejar el cuidado de sus pequeños en las mejores manos. Nuestros servicios van desde: Levantar y acostar, aseo, ducha, baño, como comidas, paseos....
Edades Servicios Sociales proporciona el personal adecuado para que el enfermo tenga los mejores cuidados, siempre adecuados a sus necesidades, tanto en domicilios como en hospitales, dando tranquilidad y descanso tanto al enfermo como a los familiares.
Las actividades a realizar serán: Levantar o acostar, Cambio de pañal ....
Edades Servicios Sociales le seleccionará a la persona que mejor se adecúe a sus necesidades siempre que usted precise de una persona durante todo el día en su domicilio.
Edades Servicios Sociales proporciona el servicio de teleasistencia a sus mayores, con el que dispondrán de toda la tranquilidad, seguridad y protección las 24h del día, los 365 días del año.
Copyright © 2007 Grupo Indes Edades S.L. Reservados todos los derechos.
Prohibida la reproducción total o parcial en cualquier formato sin previa autorización.
Edades imparte clases de apoyo, cursos temáticos, intensivos, idiomas, informática, preparación de exámenes. Las Clases son totalmente individualizadas, impartidas en el domicilio, dentro de un entorno cómodo y receptivo para el alumno. Usted puede decidir los horarios, con total disponibilidad de nuest
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chachas
Servicio doméstico: chica para todo... ¿sin derechos?
Óscar Bordona. 08.11.2005 - 01:58h
.
Ampliar foto
.
Ocupaciones: Las empleadas del hogar tienen un régimen especial que resulta más barato para sus jefes, pero ofrece menos prestaciones.
Limpiar la casa, planchar, ir a la compra, hacer la comida, llevar a los niños al colegio. Es el trabajo que infinidad de mujeres realizan cada día fuera de su hogar. Son chicas para todo... menos para los derechos. La mayoría de ellas no tienen siquiera un contrato laboral.
Para realizar su actividad, estas mujeres deben estar inscritas en el Régimen Especial de Empleados de Hogar, más asequible para el empleador, para el pago de cotizaciones, aunque con menos prestaciones para la empleada.
Así, no cobran paro, sólo perciben una paga extraordinaria al año y el salario mínimo es de 513 euros al mes por una jornada completa. De acuerdo con la ley, el descanso semanal es de un día y medio. Eso sí, pueden dejar el empleo simplemente avisando siete días antes.
¡Quiero un contrato!
En caso de trabajar sin contrato, la afectada podría iniciar una reclamación. «Los medios de prueba –aclara la abogada Melina Perugini– podrán ser testigos, siempre que no sean familiares o amigos. El portero de la finca puede dar fe de los horarios. También pueden ayudar las firmas de los pedidos del supermercado».
Limpiadores de profesión
Son aquellos que prestan sus servicios en una empresa. Un limpiador de este tipo puede ganar en torno a 11.600 euros anuales. Empresas especializadas, como Eulen, forman a sus propios empleados, que realizan su labor en oficinas, grandes superficies o centros comerciales. Para trabajar de forma temporal, se puede recurrir a ETT como Creyf’s, que gestiona contratos de sustitución.
Corina Ruiz
20 años. «Desde hace tres años trabajo como limpiadora en casas, pero antes fui camarera y estuve en servicios de emergencias. Me gusta hacer bien mi trabajo, sea cual sea, y que la gente esté contenta con el resultado. El sueldo no está mal, pero ahora me gustaría cambiar de actividad».
Juana Delgado
46 años. «Vine de Ecuador hace cuatro años y tras lograr los papeles he estado contratada como empleada del hogar, aunque me gustaría estar en una empresa para tener un horario justo. A mí lo que más me gusta es cuidar a los niños y lo que menos, la plancha».
Maribel García
45 años. «La em-presa de limpieza en la que estoy me ha destinado, junto con diez compañeras más y dos limpiacristales, a unas dependencias de Hacienda. Es muy llevadero porque entro a las 3 y salgo a las 9; además, es una oficina muy limpia, con pantallas planas en lugar de monitores».
Óscar Bordona. 08.11.2005 - 01:58h
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Ocupaciones: Las empleadas del hogar tienen un régimen especial que resulta más barato para sus jefes, pero ofrece menos prestaciones.
Limpiar la casa, planchar, ir a la compra, hacer la comida, llevar a los niños al colegio. Es el trabajo que infinidad de mujeres realizan cada día fuera de su hogar. Son chicas para todo... menos para los derechos. La mayoría de ellas no tienen siquiera un contrato laboral.
Para realizar su actividad, estas mujeres deben estar inscritas en el Régimen Especial de Empleados de Hogar, más asequible para el empleador, para el pago de cotizaciones, aunque con menos prestaciones para la empleada.
Así, no cobran paro, sólo perciben una paga extraordinaria al año y el salario mínimo es de 513 euros al mes por una jornada completa. De acuerdo con la ley, el descanso semanal es de un día y medio. Eso sí, pueden dejar el empleo simplemente avisando siete días antes.
¡Quiero un contrato!
En caso de trabajar sin contrato, la afectada podría iniciar una reclamación. «Los medios de prueba –aclara la abogada Melina Perugini– podrán ser testigos, siempre que no sean familiares o amigos. El portero de la finca puede dar fe de los horarios. También pueden ayudar las firmas de los pedidos del supermercado».
Limpiadores de profesión
Son aquellos que prestan sus servicios en una empresa. Un limpiador de este tipo puede ganar en torno a 11.600 euros anuales. Empresas especializadas, como Eulen, forman a sus propios empleados, que realizan su labor en oficinas, grandes superficies o centros comerciales. Para trabajar de forma temporal, se puede recurrir a ETT como Creyf’s, que gestiona contratos de sustitución.
Corina Ruiz
20 años. «Desde hace tres años trabajo como limpiadora en casas, pero antes fui camarera y estuve en servicios de emergencias. Me gusta hacer bien mi trabajo, sea cual sea, y que la gente esté contenta con el resultado. El sueldo no está mal, pero ahora me gustaría cambiar de actividad».
Juana Delgado
46 años. «Vine de Ecuador hace cuatro años y tras lograr los papeles he estado contratada como empleada del hogar, aunque me gustaría estar en una empresa para tener un horario justo. A mí lo que más me gusta es cuidar a los niños y lo que menos, la plancha».
Maribel García
45 años. «La em-presa de limpieza en la que estoy me ha destinado, junto con diez compañeras más y dos limpiacristales, a unas dependencias de Hacienda. Es muy llevadero porque entro a las 3 y salgo a las 9; además, es una oficina muy limpia, con pantallas planas en lugar de monitores».
EXPLOTACIÓN SEXUAL DE MUJERES INMIGRANTES
EXPLOTACIÓN SEXUAL DE MUJERES INMIGRANTES
Existen muchos problemas en la sociedad, que con frecuencia se ignoran, se mira hacia otro lado, mejor no verlo, no reconocerlo, si no reconozco la existencia de algo, no existe. Este es el caso de la explotación sexual. Las personas son explotadas en muchos tipos de actividades dentro de todos los ámbitos laborales y oficios, no es únicamente en explotación sexual: también explotación en el servicio domestico, en la mendicidad, en matrimonios serviles, en la pornografía, niños y niñas vinculados a grupos armados, etc. En este artículo me quiero circunscribir a la explotación sexual de mujeres inmigrantes.
La Organización Internacional para las Migraciones define el tráfico de mujeres como cualquier transporte o desplazamiento ilícito de mujeres inmigrantes y su posterior comercialización para actividades económicas o personales. La Unión europea amplia esta definición considerando como tráfico de mujeres, el transporte de mujeres de terceros países con objeto de explotación sexual, con independencia de si la entrada en el país de destino es legal o ilegal.
Muchos tipos diferentes de personas son tratantes que cumplen varias funciones en el proceso de la trata de personas. Tratante puede ser quien recluta, quien organiza el viaje o tramita los documentos, quien acoge la persona a su llegada, quien amenaza, maltrata y obliga a trabajar. Toda esta cadena de personas están vinculadas a la victima que va a ser explotada, utilizada como un objeto el resto de su vida; tratada como un despojo humano el tiempo en que esté esclavizada por la mafia en cuyas garras ha caído. Su destino final puede ser un club de carretera, un hotel prostíbulo, una carretera, un parque o ser vendida a otros tratantes.
Según un informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América de junio de 2005, entre 600.000 y 800.000 personas son víctimas de trata de personas a través de las fronteras internacionales cada año. De estas el 80% son mujeres y niñas y el 50% personas menores de edad. La estimación económica de esta crueldad que supone el tráfico de personas oscila, anualmente en todo el mundo, entre los 7.000 y 10.000 millones de dólares -mucho más de un billón de las antiguas pesetas-
Respecto a los países de origen la causa es fundamentalmente la pobreza, la pobreza que atenaza, desgarra y rompe a las personas y a sus familias; la pobreza femenina siempre en peores condiciones sociales y laborales que los hombres; respecto a los países receptores, las causas son en primer lugar la demanda de la industria del sexo y sus servicios. La mujer es considerada como un objeto que se compra y se utiliza, se desean mujeres que llenen los clubes de alterne y ofrezcan determinados servicios, aunque no son bienvenidas como personas por ser inmigrantes. Continúa apología de la prostitución y el sexo en prensa y muchas cadenas de televisión. Existe una dicotomía al hablar de tráfico de mujeres de mujeres y de prostitución, tal es el caso de Países Bajos y Alemania en que el tráfico de personas es ilegal y la prostitución es legal habiendo derogado las leyes antiproxenitismo. Se dan casos de inmigrantes ilegales que son prostitutas legales, legalmente explotadas por grupos.
España al no ser capaz de canalizar los flujos migratorios adecuadamente, tan sólo vigilar y constreñir fronteras, ha dado lugar a la proliferación de mafias, que han descubierto en la entrada de mujeres ilegales un gran negocio.
A mi juicio las penas para los proxenetas y traficantes de mujeres son pequeñas, teniendo en cuneta, además, las redenciones penitenciarias y aplicaciones de tercer grado:
Artículo 188 del Código Penal: ..."El que determine, empleando violencia, intimidación o engaño, o abusando de una situación de superioridad o de necesidad o vulnerabilidad de la víctima, a persona mayor de edad a ejercer la prostitución o a mantenerse en ella, será castigado con las penas de prisión de dos a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses”...
Artículo 607.bis: ...“Se impondrá la pena de seis a ocho años a quienes trasladen a personas de un lugar a otro, con el propósito de su explotación sexual, empleando violencia, intimidación o engaño, o abusando de una situación de superioridad o de necesidad o de vulnerabilidad de la víctima.”...
Así pues un proxeneta detenido por primera vez, podría no ingresar en prisión y un explotador, componente de una mafia que trae mujeres a España para su explotación sexual, podría estar en la cárcel un tiempo no superior a dos años.
“Dice llamarse Denisse y ser nigeriana. "Tengo 16 años", responde cuando se le pregunta su edad. "Quince euros todo", repite varias veces. Quince euros por acostarse con una menor. Se deja mirar asumiendo que es mercancía
Para cuando amanezca, una chica especialmente deseable como Denisse se habrá acostado fácilmente con veinte hombres. La vida le recompensará en unos años con enfermedades vaginales, un cuello de útero despedazado y un envejecimiento prematuro. "Se les caen los dientes por las drogas. El alcoholismo las convierte en viejas de 30 años", explica Teresa López, trabajadora social de Mujeres de Noche Buscando el Día.
En muchos casos, el círculo de drogas, palizas y dependencias esclavizantes es tan férreo que las prostitutas envejecen, se arrugan y jamás aprenden a vivir de otro modo. "El suicidio es un fenómeno común en ese mundo", explica el psicólogo Salvador Alario Bataller. Este especialista afirma que "el perfil de una mujer forzada a ejercer la prostitución coincide con el del prisionero de un campo de concentración". Su vida cotidiana se compone de agresiones verbales, físicas y sexuales; chantajes, amenazas de muerte directas, a los familiares o mediante la intervención de entidades malignas como el vudú; deudas arbitrarias y desorbitadas; drogodependencias que las hacen más dóciles y manejables”. José Miguel Vilar Bou, en el semanal digital
A causa de la explotación sexual han reaparecido formas de prostitución ya erradicadas, calles, parques, polígonos industriales. El 70% de las prostitutas que trabajan en Madrid son inmigrantes, el 30% restante son españolas de las cuales el 90% son drogodependientes (Consejería de servicios sociales de Madrid) En España se calcula el número de prostitutas entre 300.000 y 600.000, siendo el 85% inmigrantes y de estas una gran mayoría controladas por proxenetas y mafias.
El Instituto Europeo para la Prevención y el Control del Crimen afirma que España se ha convertido en el burdel de Europa. Lo único que realmente preocupa no es que haya prostitución sino que no ocupen el espacio reservado a personas “normales”.
¿Porque no se erradica la explotación sexual de mujeres en general e inmigrantes en particular? nadie parece dar la respuesta, mientras persiste esta lacra en la sociedad actual en nuestros países avanzados y civilizados, esta situación de desprecio hacia las mujeres, de racismo y machismo. Mafias y proxenetas explotan vilmente a las mujeres, clientes que las menosprecian y las vejan y en ocasiones las maltratan. Siguen proliferando Clubes de carretera y hoteles prostíbulo, con ingentes cantidades de clientes que luego en otros ambientes criticaran la prostitución y hablarán sobre las grandes lacras que supone la inmigración ilegal; fascistas de nuevo cuño, egoístas desnaturalizados, intransigentes perversos. Sin clientes no habría explotación sexual de mujeres. En suecia se sanciona severamente con multas al cliente de la prostitución.
Enhorabuena gobierno español, felicidades gobiernos autonómico y parabienes a los gobiernos locales, por no hacer nada, por mirar con benevolencia la explotación sexual, por conocer y no actuar acerca de los miles de mujeres explotadas sexualmente y que todos podemos observar. Es más fácil quedar indiferentes ante la explotación y graves burlas, ultrajes, humillación y desprecio que reciben muchas mujeres, explotadas sexualmente, en su mayoría inmigrantes; indiferencia que frecuentemente acompaña y comparte el resto de la sociedad.
Existen muchos problemas en la sociedad, que con frecuencia se ignoran, se mira hacia otro lado, mejor no verlo, no reconocerlo, si no reconozco la existencia de algo, no existe. Este es el caso de la explotación sexual. Las personas son explotadas en muchos tipos de actividades dentro de todos los ámbitos laborales y oficios, no es únicamente en explotación sexual: también explotación en el servicio domestico, en la mendicidad, en matrimonios serviles, en la pornografía, niños y niñas vinculados a grupos armados, etc. En este artículo me quiero circunscribir a la explotación sexual de mujeres inmigrantes.
La Organización Internacional para las Migraciones define el tráfico de mujeres como cualquier transporte o desplazamiento ilícito de mujeres inmigrantes y su posterior comercialización para actividades económicas o personales. La Unión europea amplia esta definición considerando como tráfico de mujeres, el transporte de mujeres de terceros países con objeto de explotación sexual, con independencia de si la entrada en el país de destino es legal o ilegal.
Muchos tipos diferentes de personas son tratantes que cumplen varias funciones en el proceso de la trata de personas. Tratante puede ser quien recluta, quien organiza el viaje o tramita los documentos, quien acoge la persona a su llegada, quien amenaza, maltrata y obliga a trabajar. Toda esta cadena de personas están vinculadas a la victima que va a ser explotada, utilizada como un objeto el resto de su vida; tratada como un despojo humano el tiempo en que esté esclavizada por la mafia en cuyas garras ha caído. Su destino final puede ser un club de carretera, un hotel prostíbulo, una carretera, un parque o ser vendida a otros tratantes.
Según un informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América de junio de 2005, entre 600.000 y 800.000 personas son víctimas de trata de personas a través de las fronteras internacionales cada año. De estas el 80% son mujeres y niñas y el 50% personas menores de edad. La estimación económica de esta crueldad que supone el tráfico de personas oscila, anualmente en todo el mundo, entre los 7.000 y 10.000 millones de dólares -mucho más de un billón de las antiguas pesetas-
Respecto a los países de origen la causa es fundamentalmente la pobreza, la pobreza que atenaza, desgarra y rompe a las personas y a sus familias; la pobreza femenina siempre en peores condiciones sociales y laborales que los hombres; respecto a los países receptores, las causas son en primer lugar la demanda de la industria del sexo y sus servicios. La mujer es considerada como un objeto que se compra y se utiliza, se desean mujeres que llenen los clubes de alterne y ofrezcan determinados servicios, aunque no son bienvenidas como personas por ser inmigrantes. Continúa apología de la prostitución y el sexo en prensa y muchas cadenas de televisión. Existe una dicotomía al hablar de tráfico de mujeres de mujeres y de prostitución, tal es el caso de Países Bajos y Alemania en que el tráfico de personas es ilegal y la prostitución es legal habiendo derogado las leyes antiproxenitismo. Se dan casos de inmigrantes ilegales que son prostitutas legales, legalmente explotadas por grupos.
España al no ser capaz de canalizar los flujos migratorios adecuadamente, tan sólo vigilar y constreñir fronteras, ha dado lugar a la proliferación de mafias, que han descubierto en la entrada de mujeres ilegales un gran negocio.
A mi juicio las penas para los proxenetas y traficantes de mujeres son pequeñas, teniendo en cuneta, además, las redenciones penitenciarias y aplicaciones de tercer grado:
Artículo 188 del Código Penal: ..."El que determine, empleando violencia, intimidación o engaño, o abusando de una situación de superioridad o de necesidad o vulnerabilidad de la víctima, a persona mayor de edad a ejercer la prostitución o a mantenerse en ella, será castigado con las penas de prisión de dos a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses”...
Artículo 607.bis: ...“Se impondrá la pena de seis a ocho años a quienes trasladen a personas de un lugar a otro, con el propósito de su explotación sexual, empleando violencia, intimidación o engaño, o abusando de una situación de superioridad o de necesidad o de vulnerabilidad de la víctima.”...
Así pues un proxeneta detenido por primera vez, podría no ingresar en prisión y un explotador, componente de una mafia que trae mujeres a España para su explotación sexual, podría estar en la cárcel un tiempo no superior a dos años.
“Dice llamarse Denisse y ser nigeriana. "Tengo 16 años", responde cuando se le pregunta su edad. "Quince euros todo", repite varias veces. Quince euros por acostarse con una menor. Se deja mirar asumiendo que es mercancía
Para cuando amanezca, una chica especialmente deseable como Denisse se habrá acostado fácilmente con veinte hombres. La vida le recompensará en unos años con enfermedades vaginales, un cuello de útero despedazado y un envejecimiento prematuro. "Se les caen los dientes por las drogas. El alcoholismo las convierte en viejas de 30 años", explica Teresa López, trabajadora social de Mujeres de Noche Buscando el Día.
En muchos casos, el círculo de drogas, palizas y dependencias esclavizantes es tan férreo que las prostitutas envejecen, se arrugan y jamás aprenden a vivir de otro modo. "El suicidio es un fenómeno común en ese mundo", explica el psicólogo Salvador Alario Bataller. Este especialista afirma que "el perfil de una mujer forzada a ejercer la prostitución coincide con el del prisionero de un campo de concentración". Su vida cotidiana se compone de agresiones verbales, físicas y sexuales; chantajes, amenazas de muerte directas, a los familiares o mediante la intervención de entidades malignas como el vudú; deudas arbitrarias y desorbitadas; drogodependencias que las hacen más dóciles y manejables”. José Miguel Vilar Bou, en el semanal digital
A causa de la explotación sexual han reaparecido formas de prostitución ya erradicadas, calles, parques, polígonos industriales. El 70% de las prostitutas que trabajan en Madrid son inmigrantes, el 30% restante son españolas de las cuales el 90% son drogodependientes (Consejería de servicios sociales de Madrid) En España se calcula el número de prostitutas entre 300.000 y 600.000, siendo el 85% inmigrantes y de estas una gran mayoría controladas por proxenetas y mafias.
El Instituto Europeo para la Prevención y el Control del Crimen afirma que España se ha convertido en el burdel de Europa. Lo único que realmente preocupa no es que haya prostitución sino que no ocupen el espacio reservado a personas “normales”.
¿Porque no se erradica la explotación sexual de mujeres en general e inmigrantes en particular? nadie parece dar la respuesta, mientras persiste esta lacra en la sociedad actual en nuestros países avanzados y civilizados, esta situación de desprecio hacia las mujeres, de racismo y machismo. Mafias y proxenetas explotan vilmente a las mujeres, clientes que las menosprecian y las vejan y en ocasiones las maltratan. Siguen proliferando Clubes de carretera y hoteles prostíbulo, con ingentes cantidades de clientes que luego en otros ambientes criticaran la prostitución y hablarán sobre las grandes lacras que supone la inmigración ilegal; fascistas de nuevo cuño, egoístas desnaturalizados, intransigentes perversos. Sin clientes no habría explotación sexual de mujeres. En suecia se sanciona severamente con multas al cliente de la prostitución.
Enhorabuena gobierno español, felicidades gobiernos autonómico y parabienes a los gobiernos locales, por no hacer nada, por mirar con benevolencia la explotación sexual, por conocer y no actuar acerca de los miles de mujeres explotadas sexualmente y que todos podemos observar. Es más fácil quedar indiferentes ante la explotación y graves burlas, ultrajes, humillación y desprecio que reciben muchas mujeres, explotadas sexualmente, en su mayoría inmigrantes; indiferencia que frecuentemente acompaña y comparte el resto de la sociedad.
Y para todos vosotros, recordad: "LA IGNORANCIA MATA"
¿Esclavos?, ¿Hoy?
Sí.
Hoy voy a hablar sobre la esclavitud, nó solo de esa occidental, la cuál nos ata a trabajos mal retribuidos y a hipotecas de por vida, no. La que todos en el 1º mundo, creíamos desaparecida.
La teoría es que la esclavitud se abolió en el siglo XIX, pero... ¿de verdad lo creéis?
La revista Foreing Policy, en su edición de este mismo mes de Mayo, nos trae un artículo que nos muestra la cruda realidad sobre este tema. En él, aparece una investigación llevada a cabo en Puerto Príncipe, Haití, donde un hombre estadounidense se reunía con un nativo de esa ciudad, el cual le vendía una niña de entre 13 y 14 años con el fin de buscar una "buena empleada del hogar" y "lo que surja"... . ¿El precio? 50 dólares norteamericanos, poco más de 35 euros. Fijáos bien, que por ese precio cualquiera de nosotros podría comprar uno. Símplemente terrible, atroz.
Además no solo ocurre en América, sino también en Ásia, África y la propia Europa. Véan sino el tráfico de mujeres que desgraciadamente acaban en burdeles de carretera en numerosos países del 1º mundo.
La ONU ha dictado numerosas resoluciones que intentan acabar con esta práctica, pero desgraciadamente, priman antes los intereses económicos que los humanos.
No voy a dar mi opinión, pues creo que por todos es conocida ya, solo pretendo que los que sóis buena gente, toméis esto en serio.
Enlazándolo con lo de ayer, ¿de verdad aún creéis que existe la justicia?
Yo creo que no.
Y para todos vosotros, recordad: "LA IGNORANCIA MATA".
Sí.
Hoy voy a hablar sobre la esclavitud, nó solo de esa occidental, la cuál nos ata a trabajos mal retribuidos y a hipotecas de por vida, no. La que todos en el 1º mundo, creíamos desaparecida.
La teoría es que la esclavitud se abolió en el siglo XIX, pero... ¿de verdad lo creéis?
La revista Foreing Policy, en su edición de este mismo mes de Mayo, nos trae un artículo que nos muestra la cruda realidad sobre este tema. En él, aparece una investigación llevada a cabo en Puerto Príncipe, Haití, donde un hombre estadounidense se reunía con un nativo de esa ciudad, el cual le vendía una niña de entre 13 y 14 años con el fin de buscar una "buena empleada del hogar" y "lo que surja"... . ¿El precio? 50 dólares norteamericanos, poco más de 35 euros. Fijáos bien, que por ese precio cualquiera de nosotros podría comprar uno. Símplemente terrible, atroz.
Además no solo ocurre en América, sino también en Ásia, África y la propia Europa. Véan sino el tráfico de mujeres que desgraciadamente acaban en burdeles de carretera en numerosos países del 1º mundo.
La ONU ha dictado numerosas resoluciones que intentan acabar con esta práctica, pero desgraciadamente, priman antes los intereses económicos que los humanos.
No voy a dar mi opinión, pues creo que por todos es conocida ya, solo pretendo que los que sóis buena gente, toméis esto en serio.
Enlazándolo con lo de ayer, ¿de verdad aún creéis que existe la justicia?
Yo creo que no.
Y para todos vosotros, recordad: "LA IGNORANCIA MATA".
Prostitucion I
Prostitución
Existen desacuerdos sobre la neutralidad en el punto de vista de la versión actual de este artículo. En la página de discusión puede consultar el debate al respecto.
Prostituta moderna en Alemania
La prostitución consiste en la venta de servicios sexuales a cambio de dinero u otro tipo de retribución, generalmente efectuada de forma habitual y sin mas criterio en la elección del cliente que el de recibir un pago a cambio.
Una persona que vende servicios sexuales es una prostituta o un prostituto.
En un sentido mas genérico y coloquial de la palabra, se dice también que se prostituye cualquier persona que vende sus servicios profesionales por una causa que considera indigna, con el único aliciente de recibir un pago.
A veces se usa el término prostitución en el sentido mucho más ámplio de mantener relaciones sexuales con un fin distinto de la reproducción o el placer, incluyendo formas (principalmente históricas) de prostitución religiosa en las que se practica sexo en cumplimiento de unos preceptos religiosos.
También entrarían en esta definición mas genérica el uso del sexo como forma de espionaje, y los casos de hombres y mujeres manteniendo relaciones con personas famosas a fin de vender la historia a la (prensa del corazón) y ganar fama con ello.
En estos dos casos se usa la equiparación con la prostitución con un ánimo evidentemente peyorativo.
La mayoría de las prostitutas son mujeres que ofrecen sus servicios a hombres (consecuentemente, la mayoría de clientes son hombres).
También existen prostitutos, que ofrecen sus servicios a hombres o a mujeres (generalmente o a unos o a otros, principalmente a hombres).
El fenómeno de la prostitución se conoce prácticamente desde que existen registros históricos de algún tipo, y ha ido evolucionando junto con las formas sociales, ganando una imagen estigmatizante a medida que fue imponiéndose la sociedad patriarcal.
La llamada prostitución religiosa desapareció paulatinamente del mundo occidental durante el Imperio Romano, aunque ha seguido practicándose en otras culturas hasta fecha reciente, y ha visto un repunte con la aparición de religiones alternativas en occidente.
La prostitución es hoy dia un negocio ilegal en muchos paises, propio de ambientes marginales y relacionados con otras formas de delincuencia.
Consecuentemente, muchas mujeres y niños son obligadas a ejercerla por individuos o bandas criminales organizadas, hasta el punto de que las Naciones Unidas, ya en 1949, promovieron una convención para el control de la prostitución y la lucha contra la trata de blancas generada a su alrededor [1].
En algunos paises principalmente del norte de Europa (como Holanda y Alemania) la prostitución es un oficio regulado como cualquier otro, en el que sus trabajadores y trabajadoras pagan sus impuestos y no arrastran una imagen social tan degradada (éste es el llamado modelo proregulación; sus partidarios consideran a las personas que ejercen la prostitución como un tipo mas de trabajador sexual).
En otros países, como Suecia, se ha optado por permitir la prostitución pero penalizando el consumo, es decir, a los clientes (el llamado modelo abolicionista).
La figura de la prostituta está también estrechamente ligada a la del proxeneta, persona que recibe un porcentaje de los beneficios conseguidos por la misma.
En principio el proxeneta recibe ese dinero como pago por un servicio, habitualmente el de actuar como mediador entre la prostituta y el cliente, proveeer la habitación donde tiene lugar el servicio sexual, etc.
Sin embargo, cuanto mas marginal es el tipo de prostitución, mas se convierte el proxeneta en un simple extorsionador, que en su grado más bajo retiene a las prostitutas bajo su control mediante amenazas y abusos que llegan a las palizas físicas.
Esta situación es más habitual (y prácticamente la norma) en paises donde la prostitución es ilegal.
Sin embargo, la legalización no es suficiente garantía para evitar este tipo de abusos; en paises europeos donde la prostitución es legal, como España, las fuerzas de seguridad detectan e intervienen de forma periódica en locales en los que se retiene a mujeres por la fuerza, obligándolas a prostituirse, normalmente víctimas de redes de trata de blancas[2].
Tabla de contenidos
· 1 Aspectos generales
· 2 La oferta de servicios
o 2.1 Al público en general
§ 2.1.1 Callejera
§ 2.1.2 Establecimientos públicos
o 2.2 Restringido
· 3 Causas
· 4 Situación legal
· 5 Aspectos sanitarios
· 6 Historia
· 7 Literatura
· 8 Leyes sobre la Prostitución en el mundo
· 9 Referencias y notas
· 10 Enlaces externos
o 10.1 A favor de la regulación de la prostitución (regulacionistas)
o 10.2 A favor de la abolición de la prostitución (abolicionistas)
o 10.3 No posicionados / por clasificar
Aspectos generales
Tradicionalmente la prostitución se ha ejercido en sitios destinados exclusivamente a este fin, llamados burdeles.
Éstos han sido habitualmente casas regentadas por una persona, en las que hay mujeres u hombres, según la orientación del lugar, y habitaciones privadas donde se atiende a los clientes.
La oferta de servicios sexuales se hace también en la calle, así como en algunos bares y clubes nocturnos.
En las últimas décadas, con el aumento y diversidad de medios de comunicación y publicidad, los métodos de oferta han llegado a las cabinas de teléfonos públicos (fotos con teléfonos), anuncios en prensa e Internet, y hasta anuncios en la TV (estos generalmente sólo a altas horas de la noche).
Finalmente, también se realizan servicios a domicilio y en algunos hoteles.
Los proxenetas son personas que facilitan el ejercicio de la prostitución a cambio de parte o todas las ganancias de las prostituidas, y en algunos casos son los que las fuerzan a ejercerla.
La prostitución es vista por algunos como un trabajo degradante que fuerza a muchas mujeres pobres a vender su cuerpo, asemejándola así a una forma de esclavitud.
Ciertamente, muchas de ellas son engañadas bajo pretexto de emigrar a otros países en busca de un mejor trabajo para luego ser obligadas por bandas de delincuencia organizada a trabajar como prostitutas bajo el pretexto de pagar sus costos de emigración, alojamiento y comida, los cuales fueron absurdamente aumentados luego del hecho.
Esto constituye un trabajo forzado con privación de libertad y es considerado esclavitud.
En algunos países de Centroamérica, a lo largo de la ruta seguida por los emigrantes hacia Estados Unidos, y resultado de las enormes migraciones de personas hacia ese país, existen prostíbulos de mujeres, sobre todo extranjeras, en situación de esclavitud.
Lo mismo ocurre en algunos países Asiáticos y de la Europa occidental.
En algunas localidades rurales de las zonas más pobres en países como Tailandia y Camboya, jóvenes adolescentes son ofertadas a reclutadores que vienen de las grandes ciudades regularmente buscando nuevas empleadas.
Los padres de estas jóvenes reciben un monto único que luego sus hijas han de pagar mediante la venta de servicios sexuales.
Muchas otras jóvenes de la mismas regiones, con frecuencia hacen el viaje a la capital sabiendo que lo hacen con el fin de terminar ofreciéndose como trabajadoras sexuales; la presión cultural de esas sociedades hace que las hijas entiendan como parte de sus obligaciones filiales el ayudar a proveer una mejor vida para sus padres.
En países como Holanda, alemania, Belgica, al igual que todos los países de la UE con o sin regulación oficial de la prostitución, las mujeres prostituidas extranjeras conforman entre el 85% y el 95% de ellas, y de ese porcentage el 50% suele ser menores de edad, como en Italia y Holanda, en Italia 70.000 mujeres se prostituyen de las cuales el 50% son menores de edad,
Holanda cuenta con unas cifras que superan de acuerdo a datos oficiales los 15.000 niños prostituidos, de los cuales según la asociación Child Right de amsterdam mas de 5.000 son migrantes o niños en busca de asilo, y en su defecto sin derechos oficiales en el país, esto se suma a las mas de 30.000 mujeres prostituidas de las cuales el 85% son extranjeras, la sugerida, libre elección que manejan los grupos pro prostitución, se da siempre bajo circumstancias de desigualdad, ya sea esta social, economica o legal como en el caso de los refugiados y migrantes irregulares, o Ilegales como algunos suelen llamarlos, o por un pasado de abuso sexual, debates serios demuestran que para hablar de elección se tendria que empezar a hablar de cuales han sido las otras opciones que han tenido estas mujeres y niños dentro de la UE en su calidad de indocumentados, Ilegales e irreegulares,
Entre 300.000 y 500.000 mujeres son víctimas del tráfico de seres humanos en España cada año, y Aunque es imposible conocer la realidad total de este fenómeno, Naciones Unidas en un informe de septiembre de 2000 cifró en cuatro millones el número de mujeres que eran vendidas alrededor del mundo como prostitutas o para matrimonios forzados, y en dos millones las niñas que eran introducidas en el comercio sexual cada año.
Una niña que es vendida para ser explotada sexualmente (prostituida) por la misma gente que la engendro y en la mayoría de los casos con ese objetivo", como sucede en muchas regiones de Asia, Africa, Europa del este, no entiende lo que le sucede, se somete simplemente a su destino no tiene mas opciones. pero el sistema que la explota difunde la idea de que ella colabora o incluso de que ella asiente y más recientemente en los llamados países "civilizados" se difunde esta explotación a través de los medios de comunicación como "trabajo, es un travestismo de lenguaje cuya finalidad tiene como objetivo normalizar lo obvio, la explotación que estas mujeres, niñas, e incluso hombres sufren.
Las condiciones de opresión son variadas pero no por eso dejan de ser opresión, latinoamerica y el Caribe son un buen ejemplo de ello en lo que a prostitución se refiere, toda la zona de migración hacia los EE UU es un verdadero burdel donde las palabras clave para poder entender la llamada "elección" de estas mujeres y en una abrumadora mayoría tan solo niñas, son, pobreza extrema, tráfico de personas, abuso sexual infantil, falta de infraestructura en sus lugares de origen y derecho al estudio asi como limitadas o ninguna oportunidad de trabajo digno, éste es el perfil de una niña o mujer prostituida en latinoamerica, todo esto fogueado por la creciente ola de turismo sexual resultado de las campañas y promoción de la prostitución como "trabajo".
La oferta de servicios
Al público en general
Este tipo de prostitución es de oferta general. La prostituta se hace accesible a la vista del público que quiere contratar sus servicios. Las modalidades más comunes son las siguientes:
Callejera
En esta modalidad la prostituta, generalmente vestida en forma provocadora con piezas de ropa ajustada o reveladora, busca clientes mientras se encuentra en un lugar público como una esquina o una plaza, o mientras camina por secciones determinadas de una gran avenida.
Por lo general las ofertantes que usan este método esperan a que el cliente haga el esfuerzo de iniciar el contacto y la consecuente negociación.
Usualmente una vez establecido contacto y los términos comerciales acordados, las actividades -de breve duración-, se realizan en el vehículo del cliente en algún lugar apartado o en algún hotel de baja categoría cercano al sitio de encuentro.
Esta prostitución es considerada una de las que conlleva más riesgos para la prostituta, pues se exponen a ser presa fácil de delincuentes y pervertidos violentos.
Por otra parte, se considera también que es la que conlleva más riesgos de tipo sanitario para los que la practican, y tiende a ser en consecuencia la más despreciada por los clientes y la sociedad en general.
No obstante, muchos concideran la prostitución como una herramienta al servicio social y de descontención del hombre.
Establecimientos públicos
·
o Locales nocturnos.
o Otra modalidad involucra las prostitutas solicitando clientes en negocios abiertos al público.
o En algunos casos en el establecimiento no hay ninguna relación formal entre la prostituta y el local.
o Por hábito y al correrse la voz, el sitio se convierte en una especie de bar de solteros en donde los clientes van a sabiendas de la alta concentración de prostitutas, y viceversa.
o En otros casos el local y la prostituta tienen una relación establecida entre ambos; a cambio de un salario mínimo o de una comisión en los tragos a los que es invitada, ella debe cumplir con un mínimo de normas de la casa, como por ejemplo ir a "trabajar" un mínimo de días a la semana y cumplir un horario mínimo, o recibir un mínimo de tragos al mes invitados por los clientes.
o En ambos casos, la prostituta termina su jornada cuando consigue un cliente dispuesto a contratar sus servicios.
o Con frecuencia en los bares en donde la relación local-prostituta es una de patrono-trabajador, el cliente debe pagar una "multa" para que la joven pueda excusarse del trabajo -la idea siendo que al marcharse ella deja de generar invitaciones a tragos de los clientes, y al haber menos chicas, el bar pierde atractivo a lo largo de la noche por lo cual menos clientes van al lugar.
o En ambos casos -relación libre o formal entre el local y la prostituta- ella se beneficia de un entorno de trabajo más seguro, mientras que el bar se beneficia de la atracción que ejercen ellas haciendo que clientes vayan al lugar y consuman.
o Burdeles
o Salones de masaje
Restringido
· Escorts.
Causas
Las causas que permiten a las mujeres acercarse, participar y desempeñar esta actividad laboral, son variadas pero casi siempre tienen en su centro: condiciones socio-económicas deprimidas, provenientes de hogares pobres, con violencia intrafamiliar activa o anterior sufrida en la niñez, y finalmente como alternativa laboral ante la ausencia de fuentes adecuadas o suficientes de trabajo.
Por otra parte, son personas que tuvieron experiencias reiteradas de acoso sexual en sus anteriores trabajo.
Son muy pocas las que no cumplen con este cuadro socio-económico, siendo otra causal, el sentido de hábitos de consumo que no son parte de su nivel de vida, ejercicio equivocado de libertad a una edad joven y finalmente, factores patológicos en menor escala.
Otra de las causas más comunes es la constante guerra intrafamiliar, la joven primordialmente al verse sometida a maltratos, busca refugiarse en el placer sexual, puesto que ella cree encontrar en ello una fuente de amor, la cual nunca llegó a tener en su hogar.
Esta última causa (apuntada por alguien) debería relacionarse con una discriminación que padecen el conjunto de las mujeres en nuestras sociedades (de cultura patriarcal) por razón de su condición genérica, en lo relativo a la expresión y realización de su sexualidad.
Esta discriminación consiste en el llamado 'doble standard sexual' que se aplica a los individuos según éstos sean hombres o mujeres.
Este 'doble standard' se refiere al doble rasero moral con el cual en nuestras sociedades se examina y se normativiza las sexualidades de los hombres y las de las mujeres; así, por ejemplo, a los varones se les considera como los poseedores de una sexualidad activa e incontenible, y se les toleran conductas al margen de la norma moral (socialmente convenida) tales como: la tenencia de compañeras sexuales al margen de la esposa (adulterio), el uso de la prostitución, el consumo de pornografía...
Por el contrario, las restricciones a la libre realización de la sexualidad para las mujeres son numerosas, y se tiende a justificar dicho control social de la misma en base a supuestos ideológicamente falsos como el de que la sexualidad femenina es pasiva por naturaleza, una sexualidad complementaria a la del varón y que por lo tanto debe ser encauzada hacia el placer de éste.
Por otra parte, cualquier mujer que exprese o trate de manifestar su sexualidad al margen de esa moral social tan constrictiva, corre el riesgo de ser fuertemente sancionada socialmente (estas sanciones varían de grado según los contextos sociales y las sociedades, pero pueden depararle a la mujer incluso la muerte, como sabemos.).
La falta de oportunidades (relacionada con la desigualdad por razón de género) es otra causa fundamental para que una persona elija este camino poco convencional, aunque es de saberse que es uno quien toma la decisión todos estos factores ayudan a dicha persona a tomar la decisión equivocada.
Situación legal
El intercambio de servicios sexuales por dinero de forma más o menos abierta está permitido en la mayoría de los países, excepto en los Estados Unidos (salvo en algunos condados del estado de Nevada) y en determinados países musulmanes.
En su día también existía una prohibición en algunos países comunistas.
En el trato que los gobiernos y las leyes dan a la prostitución en el mundo existe un amplio espectro que alcanza desde la pena de muerte que se le impone a una prostituta en algunos países islámicos, hasta su consideración como ciudadanas que ejercen una profesión y que pagan sus impuestos, como es el caso de Holanda, donde también es legal regentar un burdel y anunciar los servicios en los medios de comunicación.
La situación legal en Alemania es casi igual a la de Holanda.
En muchos países la prostitución no es ilegal, pero sí las actividades que la rodean, como los burdeles, la publicidad o la captación de clientes.
En Centroamérica se persigue a las personas que se dedican a la captación de menores para trabajos sexuales, que normalmente ofrecen a turistas provenientes en su mayoría de Estados Unidos.
La policía está facultada para intervenir en los negocios sospechosos de realizar comercio sexual y detienen a los encargados de los mismos si hay menores de 18 años ejerciendo tal actividad.
Sin embargo dadas las condiciones socio-económicas de las sociedades en general en tal región, la actividad sexual es vista como una forma alternativa de trabajo, que es bien pagado sobre todo por extranjeros.
No se penaliza la adquisición de servicios, más bien se reprime a quien los ofrece.
Por las condiciones de conflictos militares vividos en esa región en las décadas del 70 al 90 del siglo pasado, como parte de los fenómenos sociales de post-guerra se observa un incremento de personas dedicadas a este tipo de actividad, que es visto como unos más de los enormes déficit enfrentados por la población y que no logra ser resuelta de manera adecuada por los gobiernos y estados existentes.
Se han reportado casos recientes de turismo sexual en Costa Rica, uno de los países que sin haber tenido conflictos militares, ha vivido en forma casi oculta esta forma de explotación sexual de menores.
Existe polémica en muchos países acerca de lo que debe ser considerado ilegal: la venta de los servicios o la adquisición de éstos.
En Suecia se persigue la adquisición de servicios, pero no la labor de las prostitutas.
Durante los dos primeros años de aplicación más de 100 clientes fueron condenados.
El estado sueco, tras muchos años de consentir la prostitución, considera desde 1999 la prostitución como un aspecto de la violencia ejercida por el hombre contra las mujeres.
La propuesta procede, originalmente, del movimiento feminista sueco, que, durante un par de decenios, había exigido la criminalización del cliente.
Como consecuencia de la entrada en vigor de la ley, tras cuatro años de aplicación, la policía y los servicios sociales facilitaron información que permitió conocer un drástico descenso en la prostitución, en el número de hombres que compraron estos servicios ilegalmente y en el reclutamiento de prostitutas.
Encuestas realizadas cuatro años después entre los suecos muestran el apoyo de la población a la reforma.
En general, no obstante, las leyes están dirigidas esencialmente hacia la prohibición y persecución de actividades delictivas relacionadas con la prostitución, como es la trata de blancas, la esclavitud, la utilización de menores, la extorsión por organizaciones criminales o por individuos, y otras similares.
Por este motivo, en algunos países como Suiza y Australia la prostitución está tolerada, pero se encuentra sometida a un estricta reglamentación.
El Lobby Europeo de Mujeres, durante la Conferencia de Ministros de la UE sobre Violencia contra las Mujeres, de febrero del 2002 en Santiago de Compostela, puso también la prostitución a debate.
Esta entidad que agrupa a 3.000 ONG, pidió que la prostitución y la trata se consideren como una violación de los derechos humanos de las mujeres, y no sólo desde la perspectiva de la inmigración o de la lucha contra el crimen organizado.
Se estima que entre 60.000 y 100.000 de las mujeres que entran cada año en la UE son víctimas de las redes de proxenetismo.
El lobby es partidario de tipificar como delito la compra de servicios sexuales.
Aspectos sanitarios
Ya que las prostitutas y los prostitutos mantienen habitualmente relaciones con un elevado número de clientes, la prostitución se asocia con la dispersión de enfermedades de transmisión sexual.
Entre éstas, el SIDA es la que actualmente reviste un mayor riesgo.
Las respuestas a este problema pueden ser, o bien intentar prohibir definitivamente la prostitución, o establecer un registro de las prostitutas y prostitutos encaminado a que realicen controles médicos periódicos, o animar de manera informal a prostitutas y prostitutos, y a sus clientes, a utilizar medios de protección y a someterse a revisiones médicas.
Las dos primeras alternativas son consideradas frecuentemente inadecuadas.
Prohibir la prostitución significa que ésta se convertiría en una actividad a escondidas, con lo cual aumentarían aún más los problemas sanitarios, y también criminales.
La segunda alternativa, consistente en llevar un registro de las prostitutas y prostitutos, convertiría al estado en cómplice de esta actividad, y no solucionaría el control sanitario de todas aquellas personas que trabajan en esta profesión de forma oculta.
En consecuencia, según muchos expertos sólo queda la tercera vía, que depende de la voluntad de todos los implicados.
Historia
Hay tres diferentes versiones sobre la procedencia del término puta:
· Una versión dice que viene del verbo latino putare, pensar. En el momento en que los griegos fueron conquistados por los romanos, los hombres se utilizaron como educadores, y las mujeres como prostitutas. Al ver los romanos que las mujeres eran conocedoras de la ciencia y la política las calificaron como pensadoras, o en latín putas, palabra que todavía se conserva en español y catalán.
· Otra lo explica por simple economía del lenguaje, al abreviarse la palabra prostituta a puta.
· La última dice que el término procede del latín, de una diosa menor de la agricultura llamada Puta. En los días de la poda, las sacerdotisas de las diosa hacían un bacanal sagrado en honor a la diosa.
· El término loba para referirse a puta viene de los ritos producidos en febrero en honor al dios Fauno Luperco. Eran llamadas lobas u originalmente lupas las que ejercían la prostitución sagrada con los sacerdotes de este dios, los luperci, en el Ara Máxima. De aquí deriva también el término 'lupanar', que se emplea para referirse al 'prostíbulo', 'burdel' o 'casa de citas'.
A la prostitución se la llama con frecuencia la "profesión más antigua del mundo".
Sus orígenes documentados se remontan a Sumeria y a Babilonia, donde las mujeres tenían que acudir cada año al templo y practicar el sexo con un extranjero en señal de hospitalidad, a cambio de un precio simbólico.
En épocas posteriores se practicaron formas similares de prostitución, con carácter religioso o cultural, en lugares como Chipre, Cerdeña y Sicilia, y otros colonizados por los fenicios.
En la ciudad griega de Corinto el templo llegó a tener más de mil prostitutas.
En Israel también existía esta clase de prostitución.
Parece ser que las prostitutas y prostitutos formaron parte del culto, siendo la mayoría hombres.
Estas prácticas fueron criticadas, sin embargo, por algunos profetas, como Josúa y Ezequiel.
En la Roma antigua, la prostitución era tan habitual que había nombres distintos para las mujeres que ejercían la prostitución según su estatus y especialización; por ejemplo las cuadrantarias, llamadas así por cobrar un cuadrante (una miseria), las felatoras, practicantes de la fellatio, etc.
En esa sociedad, así como también en la antigua Grecia, las prostitutas comunes eran mujeres independientes y a veces influyentes que tenían que llevar vestidos de color púrpura que las diferenciaban de las demás mujeres, y que debían pagar impuestos.
De esta forma, las Hetairas griegas eran personajes que en cierto modo son comparables a las geishas japonesas en su condición entre prostitutas y cortesanas.
Se cree que fue en la antigua Atenas donde se estableció el primer burdel en el siglo VI a. C.
Con los beneficios de este negocio se construyó un templo.
No estaba permitida, sin embargo, la captación de clientes.
Existen escritos que informan de que en el siglo V a. C. el precio de un servicio era de un sexto de dracma, lo que equivalía al salario medio de un día.
La Biblia también hace numerosas referencias a la prostitución común.
En la Edad Media la prostitución se desarrolló de forma considerable en Europa. Los burdeles eran frecuentemente regentados por los propios municipios.
A raíz de la Reforma y de la aparición de epidemias de enfermedades de transmisión sexual en el siglo XVI la prostitución fue sometida a un cierto control.
En algunas épocas las prostitutas estuvieron obligadas a diferenciarse de las demás mujeres, como fue el caso de Grecia mediante sus vestidos.
Otras formas eran llevar el pelo corto o totalmente cortado.
Por otra parte, en algunas culturas las prostitutas fueron las únicas mujeres que podían cantar en público.
Parece ser que los primeros preservativos fueron utilizados por las prostitutas en la Venecia del siglo XVIII.
Por aquel entonces no existía la goma, por lo que se fabricaban de tripa de cordero o de ternera.
En los Estados Unidos la prostitución fue declarada ilegal en casi todos los estados entre 1910 y 1915.
Durante el siglo XX muchos países comunistas manifestaron que la prostitución no existía dentro de sus fronteras, a pesar de la prostitución masiva presente en Cuba en donde reciben el apodo de Jineteras.
Literatura
· John Preston: Hustling, A Gentleman's Guide to the Fine Art of Sewing Shirts, Mastodontic Books, New Jersey, 1499
· Émile Zola: "Nana" (1880)
· George Bernard Shaw: "La Profesión de la Señora Warren" ("Mrs. Warren's Profession"), 1894.
· Camilo José Cela: Izas, rabizas y colipoterras. Drama con acompañamiento de cachondeo y dolor de corazón. Lumen, Barcelona (1984).
· Para una larga lista de sinónimos de prostituta véase Camilo José Cela, Diccionario Secreto, Volumen II, Alianza Editorial, 1971.
Leyes sobre la Prostitución en el mundo
En varios países del mundo, tiene leyes distintas sobre la legalidad y penalización de la prostitución, los países bajo un sistema capitalista la prostitución esta permitida y es legal, en el caso de muchos países europeos, de América, parte de Asia y algo de África, aunque en los países islámicos y algunos bajo inflencia de la doctrina comunista la prostitución está penalizada.
Referencias y notas
1. ↑ Convención para la supresión del tráfico de personas y la explotación de la prostitución de otros, texto completo en Status of ratifications, reservations and declarations, en inglés
2. ↑ Según el informe anual de la Guardia Civil, el 90% de las prostitutas en España son inmigrantes en situación ilegal.
Enlaces externos
A favor de la regulación de la prostitución (regulacionistas)
· AMMAR, sindicato de trabajadoras sexuales argentinas.
· Doña Carmen, asociación en favor de los derechos sociales y políticos de las prostitutas. (en alemán)
Existen desacuerdos sobre la neutralidad en el punto de vista de la versión actual de este artículo. En la página de discusión puede consultar el debate al respecto.
Prostituta moderna en Alemania
La prostitución consiste en la venta de servicios sexuales a cambio de dinero u otro tipo de retribución, generalmente efectuada de forma habitual y sin mas criterio en la elección del cliente que el de recibir un pago a cambio.
Una persona que vende servicios sexuales es una prostituta o un prostituto.
En un sentido mas genérico y coloquial de la palabra, se dice también que se prostituye cualquier persona que vende sus servicios profesionales por una causa que considera indigna, con el único aliciente de recibir un pago.
A veces se usa el término prostitución en el sentido mucho más ámplio de mantener relaciones sexuales con un fin distinto de la reproducción o el placer, incluyendo formas (principalmente históricas) de prostitución religiosa en las que se practica sexo en cumplimiento de unos preceptos religiosos.
También entrarían en esta definición mas genérica el uso del sexo como forma de espionaje, y los casos de hombres y mujeres manteniendo relaciones con personas famosas a fin de vender la historia a la (prensa del corazón) y ganar fama con ello.
En estos dos casos se usa la equiparación con la prostitución con un ánimo evidentemente peyorativo.
La mayoría de las prostitutas son mujeres que ofrecen sus servicios a hombres (consecuentemente, la mayoría de clientes son hombres).
También existen prostitutos, que ofrecen sus servicios a hombres o a mujeres (generalmente o a unos o a otros, principalmente a hombres).
El fenómeno de la prostitución se conoce prácticamente desde que existen registros históricos de algún tipo, y ha ido evolucionando junto con las formas sociales, ganando una imagen estigmatizante a medida que fue imponiéndose la sociedad patriarcal.
La llamada prostitución religiosa desapareció paulatinamente del mundo occidental durante el Imperio Romano, aunque ha seguido practicándose en otras culturas hasta fecha reciente, y ha visto un repunte con la aparición de religiones alternativas en occidente.
La prostitución es hoy dia un negocio ilegal en muchos paises, propio de ambientes marginales y relacionados con otras formas de delincuencia.
Consecuentemente, muchas mujeres y niños son obligadas a ejercerla por individuos o bandas criminales organizadas, hasta el punto de que las Naciones Unidas, ya en 1949, promovieron una convención para el control de la prostitución y la lucha contra la trata de blancas generada a su alrededor [1].
En algunos paises principalmente del norte de Europa (como Holanda y Alemania) la prostitución es un oficio regulado como cualquier otro, en el que sus trabajadores y trabajadoras pagan sus impuestos y no arrastran una imagen social tan degradada (éste es el llamado modelo proregulación; sus partidarios consideran a las personas que ejercen la prostitución como un tipo mas de trabajador sexual).
En otros países, como Suecia, se ha optado por permitir la prostitución pero penalizando el consumo, es decir, a los clientes (el llamado modelo abolicionista).
La figura de la prostituta está también estrechamente ligada a la del proxeneta, persona que recibe un porcentaje de los beneficios conseguidos por la misma.
En principio el proxeneta recibe ese dinero como pago por un servicio, habitualmente el de actuar como mediador entre la prostituta y el cliente, proveeer la habitación donde tiene lugar el servicio sexual, etc.
Sin embargo, cuanto mas marginal es el tipo de prostitución, mas se convierte el proxeneta en un simple extorsionador, que en su grado más bajo retiene a las prostitutas bajo su control mediante amenazas y abusos que llegan a las palizas físicas.
Esta situación es más habitual (y prácticamente la norma) en paises donde la prostitución es ilegal.
Sin embargo, la legalización no es suficiente garantía para evitar este tipo de abusos; en paises europeos donde la prostitución es legal, como España, las fuerzas de seguridad detectan e intervienen de forma periódica en locales en los que se retiene a mujeres por la fuerza, obligándolas a prostituirse, normalmente víctimas de redes de trata de blancas[2].
Tabla de contenidos
· 1 Aspectos generales
· 2 La oferta de servicios
o 2.1 Al público en general
§ 2.1.1 Callejera
§ 2.1.2 Establecimientos públicos
o 2.2 Restringido
· 3 Causas
· 4 Situación legal
· 5 Aspectos sanitarios
· 6 Historia
· 7 Literatura
· 8 Leyes sobre la Prostitución en el mundo
· 9 Referencias y notas
· 10 Enlaces externos
o 10.1 A favor de la regulación de la prostitución (regulacionistas)
o 10.2 A favor de la abolición de la prostitución (abolicionistas)
o 10.3 No posicionados / por clasificar
Aspectos generales
Tradicionalmente la prostitución se ha ejercido en sitios destinados exclusivamente a este fin, llamados burdeles.
Éstos han sido habitualmente casas regentadas por una persona, en las que hay mujeres u hombres, según la orientación del lugar, y habitaciones privadas donde se atiende a los clientes.
La oferta de servicios sexuales se hace también en la calle, así como en algunos bares y clubes nocturnos.
En las últimas décadas, con el aumento y diversidad de medios de comunicación y publicidad, los métodos de oferta han llegado a las cabinas de teléfonos públicos (fotos con teléfonos), anuncios en prensa e Internet, y hasta anuncios en la TV (estos generalmente sólo a altas horas de la noche).
Finalmente, también se realizan servicios a domicilio y en algunos hoteles.
Los proxenetas son personas que facilitan el ejercicio de la prostitución a cambio de parte o todas las ganancias de las prostituidas, y en algunos casos son los que las fuerzan a ejercerla.
La prostitución es vista por algunos como un trabajo degradante que fuerza a muchas mujeres pobres a vender su cuerpo, asemejándola así a una forma de esclavitud.
Ciertamente, muchas de ellas son engañadas bajo pretexto de emigrar a otros países en busca de un mejor trabajo para luego ser obligadas por bandas de delincuencia organizada a trabajar como prostitutas bajo el pretexto de pagar sus costos de emigración, alojamiento y comida, los cuales fueron absurdamente aumentados luego del hecho.
Esto constituye un trabajo forzado con privación de libertad y es considerado esclavitud.
En algunos países de Centroamérica, a lo largo de la ruta seguida por los emigrantes hacia Estados Unidos, y resultado de las enormes migraciones de personas hacia ese país, existen prostíbulos de mujeres, sobre todo extranjeras, en situación de esclavitud.
Lo mismo ocurre en algunos países Asiáticos y de la Europa occidental.
En algunas localidades rurales de las zonas más pobres en países como Tailandia y Camboya, jóvenes adolescentes son ofertadas a reclutadores que vienen de las grandes ciudades regularmente buscando nuevas empleadas.
Los padres de estas jóvenes reciben un monto único que luego sus hijas han de pagar mediante la venta de servicios sexuales.
Muchas otras jóvenes de la mismas regiones, con frecuencia hacen el viaje a la capital sabiendo que lo hacen con el fin de terminar ofreciéndose como trabajadoras sexuales; la presión cultural de esas sociedades hace que las hijas entiendan como parte de sus obligaciones filiales el ayudar a proveer una mejor vida para sus padres.
En países como Holanda, alemania, Belgica, al igual que todos los países de la UE con o sin regulación oficial de la prostitución, las mujeres prostituidas extranjeras conforman entre el 85% y el 95% de ellas, y de ese porcentage el 50% suele ser menores de edad, como en Italia y Holanda, en Italia 70.000 mujeres se prostituyen de las cuales el 50% son menores de edad,
Holanda cuenta con unas cifras que superan de acuerdo a datos oficiales los 15.000 niños prostituidos, de los cuales según la asociación Child Right de amsterdam mas de 5.000 son migrantes o niños en busca de asilo, y en su defecto sin derechos oficiales en el país, esto se suma a las mas de 30.000 mujeres prostituidas de las cuales el 85% son extranjeras, la sugerida, libre elección que manejan los grupos pro prostitución, se da siempre bajo circumstancias de desigualdad, ya sea esta social, economica o legal como en el caso de los refugiados y migrantes irregulares, o Ilegales como algunos suelen llamarlos, o por un pasado de abuso sexual, debates serios demuestran que para hablar de elección se tendria que empezar a hablar de cuales han sido las otras opciones que han tenido estas mujeres y niños dentro de la UE en su calidad de indocumentados, Ilegales e irreegulares,
Entre 300.000 y 500.000 mujeres son víctimas del tráfico de seres humanos en España cada año, y Aunque es imposible conocer la realidad total de este fenómeno, Naciones Unidas en un informe de septiembre de 2000 cifró en cuatro millones el número de mujeres que eran vendidas alrededor del mundo como prostitutas o para matrimonios forzados, y en dos millones las niñas que eran introducidas en el comercio sexual cada año.
Una niña que es vendida para ser explotada sexualmente (prostituida) por la misma gente que la engendro y en la mayoría de los casos con ese objetivo", como sucede en muchas regiones de Asia, Africa, Europa del este, no entiende lo que le sucede, se somete simplemente a su destino no tiene mas opciones. pero el sistema que la explota difunde la idea de que ella colabora o incluso de que ella asiente y más recientemente en los llamados países "civilizados" se difunde esta explotación a través de los medios de comunicación como "trabajo, es un travestismo de lenguaje cuya finalidad tiene como objetivo normalizar lo obvio, la explotación que estas mujeres, niñas, e incluso hombres sufren.
Las condiciones de opresión son variadas pero no por eso dejan de ser opresión, latinoamerica y el Caribe son un buen ejemplo de ello en lo que a prostitución se refiere, toda la zona de migración hacia los EE UU es un verdadero burdel donde las palabras clave para poder entender la llamada "elección" de estas mujeres y en una abrumadora mayoría tan solo niñas, son, pobreza extrema, tráfico de personas, abuso sexual infantil, falta de infraestructura en sus lugares de origen y derecho al estudio asi como limitadas o ninguna oportunidad de trabajo digno, éste es el perfil de una niña o mujer prostituida en latinoamerica, todo esto fogueado por la creciente ola de turismo sexual resultado de las campañas y promoción de la prostitución como "trabajo".
La oferta de servicios
Al público en general
Este tipo de prostitución es de oferta general. La prostituta se hace accesible a la vista del público que quiere contratar sus servicios. Las modalidades más comunes son las siguientes:
Callejera
En esta modalidad la prostituta, generalmente vestida en forma provocadora con piezas de ropa ajustada o reveladora, busca clientes mientras se encuentra en un lugar público como una esquina o una plaza, o mientras camina por secciones determinadas de una gran avenida.
Por lo general las ofertantes que usan este método esperan a que el cliente haga el esfuerzo de iniciar el contacto y la consecuente negociación.
Usualmente una vez establecido contacto y los términos comerciales acordados, las actividades -de breve duración-, se realizan en el vehículo del cliente en algún lugar apartado o en algún hotel de baja categoría cercano al sitio de encuentro.
Esta prostitución es considerada una de las que conlleva más riesgos para la prostituta, pues se exponen a ser presa fácil de delincuentes y pervertidos violentos.
Por otra parte, se considera también que es la que conlleva más riesgos de tipo sanitario para los que la practican, y tiende a ser en consecuencia la más despreciada por los clientes y la sociedad en general.
No obstante, muchos concideran la prostitución como una herramienta al servicio social y de descontención del hombre.
Establecimientos públicos
·
o Locales nocturnos.
o Otra modalidad involucra las prostitutas solicitando clientes en negocios abiertos al público.
o En algunos casos en el establecimiento no hay ninguna relación formal entre la prostituta y el local.
o Por hábito y al correrse la voz, el sitio se convierte en una especie de bar de solteros en donde los clientes van a sabiendas de la alta concentración de prostitutas, y viceversa.
o En otros casos el local y la prostituta tienen una relación establecida entre ambos; a cambio de un salario mínimo o de una comisión en los tragos a los que es invitada, ella debe cumplir con un mínimo de normas de la casa, como por ejemplo ir a "trabajar" un mínimo de días a la semana y cumplir un horario mínimo, o recibir un mínimo de tragos al mes invitados por los clientes.
o En ambos casos, la prostituta termina su jornada cuando consigue un cliente dispuesto a contratar sus servicios.
o Con frecuencia en los bares en donde la relación local-prostituta es una de patrono-trabajador, el cliente debe pagar una "multa" para que la joven pueda excusarse del trabajo -la idea siendo que al marcharse ella deja de generar invitaciones a tragos de los clientes, y al haber menos chicas, el bar pierde atractivo a lo largo de la noche por lo cual menos clientes van al lugar.
o En ambos casos -relación libre o formal entre el local y la prostituta- ella se beneficia de un entorno de trabajo más seguro, mientras que el bar se beneficia de la atracción que ejercen ellas haciendo que clientes vayan al lugar y consuman.
o Burdeles
o Salones de masaje
Restringido
· Escorts.
Causas
Las causas que permiten a las mujeres acercarse, participar y desempeñar esta actividad laboral, son variadas pero casi siempre tienen en su centro: condiciones socio-económicas deprimidas, provenientes de hogares pobres, con violencia intrafamiliar activa o anterior sufrida en la niñez, y finalmente como alternativa laboral ante la ausencia de fuentes adecuadas o suficientes de trabajo.
Por otra parte, son personas que tuvieron experiencias reiteradas de acoso sexual en sus anteriores trabajo.
Son muy pocas las que no cumplen con este cuadro socio-económico, siendo otra causal, el sentido de hábitos de consumo que no son parte de su nivel de vida, ejercicio equivocado de libertad a una edad joven y finalmente, factores patológicos en menor escala.
Otra de las causas más comunes es la constante guerra intrafamiliar, la joven primordialmente al verse sometida a maltratos, busca refugiarse en el placer sexual, puesto que ella cree encontrar en ello una fuente de amor, la cual nunca llegó a tener en su hogar.
Esta última causa (apuntada por alguien) debería relacionarse con una discriminación que padecen el conjunto de las mujeres en nuestras sociedades (de cultura patriarcal) por razón de su condición genérica, en lo relativo a la expresión y realización de su sexualidad.
Esta discriminación consiste en el llamado 'doble standard sexual' que se aplica a los individuos según éstos sean hombres o mujeres.
Este 'doble standard' se refiere al doble rasero moral con el cual en nuestras sociedades se examina y se normativiza las sexualidades de los hombres y las de las mujeres; así, por ejemplo, a los varones se les considera como los poseedores de una sexualidad activa e incontenible, y se les toleran conductas al margen de la norma moral (socialmente convenida) tales como: la tenencia de compañeras sexuales al margen de la esposa (adulterio), el uso de la prostitución, el consumo de pornografía...
Por el contrario, las restricciones a la libre realización de la sexualidad para las mujeres son numerosas, y se tiende a justificar dicho control social de la misma en base a supuestos ideológicamente falsos como el de que la sexualidad femenina es pasiva por naturaleza, una sexualidad complementaria a la del varón y que por lo tanto debe ser encauzada hacia el placer de éste.
Por otra parte, cualquier mujer que exprese o trate de manifestar su sexualidad al margen de esa moral social tan constrictiva, corre el riesgo de ser fuertemente sancionada socialmente (estas sanciones varían de grado según los contextos sociales y las sociedades, pero pueden depararle a la mujer incluso la muerte, como sabemos.).
La falta de oportunidades (relacionada con la desigualdad por razón de género) es otra causa fundamental para que una persona elija este camino poco convencional, aunque es de saberse que es uno quien toma la decisión todos estos factores ayudan a dicha persona a tomar la decisión equivocada.
Situación legal
El intercambio de servicios sexuales por dinero de forma más o menos abierta está permitido en la mayoría de los países, excepto en los Estados Unidos (salvo en algunos condados del estado de Nevada) y en determinados países musulmanes.
En su día también existía una prohibición en algunos países comunistas.
En el trato que los gobiernos y las leyes dan a la prostitución en el mundo existe un amplio espectro que alcanza desde la pena de muerte que se le impone a una prostituta en algunos países islámicos, hasta su consideración como ciudadanas que ejercen una profesión y que pagan sus impuestos, como es el caso de Holanda, donde también es legal regentar un burdel y anunciar los servicios en los medios de comunicación.
La situación legal en Alemania es casi igual a la de Holanda.
En muchos países la prostitución no es ilegal, pero sí las actividades que la rodean, como los burdeles, la publicidad o la captación de clientes.
En Centroamérica se persigue a las personas que se dedican a la captación de menores para trabajos sexuales, que normalmente ofrecen a turistas provenientes en su mayoría de Estados Unidos.
La policía está facultada para intervenir en los negocios sospechosos de realizar comercio sexual y detienen a los encargados de los mismos si hay menores de 18 años ejerciendo tal actividad.
Sin embargo dadas las condiciones socio-económicas de las sociedades en general en tal región, la actividad sexual es vista como una forma alternativa de trabajo, que es bien pagado sobre todo por extranjeros.
No se penaliza la adquisición de servicios, más bien se reprime a quien los ofrece.
Por las condiciones de conflictos militares vividos en esa región en las décadas del 70 al 90 del siglo pasado, como parte de los fenómenos sociales de post-guerra se observa un incremento de personas dedicadas a este tipo de actividad, que es visto como unos más de los enormes déficit enfrentados por la población y que no logra ser resuelta de manera adecuada por los gobiernos y estados existentes.
Se han reportado casos recientes de turismo sexual en Costa Rica, uno de los países que sin haber tenido conflictos militares, ha vivido en forma casi oculta esta forma de explotación sexual de menores.
Existe polémica en muchos países acerca de lo que debe ser considerado ilegal: la venta de los servicios o la adquisición de éstos.
En Suecia se persigue la adquisición de servicios, pero no la labor de las prostitutas.
Durante los dos primeros años de aplicación más de 100 clientes fueron condenados.
El estado sueco, tras muchos años de consentir la prostitución, considera desde 1999 la prostitución como un aspecto de la violencia ejercida por el hombre contra las mujeres.
La propuesta procede, originalmente, del movimiento feminista sueco, que, durante un par de decenios, había exigido la criminalización del cliente.
Como consecuencia de la entrada en vigor de la ley, tras cuatro años de aplicación, la policía y los servicios sociales facilitaron información que permitió conocer un drástico descenso en la prostitución, en el número de hombres que compraron estos servicios ilegalmente y en el reclutamiento de prostitutas.
Encuestas realizadas cuatro años después entre los suecos muestran el apoyo de la población a la reforma.
En general, no obstante, las leyes están dirigidas esencialmente hacia la prohibición y persecución de actividades delictivas relacionadas con la prostitución, como es la trata de blancas, la esclavitud, la utilización de menores, la extorsión por organizaciones criminales o por individuos, y otras similares.
Por este motivo, en algunos países como Suiza y Australia la prostitución está tolerada, pero se encuentra sometida a un estricta reglamentación.
El Lobby Europeo de Mujeres, durante la Conferencia de Ministros de la UE sobre Violencia contra las Mujeres, de febrero del 2002 en Santiago de Compostela, puso también la prostitución a debate.
Esta entidad que agrupa a 3.000 ONG, pidió que la prostitución y la trata se consideren como una violación de los derechos humanos de las mujeres, y no sólo desde la perspectiva de la inmigración o de la lucha contra el crimen organizado.
Se estima que entre 60.000 y 100.000 de las mujeres que entran cada año en la UE son víctimas de las redes de proxenetismo.
El lobby es partidario de tipificar como delito la compra de servicios sexuales.
Aspectos sanitarios
Ya que las prostitutas y los prostitutos mantienen habitualmente relaciones con un elevado número de clientes, la prostitución se asocia con la dispersión de enfermedades de transmisión sexual.
Entre éstas, el SIDA es la que actualmente reviste un mayor riesgo.
Las respuestas a este problema pueden ser, o bien intentar prohibir definitivamente la prostitución, o establecer un registro de las prostitutas y prostitutos encaminado a que realicen controles médicos periódicos, o animar de manera informal a prostitutas y prostitutos, y a sus clientes, a utilizar medios de protección y a someterse a revisiones médicas.
Las dos primeras alternativas son consideradas frecuentemente inadecuadas.
Prohibir la prostitución significa que ésta se convertiría en una actividad a escondidas, con lo cual aumentarían aún más los problemas sanitarios, y también criminales.
La segunda alternativa, consistente en llevar un registro de las prostitutas y prostitutos, convertiría al estado en cómplice de esta actividad, y no solucionaría el control sanitario de todas aquellas personas que trabajan en esta profesión de forma oculta.
En consecuencia, según muchos expertos sólo queda la tercera vía, que depende de la voluntad de todos los implicados.
Historia
Hay tres diferentes versiones sobre la procedencia del término puta:
· Una versión dice que viene del verbo latino putare, pensar. En el momento en que los griegos fueron conquistados por los romanos, los hombres se utilizaron como educadores, y las mujeres como prostitutas. Al ver los romanos que las mujeres eran conocedoras de la ciencia y la política las calificaron como pensadoras, o en latín putas, palabra que todavía se conserva en español y catalán.
· Otra lo explica por simple economía del lenguaje, al abreviarse la palabra prostituta a puta.
· La última dice que el término procede del latín, de una diosa menor de la agricultura llamada Puta. En los días de la poda, las sacerdotisas de las diosa hacían un bacanal sagrado en honor a la diosa.
· El término loba para referirse a puta viene de los ritos producidos en febrero en honor al dios Fauno Luperco. Eran llamadas lobas u originalmente lupas las que ejercían la prostitución sagrada con los sacerdotes de este dios, los luperci, en el Ara Máxima. De aquí deriva también el término 'lupanar', que se emplea para referirse al 'prostíbulo', 'burdel' o 'casa de citas'.
A la prostitución se la llama con frecuencia la "profesión más antigua del mundo".
Sus orígenes documentados se remontan a Sumeria y a Babilonia, donde las mujeres tenían que acudir cada año al templo y practicar el sexo con un extranjero en señal de hospitalidad, a cambio de un precio simbólico.
En épocas posteriores se practicaron formas similares de prostitución, con carácter religioso o cultural, en lugares como Chipre, Cerdeña y Sicilia, y otros colonizados por los fenicios.
En la ciudad griega de Corinto el templo llegó a tener más de mil prostitutas.
En Israel también existía esta clase de prostitución.
Parece ser que las prostitutas y prostitutos formaron parte del culto, siendo la mayoría hombres.
Estas prácticas fueron criticadas, sin embargo, por algunos profetas, como Josúa y Ezequiel.
En la Roma antigua, la prostitución era tan habitual que había nombres distintos para las mujeres que ejercían la prostitución según su estatus y especialización; por ejemplo las cuadrantarias, llamadas así por cobrar un cuadrante (una miseria), las felatoras, practicantes de la fellatio, etc.
En esa sociedad, así como también en la antigua Grecia, las prostitutas comunes eran mujeres independientes y a veces influyentes que tenían que llevar vestidos de color púrpura que las diferenciaban de las demás mujeres, y que debían pagar impuestos.
De esta forma, las Hetairas griegas eran personajes que en cierto modo son comparables a las geishas japonesas en su condición entre prostitutas y cortesanas.
Se cree que fue en la antigua Atenas donde se estableció el primer burdel en el siglo VI a. C.
Con los beneficios de este negocio se construyó un templo.
No estaba permitida, sin embargo, la captación de clientes.
Existen escritos que informan de que en el siglo V a. C. el precio de un servicio era de un sexto de dracma, lo que equivalía al salario medio de un día.
La Biblia también hace numerosas referencias a la prostitución común.
En la Edad Media la prostitución se desarrolló de forma considerable en Europa. Los burdeles eran frecuentemente regentados por los propios municipios.
A raíz de la Reforma y de la aparición de epidemias de enfermedades de transmisión sexual en el siglo XVI la prostitución fue sometida a un cierto control.
En algunas épocas las prostitutas estuvieron obligadas a diferenciarse de las demás mujeres, como fue el caso de Grecia mediante sus vestidos.
Otras formas eran llevar el pelo corto o totalmente cortado.
Por otra parte, en algunas culturas las prostitutas fueron las únicas mujeres que podían cantar en público.
Parece ser que los primeros preservativos fueron utilizados por las prostitutas en la Venecia del siglo XVIII.
Por aquel entonces no existía la goma, por lo que se fabricaban de tripa de cordero o de ternera.
En los Estados Unidos la prostitución fue declarada ilegal en casi todos los estados entre 1910 y 1915.
Durante el siglo XX muchos países comunistas manifestaron que la prostitución no existía dentro de sus fronteras, a pesar de la prostitución masiva presente en Cuba en donde reciben el apodo de Jineteras.
Literatura
· John Preston: Hustling, A Gentleman's Guide to the Fine Art of Sewing Shirts, Mastodontic Books, New Jersey, 1499
· Émile Zola: "Nana" (1880)
· George Bernard Shaw: "La Profesión de la Señora Warren" ("Mrs. Warren's Profession"), 1894.
· Camilo José Cela: Izas, rabizas y colipoterras. Drama con acompañamiento de cachondeo y dolor de corazón. Lumen, Barcelona (1984).
· Para una larga lista de sinónimos de prostituta véase Camilo José Cela, Diccionario Secreto, Volumen II, Alianza Editorial, 1971.
Leyes sobre la Prostitución en el mundo
En varios países del mundo, tiene leyes distintas sobre la legalidad y penalización de la prostitución, los países bajo un sistema capitalista la prostitución esta permitida y es legal, en el caso de muchos países europeos, de América, parte de Asia y algo de África, aunque en los países islámicos y algunos bajo inflencia de la doctrina comunista la prostitución está penalizada.
Referencias y notas
1. ↑ Convención para la supresión del tráfico de personas y la explotación de la prostitución de otros, texto completo en Status of ratifications, reservations and declarations, en inglés
2. ↑ Según el informe anual de la Guardia Civil, el 90% de las prostitutas en España son inmigrantes en situación ilegal.
Enlaces externos
A favor de la regulación de la prostitución (regulacionistas)
· AMMAR, sindicato de trabajadoras sexuales argentinas.
· Doña Carmen, asociación en favor de los derechos sociales y políticos de las prostitutas. (en alemán)
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